El niño con el pijama de rayas

Autora: Isabel López Pérez
Curso: 2º ESO-B
IES El Fuerte, Caniles (Granada)

Este libro llegó a mis padres como regalo que nos hizo mi tío en reconocimiento al apoyo que le habíamos dado en unos momentos difíciles que pasó.

Para una niña de trece años es difícil comprender las cosas que han pasado en la historia del mundo, pero son relatos como el que narra este libro y la ayuda de algún que otro adulto los que me han permitido entender los horrores que los hombres han hecho pasar al ser humano.

Bruno, el protagonista de la historia, nos cuenta cómo en ocasiones la vida puede volverse contra nosotros.

Bruno y su familia vivían en Berlín y, por decisiones de los jefes de su padre, su familia se vio obligada a trasladarse a un pueblo. Al principio Bruno no quería irse ni tener que despedirse de sus tres mejores amigos, pero tuvo que hacer lo que sus padres decían. En el pueblo todo le sorprendió mucho, todo era diferente del modo de vida de Berlín. La nueva casa era una vivienda aislada y la gente que trabajaba allí estaba muy delgada y todos eran muy callados. Bruno y su hermana no se llevaban muy bien, discutían mucho y él pensaba que ella se podría haber quedado en Berlín, pero en el fondo se querían.

Un día, estando en la habitación de su hermana, vieron por la ventana una multitud de hombres de distintas edades y niños que vestían con uniformes a rayas. Se encontraban más allá del bosque que le gustaba explorar a Bruno.

En una de sus siguientes expediciones llegó a un lugar donde había una valla de alambre de espino y al otro lado se hallaban todas esas personas que un día había visto desde la ventana de la habitación de su hermana. Cerca de él se encontraba un niño con un uniforme a rayas y bastante sucio. Al principio le costó mucho mantener una relación con él, pero después de varios encuentros en ese lugar comenzaron a tener una amistad.

El niño se llamaba Shmuel y estaba muy desnutrido, por lo que Bruno en cada una de sus visitas al lugar le llevaba comida, a escondidas de sus padres. Bruno le preguntaba a Shmuel por el lugar donde vivía, pero este no sabía qué responderle. Le contaba que en ocasiones mucha gente de la que allí vivía se iba de viaje y no la veían más. Shmuel vivía en ese lugar con su padre y, uno de los días que quedaron para verse en la verja, Shmuel le contó a Bruno que no encontraba a su padre y estaba preocupado. Varios días después volvieron a encontrarse y Shmuel le comunicó a Bruno que su padre seguía sin aparecer, por lo que Bruno se ofreció para ayudarle en su búsqueda y planificaron cómo Bruno podría entrar en ese lugar. Shmuel trajo un traje a rayas como el que él llevaba, hicieron un agujero en la valla. Bruno se cambió de ropa y comenzaron a buscar a su padre.

Entraron en un barracón donde los guardias los cogieron junto a otras personas y los llevaron a un lugar que, según Shmuel, era para ducharse. Nunca volvieron a salir. Murieron en ese lugar. Los padres de Bruno y los guardias lo buscaron por todos sitios, hasta que se dieron cuenta de lo que había ocurrido. La familia de Bruno se rompió y su padre se quedó solo en ese lugar, como director del campo de concentración.

En esta historia vamos aprendiendo cómo la amistad está por encima de todas las guerras. La amistad no entiende de religiones ni de clases sociales y Bruno, aunque presentía y temía que allí pasaba algo peligroso, puso la amistad de Shmuel por encima de todo, incluso de su vida. Por esto me ha encantado y me ha hecho sentir grandes emociones. Sin duda alguna, os lo recomiendo.

Y además, quiero decir que me alegro mucho de haber leído un libro como este junto con mi familia porque ha despertado algo nuevo en mí.

 

Finis Mundi

Autora: Elena Roberta Negoita
Curso: 2º ESO-B
IES El Fuerte, Caniles (Granada)

Dicen que «nada sucede por casualidad» y tampoco lo fue que esta “reliquia” llegara a mis manos. Un día antes de irme de viaje por Navidad a Rumanía, mi país natal, mi profesor de lengua y literatura castellana me recomendó que leyera esta obra, me prestó el libro y me pidió que le diese después mi opinión.

Una vez emprendí mi viaje, también abrí las puertas de un mundo lleno de travesías por la Europa medieval. Cuanto más avanzaba, más quería perderme entre las maravillosas palabras de Laura Gallego. La gran nevada que a principios de año cayó en mi país fue una silenciosa y perfecta aliada en los días de mi apasionada lectura.

Finis Mundi cuenta la historia de un monje adolescente que, tras haber huido de las garras de unos incendiarios húngaros junto con un valioso códice manuscrito, se siente obligado, por su secreto conocimiento, a emprender su propio viaje con la esperanza de poder evitar la llegada del Apocalipsis para el género humano. Es el año 997. El extraño códice que ha copiado en latín profetiza el fin del mundo en el año mil. Para su suerte, un juglar algo cínico y aventurero, decide acompañarlo, con su perro fiero y fiel, en su descabellada búsqueda de los tres ejes del tiempo.

Durante el transcurso del viaje que debe realizar por varias ciudades europeas, Michel (el monje) conocerá la amistad incondicional, pero también se irá dando cuenta de que el mundo no es de color de rosa o un cuento de hadas, sino más bien un lugar que algunos hacen cruel y despiadado. Sus fuerzas para seguir viajando a veces disminuyen, pero no su determinación por salvar nuestro mundo.

A esta extraña aventura se unen otros famosos juglares y Lucía, una aspirante a juglaresa, que a pesar de los límites que en esa época se imponían a las mujeres, pudo convencer a los artistas ambulantes para llegar a ser, por mérito propio, una de ellos.

Descubrimos diversos lugares en los que Michel, a pesar de su juventud, gracias a la ayuda de sus amigos juglares, experimentados y astutos, se va defendiendo de los planes malvados de los miembros de una cofradía que sigue su rastro y que desea el conocimiento y el poder en el fin de los tiempos. El joven monje, que había vivido encerrado en un convento, podía comunicarse con todos los hombres cultos de Francia, Alemania, España e Inglaterra y leer en las bibliotecas de lejanos monasterios, gracias a su conocimiento del latín, y así irá recabando la información para hallar los ejes del tiempo.

Tras Aquisgrán (en La Germania), donde debe hallar la tumba de Carlomagno, y después de una temporada en Santiago de Compostela, la trama conducirá a los personajes hasta el Círculo de los Druidas (Stonehenge), a punto de llegar el año mil, cuando Michel, con el presentimiento de que aún hay esperanza para la humanidad, tras reunir los maravillosos ejes, verá sucederse en su mente multitud de sucesos que ocurren a los seres humanos en el pasado, en el presente y en el futuro, muchos de ellos terriblemente destructivos, otros…

Tendrá que decidir, en un momento angustioso, si da su vida a cambió de mil años más para los hombres. Un alma joven debe entregarse a la muerte por una causa y un mundo que en adelante puede seguir igual o puede progresar. Laura Gallego nos muestra, desde el inicio, la inseguridad y el miedo que Michel sintió al verse de pronto fuera de los muros de su monasterio, pero también cómo su determinación es más grande que sus propios miedos y cómo su fe en la humanidad le llevará a darlo todo.

Por eso y por muchas cosas más Finis Mundi es un libro fascinante y también espectacularmente humano que se queda en algún lugar de tu mente porque su lectura te hace sentir en todo momento parte de la historia. Animo a que lean este libro a los lectores amantes de las aventuras y curiosos por aprender.

 

Campos de fresas

Autora: Sonia Sánchez García
Curso: 2º ESO-B
IES El Fuerte, Caniles (Granada)

Campos de fresas es un libro que jamás hubiera llegado a pensar que conocería. Sin embargo, gracias a mi profesor de lengua, llegó a mis manos esta novela corta. Al verlo por primera vez pensé que me aburriría, pero me equivoqué. En cuanto leí el primer capítulo me enamoré de la lectura y continué leyendo, hasta que observé la hora… ¡Eran casi las doce de la noche!

El libro de Jordi Sierra y Fabra me ha demostrado lo que puede a llegar a pasar si no se tiene algo de preocupación cuando nos estamos divirtiendo en una fiesta. Y me ha enseñado que cuando se quiere y ama de verdad a una amiga, familiar o pareja se pueden llegar a hacer cosas que nunca pensaste que harías.

En esta historia no solo existe el problema de nuestra protagonista, Luciana, cuando entra en coma por tomar una droga que lo que hace es darte “más energía” para estar toda la noche de fiesta, sino que también existe el dilema de su buena amiga Loreto, una chica que tenía un gran pavor a la obesidad, por lo que decide buscar una solución en internet: vomitar lo que comiera. Eso hace que Loreto se vuelva bulímica. Y así hasta que se entera de lo que le ocurre a Luciana. Es entonces cuando decidirá luchar para dejar de vomitar, lo que consigue con un gran esfuerzo al borde del abismo ante la muerte.

El problema de Loreto me enseña que no hay que tomar medidas extremas que te pueden hacer un gran daño física y psicológicamente, sino que hay otras formas de combatir tus fobias ya sean la oscuridad, las arañas, la obesidad, etc.

El último miedo que he mencionado, en mi opinión, se debe a que en nuestra sociedad mucha gente, sobre todo jóvenes, tiene obsesiones de ser perfecta: mujeres delgadas con una cintura, caderas y bustos perfectos, y chicos también delgados y con una buena forma física trabajada durante horas en un gimnasio. Por esta mentalidad se aparta y desprecia a las personas que no sean Don o Doña Perfecta y se les llama y trata de una forma cruel y burlesca que a estos narcisistas además les divierte, sin saber lo que se siente al estar en el lugar de la persona menospreciada. Por eso muchos adolescentes, por miedo a ser el blanco de estas burlas, no pueden ser ellos mismos y tienen que fingir ser otra persona.

Creo que me he salido un poco del tema principal, pero, en resumen, lo que quiero expresar es que este personaje me ha enseñado que no debo nunca tener miedo a los pensamientos inconscientes de otros.

En la historia me ha llamado mucho la atención, en el terreno en que combate nuestra mente, que las personas en estado de coma, aunque no puedan moverse ni hablar, pueden sentir y escuchar cuando le tocan y le hablan. Es un mundo sorprendente y misterioso el de nuestra mente.

Cuando leía las primeras páginas pensaba que el personaje con quien tenía más en común era Norma, la hermana menor de Luciana, ya que, al igual que ella, yo he llegado a imaginar muchas veces que si mi hermana no estuviera podría ser más libre y podría hacer lo mismo que ella. Pero lo que experimenta Norma me hizo reflexionar: no debía tener esos pensamientos egocéntricos, sino pensar más bien que mi hermana tuvo que pasar lo mismo que yo cuando tenía mi edad.

Cuando terminé de leer la historia comprendí que la intención de Jordi Sierra i Fabra era mostrarnos cómo un simple descuido puede causarnos tanto daño, psicológico y físico. Recomiendo este libro a todos los que les encanta leer y a los que no, pero sobre todo a aquellos que hayan sufrido situaciones graves en sí mismos o en personas cercanas.

Agradezco a mi profesor de lengua la recomendación y sobre todo a Jordi Sierra I Fabra por crear esta maravillosa obra que me ha enseñado tanto: cosas que pueden suceder y jamás pasaron por mi mente y que, si de verdad quiero o amo a alguien, debo apoyarle y ayudarle en todo lo que pueda. Descubrí que amo leer a los once años. Ahora tengo trece y he aprendido muchas cosas con los libros leídos durante estos años. Y seguiré leyendo por mucho tiempo mientras haya libros en los que pueda descubrir vivencias y sentimientos que sé que me podrán llegar a ayudar en los momentos en que los necesite, al igual que Campos de fresas me ayuda, con el ejemplo de Luciana, animándome a seguir y no rendirme si quiero conseguir lo que quiera y poder ser feliz.

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