Kika superbruja y el libro de hechizos

Autora: Carmen Gil y Gil
Curso: 2º ESO – C
IES Castillo de Matrera, Villamartín (Cádiz)

PERSONAJES

Kika: Es la protagonista de esta historia porque posee el mágico libro de hechizos.

Dani: Es su hermano pequeño. Un niño muy curioso y a veces un plasta; a pesar de todo, lo adora.

Mónica: Es la mejor amiga de Kika.

Andrés: Es el chico más guapo de su clase; por eso, ella se hace la interesante cuando lo ve.

Carlos: Es experto en informática y un buen compañero siempre dispuesto a echar una mano.

Héctor: Es el guardián del libro de hechizos. Un dragón pequeño, gordinflón y de torpe vuelo.

Elviruja: Es una bruja hábil, muy vieja y distraída.

Jerónimo: Es un tipo infantil, malvado y bobo. Él domina un par de trucos de magia y le gusta asustar a los niños, puesto que no los soporta y está obsesionado con el libro de hechizos.

Serafín: Es el ayudante de Jerónimo, convertido en perro por un descuido.

 

RESUMEN

En un bosque tenebroso donde vive Elviruja con Héctor en un viejo barco de madera, aparece una bella joven perdida en el bosque junto a su perro: un malhumorado Carolingio. Elviruja se ilusiona al tener una visita y la invita a tomar té. Sin embargo, el hermoso rostro que ve es tan solo Jerónimo transformado, con la intención de apoderarse de su valioso libro de magia.

Gracias al pequeño dragón, que se dio cuenta de lo que sucedía, Jerónimo vuelve a fracasar en su intento de apoderarse del libro y sin él no puede llevar a cabo su maléfico plan: construir una máquina para dominar el mundo. Héctor se siente muy feliz. Elviruja, en cambio, no se alegra tanto, pues ella ya es demasiado mayor y distraída para combatir los ataques del malvado Jerónimo, así que envía a Héctor por los diferentes países y épocas en busca de una sucesora.

Tras llegar a la casa de la protagonista, Héctor destruye su maqueta en uno de sus desastrosos y escandalosos aterrizajes, pero pasa desapercibido porque lo confunden con uno de los innumerables peluches de su desesperante hermano.

Kika halla debajo de su cama un extraño libro que nunca había visto. Sus páginas contenían símbolos desconocidos, pero algunos textos los entiende y los lee sin darse cuenta de lo que pasa hasta que, de pronto, descubre una manada de monos salvajes. Desesperada piensa en darles leche y plátanos para calmarlos. Al abrir la puerta del frigorífico se queda pasmada cuando aparece ante sus ojos el pequeño Héctor cubierto por una fina capa de hielo.

Kika cada vez está más confusa de lo que sucede y Héctor le responde a sus numerosas preguntas. La charla termina al escuchar ruidos procedentes de su cuarto. Ambos suben al dormitorio para que los monos se esfumen, pero, como consecuencia, aparece un rebaño de cabritillos. Había formulado incorrectamente el hechizo.

Al día siguiente, en la clase de matemáticas el caos se desata. Kika produce la inundación de su aula al murmurar un hechizo para aprobar el examen. Por supuesto, Héctor se enfada bastante y se empeña en explicarle que con esos penosos hechizos jamás podrá ser la sucesora de Elviruja. Kika intenta demostrar que está a la altura de una auténtica bruja durante su “periodo de prueba” mientras que Jerónimo, deseoso de controlar el mundo, vuelve a la carga con Serafín.

El malvado no tarda en averiguar cuál es la casa de la nueva bruja, así que trepa por el canalón hasta una ventana, en la cual aún hay luz. Al verla con su madre, piensa que Kika no podía ser la nueva bruja ya que es una niña. De todos modos a él eso no le importa, solo quiere el libro que, aunque lo acababa de ver en una estantería, no consigue cogerlo porque ella cierra la ventana al oír ruidos.

La madre de Kika se lleva el libro de hechizos a la librería, creyendo que era uno de sus artículos. Poco después Jerónimo no da crédito al ver el precioso y valioso ejemplar que tanto ansiaba en el escaparate de una librería. Por eso, no tarda en transformarse en un guapísimo y musculoso hombre con la idea de llevarse el libro gratis. En ese momento, Kika entra dispuesta a recuperar el libro en vano. Pero por lo menos, Héctor descubre la polvorienta casucha medio en ruinas situada en frente de una vieja fábrica, que el mago alquiló para llevar a cabo sus perversos planes, donde luego ambos entrarían con la idea de recuperar el libro. Mientras Dani se quedaba fuera vigilando, Kika sigilosamente busca el libro por todas partes, y a pesar de que es un lugar amplio, a la niña no le cuesta el más mínimo esfuerzo encontrarlo. Había escuchado la disputa entre Jerónimo y Serafín, que era quien debería vigilar el libro en vez de comer.

Todo iba como la seda hasta que oyen los pasos del perro aproximándose. No había escapatoria por lo que hizo un hechizo, con el cual la casa empieza a cambiar de forma continuamente. Héctor sale volando por una ventana. Kika trata de escapar con el libro por las escaleras mientras Jerónimo y Serafín atrapan a Daniel con el fin de que esta aceptara darles el libro. Y así fue, la aprendiza de bruja aceptó devolvérselo a cambio de su hermano.

De camino a casa, se le ocurre avisar a sus amigos: Andrés, Mónica y Carlos para ponerlos al tanto de la situación y conseguir ayuda. Regresan al casucho descubriendo que el libro es el corazón de un enorme artefacto con la función de hipnotizar a todas las personas del mundo a través de la televisión. Los chicos destruyen la máquina de Jerónimo al conectarla con la Nintendo.

Jerónimo, suficientemente harto, corre para atrapar el libro, pero el dragón en un rápido movimiento se lo arrebata de las manos. Jerónimo, que no quería que Kika tuviera el libro, se transforma en halcón inútilmente puesto que ya lo tenía.

Por sorpresa, Elviruja aparece de la nada para darle la enhorabuena pues ha superado el periodo de prueba al demostrar que su amor hacia su hermanito es más importante que lo demás, aunque sin dejar de luchar por el libro.

Héctor, con lágrimas en los ojos, regresa con Elviruja dejando a la pequeña con el libro en sus manos, mientras ésta lo mira esperanzada en volver a ver a su amigo algún día para vivir otra fantástica aventura.

 

CONCLUSIÓN

Este libro que leí hace tiempo, cuando tenía alrededor de 8 años, enseguida me llamó la atención. La joven superbruja protagonista, aunque parece una niña corriente, no lo es. En realidad, Kika se sumergió en un mundo de brujería una mañana al encontrar debajo de su cama un fantástico libro de hechizos. Ella ha ocultado su existencia a todo el mundo por si acaso. Por poco la niña destroza su dormitorio e inunda su escuela al formular los loquísimos trucos que contienen. Pero gracias al libro vive sorprendentes aventuras junto a su mejor amigo Héctor.

Me encantó la historia no sólo porque es bonita y entretenida. Además posee mucho humor y ternura, ya que los personajes derrochan frescura, especialmente Kika con su simpatía, inquietud e inteligencia; sin embargo, la mayoría de las situaciones cómicas del cuento provienen del simpático dragón.

Desde mi punto de vista esta historia está destinada al lector infantil, defiende ideas positivas, sobre todo en torno al trabajo en equipo y a la valentía, reflejando un conjunto de buenos consejos y enseñanzas para los más pequeños.

Gracias a Kika y a sus amigos que muestran el valor de la amistad, la necesidad de perdonar y rectificar cuando la situación lo requiere.