Don Quijote de la Mancha

 

Autor: Jaime Boza Gálvez
Curso: 1º ESO-­A
IES Sierra del Agua. Guadalcanal (Sevilla)

 

Me regalaron de chico por mi cumpleaños una adaptación de Don Quijote de la Mancha. Yo tenía ocho años, pero desde ese día le vi algo a ese libro que me hacía sonreír. Disfrutaba con la historia de un caballero de la Mancha que tenía sus añitos  ya y a un escudero, Sancho Panza. Eran muy graciosos los dos personajes.

Don Quijote, cuyo nombre verdadero era Alonso Quijano, era el que veía a los molinos como gigantes. Con Sancho Panza y con su burrito Rucio me lo pasaba muy bien. Parecía que estaba yo encima del borrico y que era el escudero de don Quijote y que algún día sería tan alto como él. A mí con ocho años me apasionaban los caballos y tenía un poney tan bueno y tan elegante trotando como Rocinante, un gran caballo.

Cuando acabé de leer ese libro adaptado para niños de mi edad, e incluso más chicos, yo le decía a mi madre que quería otro libro de Don Quijote y que me gustaría que algunos de mis familiares vivieran lo que yo había vivido con ese libro porque ahora en la actualidad me gusta muy poco leer, pero cuando leo no quiero parar de leer y ese  libro para mí es uno de los que más me ha gustado de mi infancia.
 
 
 

Fray Perico y su borrico

 

Autora: Desireé Moreno Espínola
Curso: 1º ESO-A
IES Sierra del Agua. Guadalcanal (Sevilla)

 

El libro de Fray Perico y su borrico, de Juan Muñoz Martín, me lo regalaron cuando estaba en 5º. Me lo leí en clase cuando tenía once años. Me gustó mucho porque era muy gracioso. Realmente, los primeros capítulos parecían un poco aburridos, pero el capítulo quinto me encantó.

Veinte frailes vivían en Salamanca en un convento. Cabeza Rapada y Barba muy blanca eran muy graciosos. Caminaban uno detrás de otro por el claustro.

Decían muchas barbaridades, sobre todo Fray Cucufate, al que le gustaba mucho el chocolate. Era muy simpático y no le dejaban vivir tranquilo, los demás frailes hacían lo que fuera para que no comiera chocolate.

El personaje más divertido es Fray Perico. Te ríes mucho con él. Se pasaba todo el día comiendo.

Se lo recomiendo a todas las personas a las que les gusten los libros de humor.

¡Les gustará!

 

¿Dónde está el Sr. Spock?

 

Autora: Ana Carmona Cordobés
Curso: 1º ESO-B
IES Sierra del Agua. Guadalcanal (Sevilla)

 

Uno de los libros que más me ha gustado se titula ¿Dónde está el Sr. Spock? Me lo leí en mi primer año en el instituto, me animó mucho a leer.

Yo me imaginaba allí con Miguel, Alicia, el Bola, el Sapo, etc., viviendo aventuras con ellos. También te reías con las cosas de Anita la hermana de Miguel.

Me lo pasé muy bien leyéndolo, y por eso me gustaría que sacaran la segunda parte. Ha influido en mi vida.

Cuando mi profesora de Lengua me dio el libro pensé que no me gustaría, pero cada vez que leía un capítulo, casi no era capaz de parar de leer, cada vez me gustaba más. Yo veía a mis compañeros y compañeras leer con mucho entusiasmo y disfrutamos mucho mientras lo leíamos.

 

 

Las Crónicas de Narnia

 

Autora: Ana Fernández Cabeza
Curso: 2º ESO-B
IES Sierra del Agua, Guadalcanal (Sevilla)

 

Clive Staples Lewis, mejor dicho, Jack, como le llamaban sus amigos, era un chico peculiar. No era bueno en los estudios, pero sabía datos muy interesantes como: cuál era el origen de un ave fénix o con cuántos años morían las hadas. A Jack le encantaba la ficción y la mitología, pero no prestaba mucha atención en clase, así que sus padres lo mandaron con su tío, que era un viejo militar y excatedrático de Derecho. Este vivía en una mansión, era un solitario con mucha experiencia; su añorada esposa había muerto hacía ya muchos años. Le gustaba leer, pero desde que ella había desaparecido, la biblioteca de la mansión acumulaba polvo.

Llegó el día en que Jack tuvo que ir a la casa del viejo tío Tom. El joven estaba nervioso, se iba a ir al hogar del gruñón tío Tom. Cuando estaba llegando en el viejo coche de su padre, Jack distinguió entre los bosques de chopos y abedules una casa blanca. El camino era largo pero a la vez bonito. Cada dos o tres chopos había una estatua de un señor muy antigua con pose señorial. Cuando llegaron no se lo podía creer, ¡la casita era una mansión! En el patio delantero había una rotonda con una fuente en el centro más grande que su habitación. Había patos y monedas en el fondo. Unos metros más allá se encontraba un estanque con un puente, lleno de carpas japonesas. Al otro lado, un prado enorme con unos establos y caballos pastando. Todo esto estaba rodeado por chopos dorados y plateados.

Cuando Jack entró en la casa vio una silla de ruedas muy antigua, de madera. En ella había sentada una persona muy encorvada con un álbum entre las manos. La madre de Jack se dirigió al anciano y le dijo algo al oído. Jack se extrañó. Cuando llegó al salón se dirigió a él y le dijo que se llamaba Jack. El viejo tío Tom le miró de forma sarcástica y dirigiéndose a su sobrina dijo:

-¿Este es el niño del que tan poco sé con el que me voy a quedar estos meses?

Su sobrina le miró con cara de culpabilidad, apartó la mirada de vergüenza. Pasados los minutos de tensión su sobrina Florence Hamilton interrumpió el silencio cortante con un sonoro “Adiós”. Seguidamente se fueron en el coche y el chico se quedó contemplando la enorme chimenea, en su interior las ascuas producían un calor muy placentero. El viejo Tom miraba las ascuas. De repente dijo que su dormitorio estaba en la planta superior a la derecha. Jack subió y se encontró con un pasillo interminable y polvoriento. Intentaba encontrar su cuarto, pero había muchísimas habitaciones. Llegó al final del pasillo y se encontró una puerta marrón con un dibujo azul. Efectivamente, a la derecha estaba su cuarto: una cama polvorienta y un baúl. Dejó la maleta en el suelo, cerró la puerta y se asomó a la enorme ventana. Veía cómo el crepúsculo avanzaba cubriendo el gran cielo azul.

Bajó a cenar. El tío Tom le dijo que llegaba tarde y que se quedaba sin cenar. Jack subió a su habitación pensativo, sin esperanzas de poder aguantar un día más en esa casa. Cruzó el pasillo de nuevo y se encontró con esa misteriosa puerta con el símbolo azul. Le entró curiosidad y fue a ver el baúl que había en el cuarto. Encontró otro cofre con una llave de cristal y un colgajo de oro con el mismo símbolo que el de la puerta. Corrió a la puerta con el símbolo azul. Metió la llave y la giró. De repente la puerta se iluminó y se abrió sola. Ante los ojos de Jack apareció un innumerable número de estanterías con toda clase de libros. Pero una estantería le llamó en especial la atención. Una dorada con un candado de oro y cristal. Dentro había un libro blanco con el mismo símbolo que el de la puerta y el de la llave. Jack cogió la llave y la metió en la frágil cerradura de cristal y oro. La cerradura se abrió y cayó al suelo, pero no se rompió. Jack abrió la vitrina y cogió el libro. No tenía título.

Escuchó subir al tío Tom por las escaleras y rápidamente cogió el candado y cerró la vitrina. Corrió por la biblioteca hasta la puerta. El tío Tom estaba ya al llegar. Cerró la puerta de la biblioteca, corrió a su cuarto y cerró la puerta. Metió la llave en el baúl, puso el libro debajo de la almohada y se hizo el dormido. El tío Tom se presentó en su cuarto y le dijo que mañana desayunarían a las ocho y media, que fuese puntual. El tío salió del cuarto dejando tras de sí un leve olor a colonia añeja. Seguidamente, el muchacho cogió el libro de debajo de la almohada y empezó a leer. En la portada estaba el símbolo misterioso.

En la primera página encontró un título en letras doradas y con muchos detalles. El título era: Las crónicas de Narnia. A Jack le interesó mucho. Empezó a leer. En los primeros capítulos estaba emocionado al ver cómo Lucy y sus tres hermanos habían pasado del armario al país de Narnia. Lucy era una chica que tenía tres hermanos y que un día estuvieron jugando al escondite. Ella se encontró un armario lleno de abrigos y  luego, caminando, se encontró a un sátiro. Este la guió por el país de Narnia. Lucy regresó a la casa donde estaban jugando al escondite y se llevó a sus hermanos a Narnia.

A partir de aquí pasarían muchas cosas, pero para que Jack lo supiese tendría que leerse el libro; no sería difícil, ya que estaba fascinado con el libro. Leía entusiasmado. Se asustaba a veces, se emocionaba otras tantas. Cambió la perspectiva de su vida al leer cada renglón del libro, cada página, cada capítulo. Estaba llegando al final del libro, cuando Aslan, el león, se iba a ir por mucho tiempo. Jack no quería que el libro terminase. Era tan especial para él, tan interesante, tan fantástico que se metía en ese mundo a través de la lectura y no quería salir de él.

Poco a poco la habitación se fue iluminando por los primeros rayos del alba. Cuando se quiso dar cuenta eran las ocho y cuarto. Tenía que vestirse y bajar rápido si no quería quedarse sin comer otra vez. Bajó; allí estaba el tío Tom, sombrío y cabizbajo. Jack le dio los buenos días al tío Tom. Este levantó un poco la cabeza pesadamente y le dijo que había sido puntual y que podría desayunar. Más tarde le mandó unas tareas para hacer durante el día. Pasado el día Jack corrió a su cama, cogió el libro y lo terminó de leer.

Al cerrar el libro vio cómo un león, una bruja y un armario salieron del símbolo azul. Segundos más tarde, aparecieron Lucy y sus tres hermanos y algunos personajes más. Jack se asustó y empezó a preguntar que cómo habían salido los personajes del libro. Ellos contestaron que la imaginación es el mayor poder que se tiene. Esa noche Jack pasó muchas aventuras con los personajes del libro.

A la mañana siguiente Jack se levantó de la cama sobresaltado por un ruiseñor que se había posado en una rama de un chopo que tenía frente a su ventana. Se vistió y bajó corriendo al comedor. A partir de esa noche Jack siguió soñando con los personajes tan maravillosos de Las crónicas de Narnia, el tío Tom fue mas simpático e hicieron la biblioteca patrimonio histórico de su país.

 

 

El regalo del duende

 

Autora: Luna Delgado Cabeza
Curso: 1º ESO-A
IES Sierra del Agua. Guadalcanal (Sevilla)

 

El día de mi cumpleaños mi madre me regaló un libro. Al principio no me hizo nada de gracia, pero cuando empecé a leerlo me encantó, me enseñó lo fuerte que es la familia y lo bonito que es compartir. Se titulaba: El regalo del duende.

En él se contaba la historia de una familia muy pobre, solo trabajaba un miembro de la familia, porque un señor mayor estaba enfermo. La señora mayor estaba ciega y su hija quería tener un hijo. El hombre trabajador era un pobre leñador que estaba trabajando en el bosque cuando de repente vio a un águila sobrevolando encima de él, pero el ave no lo quería molestar, sí a un pobre ratoncillo que corría cerca, pero en realidad no era un ratón, era un pobre duende.

Gracias al leñador el duende no murió, porque el ave se lo quería comer, por eso, el duende agradecido le concedió un deseo, como el leñador estaba muy confuso sobre qué hacía con él, el duende le dejó pensarlo.

El final es sorprendente. Realmente, su autora Tanya Robyn Patt acierta con el desenlace que le da, porque te enseña a compartir y a vivir en armonía con tu familia. No os lo voy a contar porque me encantaría que todo el mundo lo leyese y que aprendiera a compartir y a saber lo que es una familia fuerte y unida y para que nuestras familias representen esto.

 

La soledad del caballo sin jinete

 

Autora: Alicia Veloso Cantero
Curso: 2º ESO­-A
IES Sierra del Agua. Guadalcanal (Sevilla)

 

Una mañana por la calle fría y sola a las 8.00 iba para el instituto, pero antes tenía que recoger a Amalia y a María.

Estábamos muy cansadas ya que era lunes y el domingo por la noche nos habíamos acostado un poco tarde. María y yo, que estamos en la misma clase, pensamos  durante todo el camino qué libro nos iba a tocar en el trimestre para leer. Las dos estábamos impacientes.

Tocó la sirena y entramos en clase, teníamos Sociales, fue una mañana muy larga.  Por fin ya era la hora, teníamos Lengua. Celia, nuestra profesora, entró por la puerta y nos sentamos rápidamente en nuestros sitios. Empezó a repartir los libros. Apenas nos gustó, la portada era fea y no parecía interesante. Comentamos cosas sobre la portada del libro, ¡parecía tan aburrida! Celia nos mandó a leer hasta la página diez.

Cuando llegué a casa, empecé a leer el libro, seguía siendo aburrido, pero cuando  acababa una página y empezaba otra era cada vez más interesante. Miré la portada  del libro, se titulaba ‘La soledad del caballo sin jinete’, su autor: Carlos Puerto.

Al día siguiente Celia nos dejó quince minutos para leer. El libro era fascinante,  trataba sobre una gitana, una gitana bellísima llamada Estrella con cabello negro y piel morena.

Ella había ido a Madrid a investigar sobre la muerte de su hermano. Mientras,  trabajaba cuidando a una anciana, Soledad.

En Madrid se enamoró de un apuesto chico rubio ucraniano con ojos azules, Andrei.

Me acabé el libro al cabo de quince días. ¡Tenía un final precioso!

A mí esta historia de Carlos Puerto me ha impactado, ya que trata sobre un tema que  me gusta, de intriga, investigación y amor; es muy  bonito. Sería realmente fantástico que más gente lo leyera.

 

 

Jonás tiene una hermanita nueva

 

Autora: Silvia Chaves González
Curso: 1º ESO­-B
IES Sierra del Agua. Guadalcanal (Sevilla)

 

Cuando tenía cinco años, mi tía, a la que le gusta mucho regalarme libros, me regaló uno por mi cumpleaños. Se titulaba Jonás tiene una hermanita nueva.

Trata de un chico que acostumbrado a estar solo durante cinco años un inesperado día sus padres le comunicaron que  iba  a  tener  una  hermanita. Desde aquel día a Jonás todo le olía a bebé. También desde ese día tuvo un gran miedo a tenerse que quedar una noche con su  tía Emily. Pues, según él, era una mujer alta, gorda, fea y  con una gran nariz puntiaguda. Pero ese temible día llegó.

Fue por la noche, y sus padres con todo preparado intentaron con mucho silencio  llamar a la tía Emily, pero Jonás se despertó, pues desde el día en que le comunicaron  la noticia no dormía tranquilo y a la mínima se despertaba. Tuvo que estar dos días con su tía Emily. Por fin llegaron sus padres y entonces es cuando Jonás no soportaba el olor a bebé. Tenía que estar muy atento a su hermanita, porque era muy traviesa.

Este libro me ha gustado mucho porque me identifico con Jonás, aunque algunas  veces también con su hermanita. Además, cada vez que iba leyendo me iba imaginando dentro del libro. Aunque no sé por qué, pues yo soy la pequeña de mi casa.

 

 

Amanecer

 

Autor: Diego Ruiz Leaño
Curso: 2º ESO-­A
IES Sierra del Agua. Guadalcanal (Sevilla)

 

Estaba de vacaciones, me relajaba en la playa como todos los veranos, ya era algo común.

Yo había visto la película de Amanecer, me encantó fue la que más me gustó  de la saga. Un día fui al paseo marítimo donde había una tienda de las que eran portátiles,  vendían libros y me puse a mirar detenidamente.

Había libros que la verdad parecían interesantes pero vi el de Amanecer, yo llevaba 20 euros y el libro costaba 19’90 euros. También había libros bastante llamativos, pero me acordé de que dicen que los libros que tratan de películas son mucho mejores que las películas que hacen así que me decanté por ese libro.

Al día siguiente lo vi en la mesita de noche, no tenía mucho afán por leerlo, la verdad, porque todo el mundo sabe que las ganas de leer se te quitan y eso que ya son pocas o ningunas cuando estamos en vacaciones, pero, bueno, me propuse leerlo. Eran las seis y empecé a leer. Al principio como que me dejó con mal sabor de boca, estuve a punto de dejarlo pero seguí leyéndolo, cada vez me metía más y más en el libro me imaginaba cómo era. Bella, la protagonista, se convirtió en vampiresa, era muy guapa. Edward, su novio, la enseñó a cazar y a controlar su sed de sangre humana y solo comer sangre de animales. Bella y Edward tenían una hija que era mitad humana  mitad vampiresa, algo inusual para mí y seguramente para todo el mundo, me gustó.

Seguí leyendo y ¡puf!, la hija tenía poderes, algo que ya me había gustado en la película, pero que me encantó con la incertidumbre con que se contaba en el libro.

Los Vulturis eliminaron a todos los niños, para que así no los delatasen por su  existencia. Aquellos se enteraron de la niña, lo que no sabían es que era mitad  humana. Para mí, aquí empezó lo bueno, se puso muy interesante, y seguí leyendo.  Los Vulturis se dirigieron a la caza de la niña, que estaba al margen de todo.

La parte final me intrigaba y eso que ya había visto la película, y más o menos sabía lo que iba a pasar.

Le recomiendo la novela a la gente a la que le gusten los libros románticos, de ficción y de acción.

¡Es un libro que vale la pena!

 

 

El gran cambio

 

Autor: Eduardo Serna Gallego
Curso: 2º ESO-A
IES Sierra del Agua. Guadalcanal (Sevilla)

 

Un día Mark llegó a clase, se sentó en su silla y se dispuso a “aburrirse” (como él le llamaba a las clases). Era la primera hora y notó que ese día sería distinto de los demás. Tocaba Lengua y el profesor, como siempre, llegó muy puntual. Se sentaron todos en sus respectivas sillas y dijo el profesor:

—Hoy tengo una buena noticia. Os daré un libro nuevo.

Todos los alumnos se desilusionaron, excepto El Gafas, el empollón de la clase, que era un pelota. El profesor repartió los libros, Mark lo miró con cara de asco y lo guardó en su mochila.

Eran las cinco de la tarde, Mark se dispuso a hacer los deberes, pero al escribir el primer enunciado se cansó y los dejó. Estaba muy aburrido y no sabía qué hacer. Sacó de la mochila el libro para echarle un vistazo. Era muy peculiar: tenía un título largo La soledad del caballo sin jinete; la imagen del principio era la de unos hombres abrazándose; y también se fijó en que era un libro bastante grande, tenía 218 páginas.

Después de un rato lo cogió y se puso a leer. Trataba de una persona mayor, llamada Soledad, que había puesto un anuncio en el periódico diciendo que necesitaba a una chica que la ayudara en casa. Esa chica era Estrella, una gitana de un pueblo de Andalucía. Pero ella no venía por el trabajo, sino para encontrar al asesino de su hermano Julián. Este era un bailaor que había ido a Madrid a triunfar, pero un energúmeno le había arrebatado la vida.

Mark empezó a encontrar el libro interesante, cosa que nunca le había pasado, y siguió leyendo…

Estrella descubrió que su hermano trabajaba en un bar gay llamado Tadzio;  que bailaba en una academia ”Casa Patas”; y que vivía en la posada de una mujer.

Un día Estrella fue al teatro a ver una obra del compositor preferido de Soledad, Shostakovich. En el teatro conoció a un chico ucraniano llamado Andrei, que posteriormente sería su novio.

Soledad le enseñó a Estrella una cajita y le dijo que en ella guardaba recuerdos de su juventud. También le contó que ella tuvo un hermano que había emigrado a Francia y que posteriormente había sido encerrado en un campo de concentración. Allí, un día, había enfermado y un compañero gitano se había ofrecido a cambiarle el puesto. El compañero murió ese mismo día por un disparo mientras trabajaba.

Estrella fue al Rastro con Andrei y no encontró una llave para una caja de Soldedad, pero tuvo la mala suerte de conocer a un chico neonazi.

Un día, Estrella se fue con Andrei a dar un paseo y, al volver, se encontró a Soledad inconsciente y la llevaron al hospital. A partir de ahí la anciana estuvo mucho tiempo ingresada. Al día siguiente Estrella se encontró la llave en casa de Soledad y fue a llevársela al hospital. La mujer le enseñó todos sus recuerdos, se desmayó y se la llevaron a la UVI. Después, se fue a casa de Soledad y vio en las noticias que habían arrestado al chico que conoció en el Rastro y se dio cuenta de quién podía haber matado a su hermano. Estrella le pidió a Soledad un tiempo de vacaciones para irse con Andrei a su pueblo para ver qué decían sus padres…

Mark  no se lo creía, ¡se había leído un libro! Y lo mejor era que la experiencia que habían vivido esa mujer y esa chica era única, aprendió a perdonar y a no guardar rencor a los demás. ¡Le había encantado!

 

 

Sumergida en la lectura de ‘Brumas de octubre’

 

Autora: Amalia Guerrero Aguza
Curso: 2º ESO­-B
IES Sierra del Agua. Guadalcanal (Sevilla)

 

Era un día normal, como cualquier otro, a primera hora teníamos Lengua. Empezamos la clase con un poco de Gramática, unas reglas de la g y la j… Nos mandaron algunos ejercicios y, mientras tanto, Elena repartía unos libros que traía la profesora. La portada no atraía mucho, la verdad, pero ya se dice que no hay que juzgar un libro por su portada. Al llegar a casa comenté a mis padres y hermanos lo del libro y también mi diez en Lengua… Se pusieron muy contentos. Llegó la hora de hacer deberes, me dirigí hacia mi despacho y abrí aquel libro. No sé qué tenía que me encantaba. Empezaba refiriéndose al primer día de instituto que ya sabemos que nos da un poco de miedo, profesores nuevos, alumnos nuevos…

El Rojo, Leticia, Verónica, Couselo, Simón… acompañaban a Miguel, nuestro protagonista, en su primer año de instituto. Miguel había tenido que cambiar de ciudad y dejar atrás amigos de toda la vida. El Rojo, repetidor, ayudaba a todos. Miguel se iba desenvolviendo hasta llegar al punto de enamorarse locamente de Leticia.

Me enganché completamente a aquel libro, solo quería leer y leer. Al día siguiente me levanté un poco más temprano para seguir leyendo. El libro comprendía tan bien a los adolescentes que me encantaba. Una etapa de la vida muy difícil, aunque una en la que se aprende más. Todos estamos en esa situación… cosas que pasan solo para aprender y no tropezar dos veces con la misma piedra. Abrí el libro y me dispuse a leer.

1º A y 1º F tuvieron una de esas charlas que nos dan un poco de vergüenza. Al finalizar, el Rojo sintió mariposas en el estómago, se dio cuenta de que le gustaba Verónica. Mientras tanto a Miguel se le ocurre pinchar las ruedas de la moto del nuevo novio de Leticia, esto le traería graves problemas…

18 de diciembre, en concreto, 8:07 de la mañana, voy corriendo hacía el instituto, no voy a llegar…Siempre con las prisas. Lengua a primera hora, buena noticia, 20 minutos de lectura, me viene muy bien para acabar de leer el libro. Cada vez que leo me doy cuenta de que Brumas de octubre de Lola Gándara es “Mi libro preferido”.

Miguel sufre una gran paliza, llega bastante herido a casa. Hora de recoger las notas… ¡Qué nervios!, si aprueban  tendrán un verano de esos que nunca se olvidan, con tardes de piscina, noches de verano, calor… pero, en cambio, como les queden algunas tendrán que estudiar y no podrán disfrutar del verano. Simón monta una fiesta para dar  entrada al verano. Parece que a Miguel le va muy bien con Leticia, suben a la terraza y… se besan.

Grupos de estudiantes que afrontan todas las cosas del curso: los suspensos y las reacciones de los padres, los amores y los desamores… Un libro lleno de vida de los adolescentes y que nos gustaría leer.

 

 

No juzgues un libro por la portada

 

Autora: Inmaculada Trancoso Gallego
Curso: 2º ESO-A
IES Sierra del Agua. Guadalcanal (Sevilla)

 

En diciembre, cuando estaba en segundo de ESO ya con ganas de que fueran las vacaciones de Navidad, llegué a clase y teníamos Lengua, un lunes, a segunda hora, después de Sociales, y encima, María, la profesora de Lengua, nos tenía preparado un libro para que lo leyésemos en las navidades y entregarlo en febrero. El libro se titulaba La Soledad del Caballo sin jinete del madrileño Carlos Puerto. Le dije a una amiga mía que el libro no me gustaría porque tenía una portada muy fea y el título no me llenaba como para leerlo con atención. Total, que estábamos en la biblioteca y la profesora nos mandó a leer las cuatro primeras hojas del primer capítulo. Esas primeras hojas trataban de un asesinato que había sucedido en 1977 y me entró intriga, ya que me gustaría ser de mayor Policía o investigadora de casos de crímenes.

En la historia se contaba que tres muchachos, el 24 de enero de 1977, fueron al bufete de unos abogados, a las 10:30 cuando ya estaba cerrado. El 2 de enero de 2007 Soledad estaba en su casa recordando aquel día trágico para su vida hasta que el sonido del timbre llegó hasta sus oídos y se sobresaltó. Era Estrella, a la que le había pedido que fuera a ayudarla a principios de año en la casa con las tareas del hogar, sería interna. Estrella necesitaba ese trabajo porque tenía que descubrir quién había sido o quiénes habían sido los que habían apuñalado a su hermano. En varios días se enteró de que había un concierto de Shostakovich, un compositor muy especial para Soledad y le propuso ir. La anciana no pudo asistir y en el concierto Estrella se enamoró de un chico ucraniano llamado Andrei. Él la ayudó a investigar sobre lo que le había pasado a su hermano, pero no consiguieron nada. Soledad necesitaba una llave para una caja y Estrella y Andrei fueron a buscarla al Rastro. Después del trágico 24 de enero, Soledad enfermó y se fue con Estrella al hospital a urgencias, pero después de unos días…

Cuando iba leyendo por más de la mitad tenía muchísimas ganas de llegar al final, ya que me entraba mucha intriga por saber lo que pasaba y cómo terminaba la historia.

Este libro me ha gustado muchísimo, pero me hubiese encantado que fuese un poquito más largo y contara un poco más sobre qué pasaría con Estrella y Andrei. En fin, ¡tendré que imaginármelo!

Se lo recomiendo a quienes les guste investigar y tener aventuras en sus vidas. Cuando lo estaba leyendo me hizo sentir como si estuviera ayudando a Estrella en todo momento y además me ha ayudado a orientarme sobre lo que quiero ser de mayor.

¡Hay que leerlo! ¡Es chulísimo!

 

 

Como desees

 

Autora: María del Mar Ugía Acosta
Curso: 2º ESO-A
IES Sierra del Agua. Guadalcanal (Sevilla)

Un día como otro cualquiera, en verano, Rocío estaba jugando con su hermano al pillar en el cortijo de su campo, con tan mala suerte que se cayó y se rompió el tobillo. Estuvo en el hospital y le pusieron una escayola para dos semanas. ¡Dos semanas sin piscina y sobre todo sin poder salir! A Rocío se le vino el mundo encima. Un día su madre, al verla tan aburrida le dejó un libro en la mesita y ella leyó el título: Como desees. Bueno, por probar… Rocío empezó a leer…

Una chica de Madrid cuyos padres estaban separados tenía que ir a pasar el verano a un pequeño pueblo de Valencia, donde recientemente había ocurrido un asesinato. No solo eso era lo que le quitaba las ganas de ir, sino también por su desagradable hermanastro dos años mayor que ella. Fue en tren hasta Valencia y allí la recogería su padre, sin embargo, en vez de él, fue Niko. La recibió con un abrazo, dos helados y sus ojazos verdes, pero aún así era desagradable. De camino al pueblo, el coche se les paró frente a un bosque y llamaron al padre, pero en el bosque se escucharon unos gritos seguidos de un disparo. Entonces se metieron en el coche corriendo. A los dos días en el Ayuntamiento apareció una pancarta que ponía: “Tú será la siguiente». NiKo y Emma temieron por los hechos y empezaron a ir a todos lados juntos por lo cual se iban cogiendo cada vez un poquito más de cariño. Un inspector llamado José investigaba el caso sobre las chicas asesinadas y desaparecidas y al hermano de José, Luis, le empezó a gustar Emma. En el 18 cumpleaños de Luis intentó besarla, pero ella se negó y decidió irse a casa. Minutos después de haber salido del edificio escuchó ruidos de sirenas de ambulancia, de policía, bomberos y gritos de personas pidiendo auxilio. El edificio estaba ardiendo en llamas y Niko se encontraba dentro. Ella fue revisando entre los heridos a ver si Niko se encontraba allí. En ese momento se dio cuenta de que estaba enamorada. En cuanto sacaron a Niko del edificio, Emma se abrazó a él y no lo soltó. Cuando llegaron a su casa cada uno se fue reflexionando a sus habitaciones. Emma entró en la suya, esta había sido asaltada por el asesino de las chicas y encontró el mismo cartel. Niko le ofreció su habitación, pero ella se acostó en la de su hermanastra menor. Mientras intentaba dormir pensó mucho en por qué Niko siempre le respondía a todo “Como desees”… A la mañana siguiente sus padres salieron al parque con la hermana pequeña y Niko se quedó solo con Emma. Estuvieron viendo una película en la que el protagonista le decía a la princesa: “Como desees” para decirle que la quería. Emma se dio cuenta, pero justo antes de decírselo a Niko su madre llamó diciendo que la pequeña había desaparecido. Niko, Emma y algunos amigos salieron en busca de la chica y se dividieron en varias patrullas. A Emma le tocó con el detective José, su hermano Luis,  y algunos chicos más. Ella sintió como si le pegaran un palo en la cabeza y de repente despertó. Vio la cara del asesino. El asesino era…

Rocío no paraba de leer el libro y ya hacía cerca de una semana que le habían quitado la escayola. Se fue tranquilamente a leer un poco cerca de la piscina, con tan mala suerte que su hermano pequeño le pegó un susto y su libro fue al fondo de esta. Nunca más podría saber quién era el asesino de las chicas.

 

 

Momomanía

 

Autor: Alberto Carlos Martín Gallego
Curso: 2º ESO-B
IES Sierra del Agua. Guadalcanal (Sevilla)

 

Ya era última hora cuando nuestra profesora de Lengua nos mandó un ejercicio. Al terminarlo, nos enseñó una hoja. Esta era sobre un concurso, que me llamó la atención. Bueno, bueno, me dejo de rollos. Me acordé del libro de Momo, de Michael Ende, que habíamos leído en clase.

Momo es una chica de unos doce años, era huérfana. Un día, un barrendero se la encontró en un hueco de un anfiteatro. Entre todo el barrio le construyeron una casa en una cámara del anfiteatro. Ella tiene una cualidad: escuchar de verdad. Cuando le hablabas, te sentías muy bien.

He aprendido de este libro que los amigos de verdad nunca te fallan. La protagonista se tiene que enfrentar a los hombres grises. Estos no son «personas reales» ¡Se alimentan de tiempo! Por eso, Momo tiene que convencer a sus amigos de que son malos (Las personas son manipuladas por ellos para que ahorren tiempo y ellos se puedan alimentar). Momo conoció al maestro «Hora Minuto Segundo». Tenía una tortuga llamada Casiopea la cual podía mostrar frases en su caparazón. El maestro Hora fue el que le enseñó los verdaderos planes de los hombres grises a Momo y le contó también por qué había mandado a Casiopea para salvarla. Era porque tenía la capacidad de ver treinta minutos antes en el tiempo). Momo con mucha valentía se enfrentó a los hombres grises, venciéndolos, pudo recuperar a sus amigos de las garras de esos malvados seres.

Realmente, este libro me ha hecho reflexionar, porque te enseña a valorar más a los amigos.

 

 

Diario de Greg

 

Autor: Alejandro Montero Gallego
Curso: 1º ESO-B
IES Sierra del Agua. Guadalcanal (Sevilla)

 

Cuando era más pequeño me leí mi primer Diario de Greg, influyó muchísimo en mi vida. A veces, por la noche, soñaba que era el protagonista de esta larga historia y buenas tardes que me dio y me sigue dando, con esas tardes tan “gregorianas” que me doy.

Por las noches me imaginaba que mis mejores amigos Antonio, Rubén, Víctor y yo teníamos aventuras con Greg.

Un día soñé que unos chicos que nos insultaban nos los encontramos y hablamos con ellos, aunque no sirvió para nada, porque al día siguiente seguían insultándonos. Al día siguiente Greg comentó que el que ríe el último, ríe mejor y dijo que nos lo había dicho para que nosotros hiciéramos algo. Consistía en poner un cubo con plumas y pegamento encima de la puerta para que cuando entraran se les cayera encima y fueran todo el día como pollos. Lo que pasó es que en vez de entrar los chicos entró ni más ni menos que el Sr. Autonolfo Rodríguez que era el director. A Antonio, a mí y a los dos chicos nos pusieron un parte por pelearnos en el recreo. Al día siguiente el director nos buscó a mis amigos, a Greg y a mí para ponernos otro parte por lo del cubo y dejarnos un mes sin recreo.

 

 

Bubu

 

Autor: Alberto Omenac Zújar
Curso: 2º ESO­-B
IES Sierra del Agua. Guadalcanal (Sevilla)

 

Un día estaba en mi casa aburrido. Yo tenía 10 años. No sabía qué hacer. Entonces dando vueltas vi un libro que veía de vez en cuando, pero no le echaba cuenta. Aquel día pensé cogerlo y en cuanto lo vi se me fueron los ojos. ¡Era fantástico!

El libro se titulaba Bubu. Este era un chico muy vergonzoso que nunca hablaba. Era guapo, pero no tenía amigos porque todos le insultaban, le pegaban, etc. Entonces un día vio a una chica guapísima que se dirigía hacia él, que lloraba porque unos chicos le habían vuelto a pegar. La chica, Mati, comenzó a hablar con él. Bubu comenzó a contarle qué era lo que le pasaba. Eso a Mati le preocupó mucho.

Al día siguiente quedaron para ir al colegio. Iban juntos a todos lados. Mati le enseñó a Bubu a no ser vergonzoso y que si venían otra vez a pegarle, que él hablara y se defendiera. ¡Y así fue! Ninguno de los chicos volvió a pegarle.

Ambos se querían, aunque ninguno se lo decía al otro. En el último día de clase se dieron un beso sin querer en el recreo. Ese “piquito” se prolongó y se hicieron novios. Pasado un tiempo se casan y tienen un hijo al que enseñan a no ser vergonzoso.

La historia me encantó y a mi primo también, porque el verano pasado cuando lo vi me pidió el libro. Él dice que también le gustó mucho. Cuando me dé el libro, lo guardaré por si me lo vuelvo a leer.

 

 

Memorias de Idhún

 

Autor: Germán Rivero Borrachero
Curso: 1º ESO-B
IES Sierra del Agua. Guadalcanal (Sevilla)

 

Cuando tenía once años me leí el libro de Memorias de Idhún, de Laura Gallego, es el que más me ha gustado, porque cuando lo leía me imaginaba que yo era el protagonista y que estaba en la escena.

El libro trata de un chico al que le cambió la vida en un instante y junto a sus amigos intentarían vencer las fuerzas del rey Ashran, que quería conquistar el mundo de Idhún.

Gracias al libro aprendí que la vida te puede dar un giro en cualquier momento.

Mi madre fue la que me aficionó a la lectura y mi padre a este tipo de libros.

El protagonista, Jack, me gustaba por su forma de ser y por su carácter. Siempre quería lograr sus objetivos y su enemigo Kirtash le pondría las cosas difíciles.

Al cabo de unos días me di cuenta de que actuaba como Jack, pero cuando me percaté ya casi tenía leído el libro, así que me compré el segundo, que también trataba de la rivalidad entre Jack y Kirtash. Aquel se dio cuenta de que Kirtash fue quien había asesinado a su familia, así que intentaba acabar con él.

El libro me cambió la vida en los estudios y las notas de la asignatura de Lengua empezaron a subir como las nubes.

La historia empezó con la búsqueda de un amigo de Jack durante cinco años de su vida, pero después empezó a entrar en el argumento del primero lo cual me encantó porque el libro trataba de eso.

Mis amigos en el colegio se dedicaban a las consolas, ordenadores…, pero yo siempre iba a casa a hacer una cosa: sentarme a leer el libro.

Ya terminando el segundo decidí comprarme el tercero, que trataba de la lucha de la Resistencia hacia los shek que eran unas criaturas parecidas a las serpientes, pero con alas. Jack se dio cuenta de que Kirtash era una de estas criaturas y al cabo del tiempo también  notó que él era un dragón en el interior.

Cuando ya sabía que estaba acabando la novela, decidí aplicarle más horas a la lectura con lo que ese libro solo me acompañó durante dos semanas. La trilogía me enseñó que también te puedes divertir con la lectura y con esto termina la historia de mi mejor libro.

 

 

Brumas de octubre

 

Autora: Carmen Sánchez Ruiz
Curso: 2º ESO-B
IES Sierra del Agua. Guadalcanal (Sevilla)

 

Cuando tenía nueve años mi familia me regaló un libro que me gustó mucho. Se titulaba Brumas de Octubre.

A mí me gusta mucho leer. Siempre, cuando acabo mis tareas, leo.

Ese día no era uno como otro cualquiera, ¡era mi cumpleaños! Mi madre por la mañana me dijo que me iba a regalar un libro que me sorprendería. Yo siempre había deseado tener Brumas de Octubre, pero pensé que era muy caro; si lo quería lo tenía que comprar con mis ahorros. En el colegio estuve pensando en qué libro sería el que me iban a regalar, pero no se me ocurría ninguno. Al finalizar las clases, salí corriendo hasta llegar a mi casa. Cuando entré, había muchos regalos para mí y de mucho valor. Uno era el libro Brumas de Octubre. Sin embargo, fue el que más ilusión me hizo. Esa misma tarde me lo leí entero. Me llamó mucho la atención porque era una etapa de la vida que los jóvenes estamos viviendo.

El libro trataba de un joven llamado Miguel. Empieza el curso de primero de BUP. El chico se integra muy pronto y tiene una pandilla. Su mejor amigo se llama Jesús Álvarez “El Rojo”. Juntos conocen a Verónica, Leticia, Simón, Couselo, El Menudo, la Bollito, Fran, etc. Unidos afrontan las peripecias del curso: los suspensos, las escapadas para tomar el sol en la playa, etc.

Algo que me llamó mucho la atención de este libro fue cómo todos afrontaban los problemas juntos.

El personaje que más me gustó fue Simón. Tenía algo que ninguno de sus demás compañeros tenía, pero vivía como los demás. Estaba en silla de ruedas.

Otra cosa que también me atrajo fue la forma de hablar de los adolescentes.

Me habían hablado muy bien de este libro, pero nunca pensé que me iba a gustar tanto.

Se lo recomiendo a las personas a las que les guste leer como a mí.

Este es: ¡Mi libro preferido!

 

 

El pirata Garrapata

 

Autor: Ángel Martín Omenac
Curso:  1º de ESO-B
IES Sierra del Agua. Guadalcanal (Sevilla)

 

Mi libro preferido me lo leí a los doce años y se titulaba El pirata Garrapata. Era un libro de aventuras y me hacía sentir fuerte y aventurero. Trataba de un pirata feroz y gruñón, que eligieron para dirigir un barco pirata. Me imaginaba en una isla desierta, luchando para ganar un gran cofre de oro y conquistar la isla. Me lo leí en una gran etapa de mi vida, fue el primer año que entré en el instituto y el pirata y su amigo, Carafoca, me hacían más fuerte para afrontar ese cambio. Ellos eran perseguidos por todo el país, por todos los delitos que hacían. Tenían una gran tripulación, todos estaban a su servicio. Yo imaginaba que todos los personajes dependían de mí, si yo seguía leyendo cambiaría su vida, fue una de las cosas de más emoción del libro. En un episodio la tripulación se adentró en un barco que estaba lleno de fantasmas. Tenían a su servicio un gran robot que acababa con todos los piratas. Pensaba que el robot era mi guardián y conquistábamos todo el universo: países, mares, océanos…

Cuando Garrapata decía: “¡Cien grados a estribor!”, repetía Carafoca: “¡Cien gramos de jamón!” Era muy divertido porque transformaba frases normales, en otras muy divertidas.

Otra gran cosa que me llamó la atención en este libro, es que Garrapata en realidad no había matado a nadie, le decía a la gente: “¡Hoy os tenéis que hacer el muerto tres veces!” Y después le decían: “¿Cómo he hecho el muerto hoy?”, y él respondía: “Te has tirado antes de tiempo”. Me sorprendió, porque en realidad Garrapata era una buena persona, incapaz de hacer nada a nadie.

Durante todo el libro, Garrapata, intentaba enamorar a un bella dama llamada Floripondia, era un poco gracioso, porque le decía todas las cosas bonitas, hasta que un día la bella dama lo aceptó como novio. Ellos eran perseguidos por todo el país, un día, cuando el hambre apretaba, se encontraron a los barcos ingleses luchando contra los franceses, y ellos, por su patria, lucharon y ganaron esa gran batalla. Me encantó esa parte, porque a partir de eso fueron unos héroes para todo el país.

Me ha encantado el libro, pero me hubiera gustado que continuara un poco más, para ver cómo triunfaban en el país. Se lo recomiendo a las personas a las que les gustan las aventuras y tienen gran pasión por leer.

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