El niño con el pijama de rayas

Autor: José Antonio Alférez Moro    
Curso: 2ºESO-A
IES El Sauce, La Carlota (Córdoba)

El libro trata de un campo de concentración, en Auschwitz. Narra la historia de un niño alemán, Bruno, que no consigue darse cuenta de los incomprensibles horrores de los nazis, él llega a creer que su padre está realizando una buena causa con las personas que viven al otro lado de la valla, aunque no comprende el sentido de esta, y le es extraño lo que sucede al otro lado, por ejemplo todos van vestidos con pijamas, aun así se hace amigo de Sahmuel un niño judío al cual visita cada día llevándole alimentos y dándole compañía. Un día Bruno con intención de ayudar a su amigo Sahmuel pasa  al otro lado de la valla y dentro se da cuenta que allí no sucede lo que él se imaginaba (que era un bonito lugar donde muchos niños juegan y hay familias felices en cada cabaña).

El final se aconseja leer.

Al principio el libro es más bien aburrido debido a que narra básicamente una presentación del niño y su familia, aun así la forma de contar la historia es alucinante, consiguiendo engancharte cada vez más y haciendo que la lectura sea muy rápida y amena.

Como en todos los libros el final no debe ser desvelado pero lo que está claro es que este es muy impactante ya que tiene mucha carga sentimental.

Debemos reflexionar “que pasaría si el daño que hacemos a los demás nos lo hicieran a nosotros, pues es injusto que haya personas que sufran por culpa de la ambición de otras”.

Aunque la similitud con esta historia sucedió hace ya algunas décadas tenemos que tener claro que todavía hay sitios del mundo donde existen vallas como esta del libro y que por culpa de algunos, hay personas que sufren e incluso mueren.

Con esta reflexión intentemos ser mejores personas para que el mundo sea más solidario y humanitario, respetando siempre a nuestros semejantes, sin importarnos su raza, religión, o condición social.

Y por último, esperemos no encontrarnos nunca frente a una de esas vallas, ni por delante ni por detrás, porque si eso sucediera alguna vez, significaría que los humanos no hemos hecho nada por cambiar.

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