Miedos de medio minuto

Autora: Carla Sánchez Huertas
Curso: 1º ESO-A
IES Almoraima, Castellar de la Frontera (Cádiz)

El libro que leí fue Miedos de medio minuto, era terrorífico, pero no podía parar de leer.

La verdad yo nunca quería leer libros, odiaba leer pero… un día decidí leerlo, al principio no era mucho, pero el suspense me hacia leer más y más, sin parar.

Mi madre me decía que leer te llevaba a mundos increíbles, pero con este libro… Me hizo pensar una cosa: leer es bueno y no malo. Bueno, volviendo al libro, este trataba de historias, leyendas etc. La historia que más me gustó fue la de un niño que vivía con su padre en una isla donde había unos pájaros muy raros que atraían a los niños y niñas con sus risas infantiles. También me gustó la última historia que en realidad era el final del libro.

Con estas historias he comprendido que es bueno leer, y que si te gusta, te engancha, como a mí, que me lo leí en 3 días.

 

Ciudades de Papel

Autora: Cristina Martín Márquez
Curso: 1º ESO-A
IES Almoraima, Castellar de la Frontera (Cádiz)

Adoro los libros de John Green. En 2014 me leí cuatro de ellos: Bajo la misma estrella, Ciudades de Papel, El Teorema de Katherine y Buscando Alaska. Me gustan mucho, tienen humor, aventuras y sobre todo, amor.

A mucha gente les “gustan los libros” de John Green (vieron la película de Bajo la misma estrella, o ni eso). Es por seguir las modas, la verdad.

“—¿Okay? Okay”.

Esa es la fama que tiene, la gente sube fotos con el libro, se leen dos páginas y se sienten importantes. Me gusta Bajo la misma estrella, sí, aunque no es mi favorito, mi preferido es Ciudades de Papel.

Ciudades de Papel va de un chico, Quentin Jacobsen, tiene 18 años y va a acabar el instituto, irá a la universidad, abogado, por ejemplo, se casará, tendrá dos hijos, y cuando esté en el asilo, ahogándose con su propia bilis, recordará su monótona vida. Así lo ve Margo Roth, su vecina, y mejor amiga de la infancia, aunque, el instituto los separó, Quentin se quedó con Radar y Ben, y Margo se hizo popular.

Vivían vidas separadas, Quentin era “el niño bueno” y Margo hizo que empapelaran con papel higiénico 200 casas de Florida en una sola noche.

Una noche, Margo aparece en la ventana de Quentin. Esta le pide que la ayude; tiene una lista de cosas que tiene que hacer esa noche, una lista con cosas buenas y otras no. Él la acompaña, para recuperar su amistad, o algo más, ya que Quentin está enamorado de ella.

Entre cosas de esa lista, ponen en la ventana del novio un pez gato, con la nota “nuestra relación está como este pez, muerto”; otro mensaje igual en el coche de su “mejor” amiga, quien se lió con su novio; un ramo de flores para Lacey, su mejor amiga, quién le advirtió de que su novio no le convenía. También subieron a una torre, donde Margo le habló de la ciudad de papel, tan falsa, como las chicos de papel, todos iguales, con sus diversiones de papel.

Para acabar, se metieron a escondidas en el Sea Land. Quentin nunca había hecho nada así antes, fue la mejor noche de su vida.

Al día siguiente, en clases, Margo no fue, (normal, no habían dormido nada), pero no volvió al instituto cuanto estaban a solo un mes de la graduación y del baile. Margo había desaparecido, eso ya lo había hecho antes, (como cuando se fue sola al río Missisipi, durante tres días), y siempre dejaba pistas (dejar en la sopa de letras las letras M, I, S y P) y Quentin sabe que esas pistas son para él y encuentra un lugar abandonado, siguiendo las pistas que ella le deja. Ese sitio era una urbanización, y al parecer, Margo se quedó a vivir allí unos días, pero ya no estaba. Quentin, Ben, Radar y Lacey tendrán que encontrar a Margo, antes de que haga una locura demasiado grande para volver atrás…

Adoro este libro, aunque me molesta que nadie lo lea, así que no tengo a nadie para comentarlo (hasta que salga la película, entonces todos hablarán de la película, de que es una copia de Bajo la misma estrella, cuando Ciudades de Papel, John Green lo escribió antes).

Para mi gusto, Buscando Alaska y Ciudades de Papel “aplastan” a Bajo la misma estrella.

 

Crepúsculo

Autor: Diego José Rubio Aguilar
Curso: 1º ESO – A
IES Almoraima, Castellar de la Frontera (Cádiz)

Mi libro favorito es Crepúsculo, un libro de una historia de amor entre una humana y un vampiro. También hay un hombre lobo por allí metido, pero no importa mucho en sus vidas. Bueno, era novio de Bella, pero al final se queda con el vampiro.

Todo este entusiasmo por Crepúsculo viene de que mi hermana veía todas las películas y yo, me colé en su dormitorio y la vi. Desde ese momento estuve buscando libros, porque en las películas no me entero mucho de lo que pasa. Me pasé días y días buscando, hasta meses, incluso años, pero no encontraba nada. La información de libros era nula. Por fin en 2011, encontré el libro de la primera película, me hizo mucha ilusión leerlo y poder sentir lo que ellos sentían en sus vidas cotidianas

Bella, la protagonista, se fue a vivir a la ciudad de su padre. Pero no estaba muy contenta con eso, a pesar de que el padre le había comprado un coche rojo de metal. Tenía que empezar un nuevo curso en un nuevo instituto, la noche anterior no pudo dormir mucho porque “estaba rallada” con el tema de hacer nuevas amistades.

Empezó el día, en el comedor conoció a Edward, el vampiro. Todas decían, “Mira ¡qué guapo ese”, “¡Uy sí, qué guapo! A Bella le daba igual él, por eso se fijó en ella. Era la única diferente, como él también era diferente, pues pensó que a lo mejor encajarían.

En un bosque lleno de niebla y de árboles verdes grisáceos se encontraron los dos. Bella tenía un poco de miedo ya que no le conocía de nada. Escuchó un ruido entre los arbustos, era él, Edward. Hablaron y casi se besaron, los labios cálidos de Bella se juntaron con los fríos de Edward. Ella de repente se apartó, sentía como que algo no iba bien. ¿Cómo alguien podría tener los labios tan fríos? Lo que ella no sabía es que era de sangre fría porque tomaba sangre de cadáveres o de cuellos de humanos.

Después de leer tantos libros quise escribir algo. Lo único que escribí fue una obra de teatro. Mi profesor lo leyó y dijo que le maravillaba mi inspiración. Tenía una mente muy abierta. Después quise escribir un libro pero siempre se me borraban los capítulos.

Un día se anunció en la televisión la nueva película de Crepúsculo, se llamaba Luna Nueva. Me puse como loco, saltando y  riendo. Otra vez busqué y busqué libros pero no habían hecho ningún libro todavía.

En la última película sí me enteré de lo que pasaba: Bella se había quedado embarazada y su bebe le chupaba la sangre desde dentro del vientre. Cuando nació descubrieron que era una vampira. Era igual que Bella pero en vampira: pelo rojo, ojos azules y la piel pálida. La piel era lo único de lo que no se parecía a la madre. Si la niña no hubiera nacido, Bella habría muerto.

Bueno, no quiero enrollarme. Crepúsculo es la mejor historia de vampiros.

 

La emperatriz de los etéreos

Autora: Valeria Rojas Valenzuela
Curso: 1º ESO – A
IES Almoraima, Castellar de la Frontera (Cádiz)

Mi libro favorito es La emperatriz de los etéreos de Laura Gallego García. Me gusta porque es divertido, es de aventuras y los libros de aventuras me chiflan.

La Emperatriz de los etéreos:

Trata de una chica llamada Bipa que era muy lista y todo lo decía como lo pensaba y algunas veces “metía la pata”, como cuando Nuba una mujer muy buena y amiga de todo el mundo le contó la historia de una emperatriz que si te ibas a su palacio no sentirías ni frío, ni hambre, ni dolor, ¡NADA! y ella dijo que esa emperatriz no existía.

Aer, el único hijo de Nuba, decidió ir al palacio de la emperatriz, pero no sabía lo que le iba a pasar cuando llegara. Bipa decidió ir tras él porque no quería que la madre de Aer se sintiera triste porque su hijo hiciera lo mismo que hizo su marido, que se fue al palacio de la emperatriz y nunca regresó.

Por el camino Bipa se hizo amiga de un golem de nieve, visitó el palacio de Gélida y fue a la ciudad de cristal. Al final encontró a Aer, pero perdió a un buen amigo, al golem de nieve, que se había derretido antes de llegar al palacio de la emperatriz.