IES Diego de Siloé (Íllora, Granada) 2022

El príncipe de la niebla

Nombre: Carla Crespo Arco
Curso: 1º ESO A
Centro: IES Diego de Siloé (Íllora, Granada)

Es El Príncipe de la Niebla título revelador y una novela juvenil de acción, donde el ritmo narrativo es palpable, así como las constantes situaciones de miedo y tensión. Publicada en 1993, su autor es considerado uno de los escritores más representativos de las letras españolas en el último siglo. En este sentido, Carlos Ruiz Zafón llegó a alcanzar en 2007 con su obra cumbre La Sombra del Viento la nominación como uno de los mejores libros que se han publicado en lengua hispana en los últimos 25 años.

De la obra que nos ocupa, hemos de destacar que asistimos a una historia tan breve como sencilla, con alguna sorpresa y giro inesperado al final. En 1943, una familia compuesta por Maximilian, Andrea y sus hijos tuvo que mudarse a una casa en la playa, por culpa de la guerra. El nuevo hogar perteneció anteriormente a Richard Fleischmann, Eva Gray y su hijo Jacob.

Interesante resulta saber que detrás de la casa existió un extraño jardín de estatuas. Allí, Max y Alicia conocieron a un chico, de nombre Roland, que vivía con su abuelo, Víctor Kray. Es la situación planteada un tanto difícil para cualquier adolescente que debe cambiar de ciudad, teniendo que hacer nuevas amistades. Así, encontrar a una persona que ofrezca su amistad en un entorno solitario, es todo un privilegio en los años de la niñez y la adolescencia (Max verá en Roland un amigo, pero también un modelo o referente en el que poder inspirarse). Roland representa la aventura, el valor y las ganas de disfrutar de las oportunidades que le rodean en un entorno que propicia la aventura constante. Encarna también el sentimiento del primer amor hacia Alicia, etapa de la vida que siempre te marca, al igual que el primer beso.

Uno de los momentos claves de la obra tiene que ver con el pasaje en el que el citado personaje enseñó a sus amigos un antiguo barco hundido, al que bajaba buceando. El descubrimiento del navío, de nombre Orpheus, llamará la atención del lector, siendo clave en el desarrollo de los acontecimientos, sucediéndose acontecimientos impredecibles en la casa de Max. Pero, El Príncipe de la Niebla es también una historia oscura que mantiene expectantes a quienes navegan en sus páginas.

Sin duda alguna, esos momentos de incertidumbre recuerdan a las situaciones en las que un grupo de amigos se junta para contar historias de miedo, esas que cada uno/a ha escuchado en su casa y que permanecen en nuestra memoria como recuerdos imborrables, impidiéndonos conciliar el sueño.

Ruiz Zafón sabe integrar esas pequeñas leyendas de miedo en su trama de un modo magistral, siendo el título al que dedico estas líneas la primera novela de una trilogía, con otras dos obras más: El Palacio de la Medianoche y Las Luces de Septiembre. Misterio, aventura y emociones son ingredientes que hacen de la obra una recomendación que no dejará a nadie indiferente, una MARAVILLA o relato excepcional que consigue envolver a sus destinatarios, aquellos que tendrán la suerte de disfrutar de la propia esencia de un MAESTRO, tristemente fallecido.

El autor, gran amante del cine, fue responsable de numerosos guiones, dotado de un talento innato para la escritura, un estilo literario fácilmente adaptable al séptimo arte. En numerosas entrevistas, Ruiz Zafón hizo hincapié en la necesidad de cumplir tres fases para concebir su criatura. Crear es trabajar como si hicieras una película en tres fases: la producción, el rodaje y la tramoya. Como si de un pequeño dios o demiurgo se tratase, el autor ha de decidir qué va a hacer, recoger los elementos y distribuirlos por la trama y conseguir que el lector lea (ha de lograr que la narración “entre como el agua”). Eso sí, para un amante de los films, resulta cuanto menos contradictorio, oponerse a que su obra cumbre La Sombra del Viento fuese llevada a la gran pantalla.

En resumen, el libro que forma parte de La Trilogía de la Niebla me ha sorprendido sobremanera, con aspectos muy positivos, visibles a lo largo de la historia. Relojes que parecen ir al revés, un jardín de estatuas, personajes inspiradores tales como Max o Alicia, secretos que los adultos prefieren ocultar para evitar posibles daños en los niños, suspense o fiebre lectora que provoca en el lector su creador, son motivos para acercarse a un libro bien contado, una novela que puede ser leída por jóvenes y adultos, un cóctel perfectamente elaborado que le convierten en mi libro preferido.

Matilda

Nombre: Irene Navarro Haro
Curso: 1º ESO A
Centro: IES Diego de Siloé (Íllora, Granada)

Agilidad en la narración es uno de los principales rasgos de la narrativa de Roald Dahl, autor de la obra que centrará nuestro interés. Es Matilda una historia de amistad o lealtad profesada, un vínculo/ligazón que es digno de encomio (significativa resulta la relación entre la protagonista y Miss Honey).

Vivencias en ocasiones crueles, otras anecdóticas, se suceden, ante la mirada atenta de una niña inquieta, curiosa, astuta, tierna, solidaria y con fuerte personalidad. Numerosas cualidades atesora la pequeña, con la indiferencia de unos progenitores demasiado centrados en el ocio (viven pegados al televisor) e incapaces de aplaudir el hábito lector de su hija. Ellos (“los Wormwood”), recriminan constantemente el buen hacer de alguien que posee un talento fuera de lo común, considerándola poco más que una postilla. Es firme el deseo de estos para quitársela de encima y lanzarla lejos.

Filántropo y ermitaño, el responsable de esta novela, tendía a aislarse en su cabaña para escribir, no dejando a nadie pasar, a excepción de Quentin Blake, su ilustrador de cabecera. De ascendencia noruega, el novelista y poeta británico, imprime un dinamismo al relato que divierte tanto a niños como adultos.

A lo largo de sus páginas, vemos a una niña incapaz de entender las razones de su marginación, rasgo que comparte con la que se convertirá en su gran confidente (Miss Honey). Sensible y brillante, el vacío producido por Sr. Ajenjo y su esposa a quien es “fuerte en las batallas” (es el significado del término Mahthildis) resulta tan desconcertante como lejos del entendimiento humano.

Dos son los perfiles o clases (tipología) en lo concerniente a los personajes: el abuso en el trato es encarnado por Trunchbull (antagonista de la historia quien dirige con mano de hierro su escuela) o los Wormwood, frente al binomio Honey-Matilda. Si nos detenemos en la relación que todos los padres debieran mantener con sus vástagos, muy clarificadora resulta una cita de la hija del autor:

“Mi padre creía que todos los niños poseen una brasa. Pero alguien debe encender el fuego. Y una vez encendido, es de vital importancia que se mantenga vivo y no se apague nunca”.

Mención aparte en la novela es la que debemos dedicar a los poderes telequinéticos de la protagonista, secreto que confiará a su maestra. Por otro lado, y, en cuanto a los nombres que desfilan por el libro de Dahl, cítense también a Lavender (niña valiente y traviesa) o Bruce (aficionado a los dulces y el chocolate), entre otros. Matilda fue adaptada al cine en 1996, contando con el cariño del público y el respaldo de la crítica. De igual modo, su conversión en musical obtuvo numerosos reconocimientos a nivel mundial.

Por todo lo expuesto, dejando a un lado aspectos que no podré desgranar (por cuestiones de espacio y tiempo), sirva esta recomendación por ser un breviario de moral o consejos útiles (un compendio de lecciones importantes las aquí transmitidas), revelándose como un notable descubrimiento que ocupará un lugar privilegiado en mi biblioteca, recibiendo con todos los honores el distintivo de mi libro preferido.

Campos de fresas

Nombre: Teresa Jiménez Navarrete
Curso: 1º ESO B
Centro: IES Diego de Siloé (Íllora, Granada)

Comenzaré mi reseña sobre Campos de fresas, obra del autor Jordi Sierra I Fabra, quien cuenta con notables éxitos entre su producción, incluyendo el libro que nos ocupa. Cítense libros que han dejado huella entre los jóvenes, caso de El asesinato del profesor de música o Las chicas del alambre.

Así, debiéramos comenzar por las razones del título, hecho que obedece a una canción del grupo The Beatles y producto de John Lennon. Esta composición musical es Strawberry Fields Forever (en español Campos de fresas para siempre). Sin duda alguna, alto es el precio que la protagonista del relato está pagando por cruzar los límites, planteándonos un interrogante que poco a poco se resolverá: ¿despertará Luciana del coma?

El irraciocinio de la juventud se pone de manifiesto en lo que viene a ser un fresco o fiel retrato de la realidad, alertando de los posibles peligros que entrañan las drogas sintéticas o trastornos alimentarios como la bulimia. En este sentido, una cita recogida en la contraportada invita a la reflexión: “Nunca juegues con la muerte”. La vida es como un tablero de juego, pudiendo cambiar o no nuestro destino, en función de las fichas que escojamos.

Siguiendo la premisa de vivir el momento (el carpe diem del medievo), hemos de actuar con cabeza, sabedores de poder sufrir las consecuencias de una decisión desacertada. Por otro lado, el autor de modo magistral nos ofrece útiles lecciones para nuestro día a día, como la importancia de la amistad. Interesante resulta una frase que leí hace tiempo y conecta a la perfección con la visión existente en la novela. Decía Pau Casals: “Nosotros debemos pensar que somos una de las hojas de un árbol, y el árbol es toda la humanidad. No podemos vivir los unos sin los otros, sin el árbol”.

Perfiles variopintos se suceden en la trama, con personajes como Eloy (novio de la protagonista) y cuñado de Norma. Él es fiel practicante de la vida sana y enemigo de los vicios. Encarna una lucha frenética en pro de localizar y analizar una pastilla idéntica a la que tomó Luciana. Interesante es también Loreto, joven que se enfrenta a otro mal difícil de contrarrestar: la bulimia. Otros nombres a tener en cuenta son Cinta (mejor amiga de la protagonista), Santi (ayuda a Eloy para perseguir al camello, responsable del coma de Luci) o Poli (su final es trágico, siendo quien distribuyó la droga en la discoteca). Curioso resulta comprobar también cómo puedes caer, al seguir las indicaciones de los demás, por evitar ser tachado/a de “raro/a”. La joven modélica decide consumir ante el posible rechazo social, emprendiendo una actitud o comportamiento ligado a una falta de criterio que le conducirá hasta el coma.

No puedo evitar pensar en las numerosas charlas que nos han impartido en mi centro educativo o en el colegio acerca de los efectos del consumo de drogas, tales como el deterioro grave, enfermedades con un pronóstico impredecible o la muerte. Cocaína, marihuana, éxtasis o metanfetamina son términos que debiéramos borrar de nuestro léxico diario, eliminarlos de nuestras aficiones como adolescentes, si es que valoramos la vida como un bien preciado. Divertirse no ha de llevar aparejado cumplir con los consejos erróneos de nuestros amigos, por seguir modas que nos ponen a prueba. Evitar fenómenos sociales como la ingesta de alcohol durante los fines de semana, los macrobotellones anunciados a bombo y platillo, así como el acceso a sustancias ilegales (speed o éxtasis), con efectos como el descrito en la obra que a lo largo de estas líneas reseño, es algo más que una cuestión ética o moral.

En resumen, la adolescencia es una etapa compleja que puede llevar a la práctica de experiencias tan desconocidas por su novedad, como peligrosas. Por ello, considero que hemos de saber decir “NO”, divertirnos sin que nuestra salud peligre. Las modas no entienden de clases sociales, pudiendo adentrarse cualquiera en este túnel oscuro, en esa lucha entre la vida y la muerte.

Una vez más, Sierra I Fabra muestra una encrucijada de caminos, un mensaje claro con el que involucra o implica al lector en el desarrollo de los acontecimientos, manejando a la perfección los hilos (sabemos cómo sienten o piensan los personajes). Narración ágil, gracias a uno de los grandes maestros de la literatura juvenil, con temas actuales con los que atrapa o engancha a su público, sintiéndonos ante la necesidad de leer.

Relato sencillo que toca la fibra y remueve conciencias, hacen de Campos de fresas un libro a tener en cuenta, una obra que por todo lo expuesto debo considerar mi libro preferido.

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