Los niños de cristal

Autora: Elena García Camargo
Curso: 2º ESO- B
IES Ategua, Castro del Río (Córdoba)

Tiempo atrás, conocí a una niña de unos doce años llamada Billie. Fue en uno de mis muchos viajes literarios y esta vez el escenario era un tranquilo lugar. O eso parecía, porque como después descubrí, aquel pueblo costero con escasa población escondía un estremecedor enigma.

Billie era inteligente, amante de la lectura y, según me contó, hacía unos meses vivía felizmente en la gran ciudad con sus padres. Su casa, aunque pequeña, era cómoda y entrañable, y su vida apacible.

Pero pronto me reveló que la causa de que ella y su madre se encontrasen en el solitario pueblo era algo cruel e irremediable: la muerte de su padre. Yo la apoyé lo mejor que pude. Al parecer, la madre de Billie quería dejar atrás cualquier recuerdo de su marido, buscando en aquel pueblo un nuevo hogar.

Tras visitar la casa donde vivirían, demasiado grande y olvidada por el tiempo, Billie se negó a permanecer allí. Además, el vendedor no le trasmitía mucha confianza. Pero tuvo que aceptar el deseo de su madre y se la quedaron.

Al poco tiempo, con sus amigos Aladín y Simonia, escuchamos rumores extraños por el pueblo; antes de ser suya, la casa había presenciado varias muertes y fue construida originariamente para ser un orfanato. En él se cuidaron niños con una enfermedad sin cura: los niños de cristal. Fatídicamente, uno de ellos se escapó del cuidado de la niñera en una excursión a la playa y falleció ahogado, ya que sus huesos no le permitían ejercer la fuerza suficiente para nadar… ni salvarse.

Billie se inquietaba por momentos, y nos contaba que en la casa se producían fenómenos extraños: ¿Por qué la lámpara se balanceaba sin causa alguna? ¿De quién era la pequeña huella humana en la antigua mesa llena de polvo? Y, sobre todo, ¿quién diablos colocaba esas frágiles figuras de cristal con forma de niños en su ventana? Quería irse cuanto antes, pero su madre lo consideraba un simple juego de niños. Por ello, cuando ésta se fue a trabajar una mañana, nos ocultamos cerca de la casa para vigilarla, ya que algún extraño podía provocar los insólitos hechos…

Dejaré que el final de esta historia lo descubráis al adentraros en el misterioso libro Los niños de cristal, cuya autora es Kristina Ohlsson. A mi parecer, resulta muy excitante gracias a las pequeñas dosis de suspense que la escritora introduce en cada capítulo. Creo que trabaja con temas muy delicados, como la muerte, los espectros y hechos paranormales, y una enfermedad tan dura de afrontar como la “osteogénesis imperfecta” sufrida por niños. Este hecho hace que la historia sea muy profunda, de ahí que me haya sentido dentro de la trama, junto a la protagonista, siendo su amiga.

Por último, cabe mencionar que, cuando todo aparenta estar sellado al fin… ¿Por qué sigue balanceándose la lámpara del salón?

 

El tesoro del barco fantasma

Autor: Antonio Castro Cabezas
Curso: 1º ESO
IES Ategua, Castro del Río (Córdoba)

Mi libro favorito es El tesoro del barco fantasma del autor Alfredo Gómez Cerdá porque cuenta la historia de dos amigos, Nico y Marga, los cuales son invitados a Lisboa en unas vacaciones escolares para pasarlas con sus amigos Firmito y su hermano mayor, Damiao.

Cuando van a la dirección a la que sus amigos le dicen que se encontrarán, allí ven sólo a un hombre que les da un papel donde esta otra dirección a la que deben ir. Cuando llegan, no hay nadie, lo único que encuentran es otro papel con otra dirección. A partir de ahí, Nico y Marga emprenden una gran aventura en la cual buscan a Firmito y a su hermano que se ha metido en un gran lío por hacer la búsqueda de un gran tesoro. ¿Lo encontrarán? ¿Qué cosas les suceden en busca de cada dirección?…

 

After

Autora: Gloria Muñoz Priego
Curso: 2ºESO-C
IES Ategua, Castro del Río (Córdoba)

A veces, el inicio de las cosas es lo más complicado, pero, a la vez, lo más simple. Lo más fácil es dejarse llevar a lo largo de la vida, de las historias, de los problemas, de los buenos momentos… Pero siempre haciendo lo que nos dicta el corazón. Aunque tampoco es del todo fácil, ya que, a lo largo de todos estos asuntos se presentan problemas, pero con nuestro corazón y nuestra cabeza, de una manera u otra, tarde o temprano, hacemos las cosas tal y como las sentimos. Y digo esto, porque no siempre pensamos lo que hacemos y no siempre hacemos lo que pensamos, queremos o debemos.

Cuando comencé la lectura de esta historia, sabía que no era adecuada para mi edad, no era adecuada para una chica de 13 años, pero posiblemente sí para mi forma de pensar y de ver las cosas; por esa razón digo que no siempre pensamos lo que hacemos y no siempre hacemos lo que debemos, ya que nadie es perfecto, todos tenemos curiosidades y nos arriesgamos a hacer cosas que no debemos, ya sean insignificantes o importantes. Por todo esto que he dicho me encanta esta historia, porque es lo que me transmite y es mi forma de pensar. Tessa era una chica con una vida prácticamente perfecta y un futuro muy bien planeado; ella era joven, inteligente, tenía a su correctísima madre y a su correctísimo novio, notas brillantes e iba a ir a la universidad que deseaba, más bien que deseaba su madre. Pero el inicio de sus estudios en la universidad son el comienzo de su verdadera vida, de su libertad y el momento de experimentar cosas nuevas y ser ella misma.

Un chico/a de 13 años cualquiera, vería esta historia tan simple como amor, sexo y cosas que pasan en la vida (problemas de todo tipo, errores, momentos buenos, etc.), incluso posiblemente no se les haría de su agrado la historia de amor que llegan a tener Tessa y Hardin. Pero la lectura de cualquier libro va más allá del papel y lo que hay escrito en él, va hasta nuestra imaginación, nuestra forma de pensar, de expresarnos y de ver el mundo, es decir, cada uno ve esta y todas las historias a su manera, desde su punto de vista e imaginación, pero yo, en esta historia, no valoro solo el amor, el sexo, las cosas que ocurren o la historia de amor que tienen Tessa y Hardin, sino cómo una persona con las ideas tan claras, puede hacer cosas que nunca habría imaginado, por amor, por experimentar cosas nuevas en la vida, por explorar nuevas sensaciones y sentimientos, todo por simple curiosidad. Algo que parece tan simple como la curiosidad, pero que en esta vida todo está lleno de ella; como cosas tan insignificantes o simplemente nuevas de la vida pueden hacer que cambiemos la vista de todo, que queramos ser de otra manera o que nos demos cuenta de tantas cosas que creíamos que eran parte de nuestra realidad aunque no lo fueran.

No obstante, por probar cosas nuevas, ya sean adecuadas o no, no nos convierte en peores ni mejores personas, ni tampoco en personas diferentes, no podemos dejarnos llevar por lo que quiere o espera la gente de uno mismo, porque como bien dice la palabra «uno mismo» se trata de ser quienes somos, de hacer lo que cada uno quiere y no lo que los demás esperen de ti.

Tessa sin darse cuenta hacía lo que su madre y su novio esperaban de ella y no lo que ella de verdad quería. Hardin llegó a su vida y la revolucionó por completo, ni para bien, ni para mal, sim-plemente ella se dio cuenta de lo que quería en realidad, que era experimentar cosas nuevas y sobre todo ser ella misma.

Todo esto no es ni un cuarto de lo que ocurre en la historia, pero no se trata de resumir, sino de contar nuestra experiencia, lo que nos ha marcado, y lo que nos ha transmitido, darnos cuenta de que no siempre el inicio de algo es fácil, pero si te dejas llevar por lo que sientes todo ocurrirá y a la vez ocurrirá de todo y que los finales no son tan importantes, porque para eso tenemos nuestra imaginación.

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