Las lágrimas de Shiva
Alumna: Azahara Sánchez Velasco
Curso: 2º ESO-B
IES Antonio Galán Acosta, Montoro (Córdoba)
Hola, me llamo Azahara Sánchez Velasco y soy alumna del instituto Antonio Galán Acosta de Montoro, Córdoba. Tengo 13 años y estoy en 2º de la ESO.
Aquí os explico un poco cuál es mi libro favorito y por qué lo es, espero que os guste.
Mi libro favorito se titula Las lágrimas de Shiva. Este libro me lo tuve que leer para clase de lengua y luego hicimos un examen para ver que habíamos aprendido sobre él.
Al principio, me resultaba un poco aburrido ya que apenas ocurría nada. Parecía un libro como otro; tenía un protagonista, otros secundarios y no encontraba nada que personalizara a este libro.
El libro era obligatorio,así que, me lo tenía que leer sí o sí. Esto me derrumbo un poco, ya que no me había empezado a gustar. Pero fui allá con mis fuerzas y seguí leyendo.
No sé cómo ni por qué pero algo ocurrió en aquel libro, en aquella página, en aquellas letras, que hizo que mi atención hacia ese libro cambió por completo. Me empezó a gustar mucho y día tras día leía sin parar.
Yo creo que lo que hizo para que me gustara era que dio un cambio radical, pasó de ser un libro cualquiera a ser uno especial.
Bueno, una vez que ya os he contado mi opinión voy a contaros un poco porque este libro terminó gustándome tanto.
Este libro trata de un chico que, al enfermar su padre, tiene que vivir durante un verano con su tía, su tío y sus cuatro primas. Al principio, ya dije que parecía un libro como otros, ya que no pasaba nada interesante; no obstante, poco a poco ese chico, llamado Javier, y una de sus primas; llamada Violeta, empiezan a investigar sobre sus antepasados.
Una de sus antepasadas tuvo una vida muy interesante, que Javier y Violeta poco a poco descubrieron. Y este libro también nos enseña que por muy poco que veamos a nuestra familia o por muy lejos que vivamos, no tenemos por qué tener menos relación.
Y este es el giro que dije antes que el libro daba. A partir de estas páginas empezó a gustarme mucho más, esto hizo que leyera más y que aprendiera a valorar mucho más a mi familia.
Espero que, aunque ha sido un poco corto, os haya gustado y hayáis entendido por qué este libro es mi favorito.
También me gustaría decir que a mí, personalmente, no me gusta mucho leer, y que este libro hizo que me interesara más la lectura, que leyera un poco más y sobre todo a valorar los libros como si fueran aventuras.
Brújulas que buscan sonrisas perdidas
Autora: Nuria Lozano Pérez
Curso: 2º ESO-B
IES Antonio Galán Acosta, Montoro (Córdoba)
Mi libro favorito, Brújulas que buscan sonrisas perdidas de Albert Espinosa, narra una historia que es capaz de enseñarnos las cosas que realmente importan en la vida. El cómo a lo largo de los años, un recuerdo puede permanecer en una persona con el mismo sentimiento que le transmitió esa primera vez y, al mismo tiempo, cómo cambian los recuerdos en función de la persona que sea, aunque ambos hayan estado presentes y hayan vivido lo mismo.
Este libro llevaba bastante tiempo en mi casa; un día me decidí a ojearlo, dado que tan solo su exterior me llamaba bastante la atención. Recuerdo que nada más leer las críticas y el pequeño resumen, algo me dijo que tenía que leérmelo. Así pues lo cogí, me senté cómodamente en un sillón y comencé mi aventura por el libro.
Al principio me impactaron los títulos de los capítulos: algo único y muy original. Me encantaron todas las frases que aparecieron en el libro y la forma tan discreta que tienen de decirnos las cosas. Lo que quizás más me llamó la atención fueron las partes en las que se trataba la venganza y las segundas oportunidades porque creo que nos enseña que hablando las cosas todo se puede solucionar, que tal vez sólo nos falte ponernos en la piel del otro y pensar que a nadie le gustaría estar mal con una persona, que puede que todo sea un malentendido.
Pienso que este libro tiene una manera especial de decirnos que no todo es como pensamos y necesitamos hablar con los demás para aclarar todo. Que aprovechemos el momento y que de recuerdos no se puede vivir, o al menos de recuerdos malos. Nos transmite que nos quedemos con las cosas buenas de esos recuerdos y nos desprendamos de las malas; porque al fin y al cabo eso es lo que son, recuerdos, y su propio nombre nos dice que ya está pasado y que no se pueden cambiar. Por eso mismo hay que mantenerlos como un tesoro, pero sin dejar que afecten negativamente a nuestro presente. Por otro lado, nos enseña a valorar las cosas que tenemos, porque puede que en un futuro las perdamos y ya no podamos hacer nada para recuperarlas.
En conclusión diría que este libro nos inspira a valorar las cosas y pensar antes de actuar, porque todo tendrá unas consecuencias. No obstante, por encima de todo nos enseña a saber perdonar, a saber ponernos en la piel de los demás y no ser rencorosos. A saber que todo tiene su principio y su final y por ese mismo motivo hay que aprovechar todo al máximo, porque nunca sabemos cuándo terminará nuestra aventura por la vida.