Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar

Autora: María Rosa Carrillo Segura
Curso: 1º ESO C
IES Juan Goytisolo, Carboneras (Almería)

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar es un libro bastante interesante. Me resultó muy curioso que la gaviota Kengah confiase la vida del huevo, que había puesto justo antes de morir, al gato Zorbas. Éste, casi sin darse cuenta, al prometerle no comérselo, cuidarlo y enseñarle a volar cuando saliera el polluelo del huevo, se hizo responsable de él. Después de prometerle todo eso, Kengah, ahogada y agotada por el alquitrán al que había sido expuesta, murió. Más tarde, Zorbas se hace cargo de su huevo con la ayuda de sus amigos Secretario, Sabelotodo, Barlovento y Colonello. Todo se complica en el momento en el que el huevo eclosiona y nace el polluelo, tienen que buscar qué darle de comer y protegerle de los peligros que le acechan. Lo que menos me gustó fue cuando estuvo a punto de ser atacado por las ratas. Además, debían esconderlo de los humanos, pues, si lo veían, se lo podría llevar y no volverlo a ver nunca más. Luego todo parece ir bien; Zorbas descubre que es una pollita y la llama Afortunada, pues no le preguntó a su madre su nombre para poder ponérselo así.

Afortunada crece rápidamente, pero pronto Zorbas y sus amigos se dan cuenta de que desea volar, a pesar de que ella dice que quiere ser un gato. Al principio no saben cómo enseñarle y la pobre gaviota se siente peor cada vez que no lo consigue. ¡Qué tragedia! Pero entonces, el gato se da cuenta de que necesitan ayuda y decide hablar con un humano, aunque fuera tabú para cualquier gato. Pidió permiso para hacerlo y los gatos, después de mucho pensarlo, se lo permitieron. Zorbas eligió al poeta. Ese día, por la noche, estaba lloviendo, pero consiguió encontrarlo y contarle la historia de Afortunada. El poeta tenía la solución: en un poema sobre las gaviotas de Bernardo Atxaga que había leído se hablaba de que a estas criaturas les encantaba la lluvia, que justamente estaba aconteciendo. Así que la llevaron al tejado de la iglesia del pueblo; el nombre de este era Hamburgo; allí la gaviota consiguió su sueño de volar y se despidió de Zorbas con mucho cariño.

Por último, he de decir que una de las razones más importantes por las que he elegido este libro es porque habla sobre perseguir tus sueños y nunca creer que son imposibles. En eso yo estoy totalmente de acuerdo. Es un gran lema para la vida.

Otra razón por la que lo he elegido es porque en la portada del libro, debajo del título, pone “Una novela para jóvenes de 8 a 88 años”, lo que me produce mucha gracia y a la vez me hace reflexionar sobre el hecho de que, tengas la edad que tengas, y aunque por fuera te veas mayor, interiormente puedes tener el corazón de un niño, lleno de alegría, energía y ganas de divertirse.

Y para terminar, añadir que este libro se lo recomendaría a cualquier niño o niña de mi edad (yo tengo 12 años), pues me parece muy educativo e interesante.

Síguenos y comparte en redes sociales: