Colegio Cristo Rey (Sevilla) 2020

Harry Potter

Autor: Álvaro Embeita Gómez
Curso: 2º ESO
Centro: Colegio Cristo Rey (Sevilla)

Yo soy fan de Harry Potter, de hecho, pocos libros por no decir ninguno, me han enganchado tanto como esta saga, que por cierto, la conocí gracias a la insistencia de mi primo Manuel, que fue el que me creó este “gusanillo”.

No dejo de reconocer que al principio tenía mis prejuicios, pensaba que era una historia para “niños pequeños” con “varitas de juguetes”…

Tengo claro que me equivocaba.

Cuando me sumerjo en una de sus historias no puedo parar de pensar en ella día y noche.

Deseando pasar al siguiente capítulo.

Si tuviera que elegir un libro preferido sobre los otros, elegiría Harry Potter y las reliquias de la muerte.

En este libro Harry Potter cumple la mayoría de edad, por lo que la protección mágica se pierde. Luego de que Lord Voldemort intentara emboscarlos, los tres protagonistas se refugian en La Madriguera, donde reciben la herencia que les dejo Albus Dumbledore: una snitch, el desiluminador, un libro de cuentos escrito en runas y la espada de Godric Gryffindor.

Harry, Ron y Hermione tenían que conseguir destruir todos los Horrocrux para destruir a Lord Voldemort, el que asesinó a Severus Snape creyendo que la varita de Saúco que es la más poderosa solo le obedecía a él.

El libro finaliza con un epílogo, en el que cuenta la historia de los protagonistas diecinueve años después de la Batalla de Hogwarts, ambientada en el andén nueve y tres cuartos de la estación King´s Cross, cuando uno de los hijos de Harry Potter sube al Expreso de Hogwarts para asistir a su primer año escolar.

Para mi gusto tiene todo sus momentos medidos perfectamente con fantasía, temor, nostalgia… e incluso humor, en definitiva un libro que se vive desde el minuto uno.

Hasta siempre Harry Potter.

Los diez negritos

Autora: Marta Gutiérrez-Ravé Flores
Curso: 2º ESO
Centro: Colegio Cristo Rey (Sevilla)

Los diez negritos es un libro escrito por Agatha Christie, que leí hace poco tiempo, y que empecé como muchos de otros libros suyos, sabiendo que el asesino nunca va a ser el que esperes o más indicios vayan contra él, y es una habilidad que con el tiempo he ido adquiriendo, el poder conocer el culpable sin dificultad y donde con el transcurso de la novela, podía cada vez saborear más quien era el perspicaz culpable, que se escondía tras la sombra de la increíble habilidad literaria de esta escritora.

Por lo tanto, mi  mente no era capaz de discernir la identidad del asesino, tanto lo oculto  Agatha C. que tuvo que hacer una sinopsis donde se puede comprender todo mejor, el transcurso de la historia y si no has adivinado al homicida como me pasó a mí, saberlo.

Llegar a conocer al asesino parece sencillo 10 personas, una sola casa y una historia que de algún modo te tiene que mostrar la verdad, y donde cada vez que desaparece un personaje sientes saborear el final de tu intrépida búsqueda, pero de algún modo y como dijo Agatha C. ella quería hacer una novela difícil y donde no se supiera el culpable hasta el final, y lo consiguió, hizo un libro complicado y revoltoso, juega con tus pensamientos te lleva de un lado a otro siguiendo las pistas mientras que por otro ha colocado el siguiente rastro igualmente falso y hasta el final no conoces la verdad y no te deja seguir el camino correcto con el que comprendes todo.

Sin duda el juego con el poema que te muestra al comienzo y al final de cada asesinato es fantástico no se sabe cómo puede enlazar la historia con el próximo cantarín verso.

Todos posibles culpables de los continuos asesinatos que van a ir sucediendo, pero ninguno lo parece, siempre piensas que alguien tiene la culpa pero TODOS ocultan algo.

Me encanta del libro el rol de los personajes, son desconocidos entre ellos, cuando se ven por primera vez se juzgan sin saber que más adelante vivirían un infierno, y juntos tendrán que apoyarse mientras ven como la muerte se los lleva uno a uno; la canción de los diez negritos, el asesino, el miedo y secretos revelados les van quemando por dentro.

Hablemos de los secretos, casualmente o no tanto, todos los personajes son culpables de un crimen, un crimen del que nunca habían sido juzgados antes y donde nuestro asesino toma la libertad de castigarlos por sus medios, y a mi parecer, hace una crítica metafórica de la injusticia de las leyes y los medios.

‘‘Un negrito quedó sólo;
se ahorcó y no quedó… ¡ninguno!’’

Por lo tanto volviendo al último párrafo, y a estos versos, uno piensa que quien se suicida es el asesino para no ser juzgado, pero no, el culpable juega con la mente de los distintos ‘‘negritos’’ de tal forma que los vuelve locos y se acaban creyendo su papel en la historia. Los engatusa con  recuerdos que tenían de sus crímenes bien guardados, los saca a la luz y con el último negrito juega más que con ninguno, es el más débil y nuestro asesino, magistralmente guionizado por Agatha C. resulta airoso.

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