El Libro que se sentía solo
Autor: César López Valdés
Curso: 1º ESO-B
IES Fuentebuena, Arroyo del Ojanco (Jaén)
Este libro trata sobre un libro que llegó nuevo a la biblioteca y estaba muy contento porque casi todos los niños que iban a la biblioteca se lo llevaban a su casa para leérselo. Cuando pasaron unos años lo pasaron a la estantería donde estaban los demás libro, porque ya era un poco viejo, peor todavía solían llevárselo algunos niños y el libro seguía siendo feliz. Siguieron pasando los años y el libro ya no salía de la biblioteca casi nunca porque ya era demasiado viejo, y el libro empezó a sentirse solo.
Una tarde un niño que lo cogió para leerlo en la biblioteca se lo dejó olvidado en el suelo debajo de una silla, al día siguiente una niña que se sentó en la silla al día siguiente se dio cuenta de que estaba allí debajo de una de las patas de la silla y lo cogió. La niña se lo llevó a su casa para leérselo y le prometió a su padre cuidarlo mucho. El libro cuando llegó a la casa de la niña se puso muy contento de nuevo, y el padre de la niña durante seis noches se lo estuvo leyendo, pero un día se le olvidó y lo dejó en la biblioteca. Al día siguiente ya no estaba pero en un mercadillo de libros lo vendían y la niña se lo llevó, y el libro volvió a estar feliz para siempre.
Recomendado…
Os recomiendo este libro porque a mi me gustó mucho y creo que a los niños que lo lean les va a gustar tanto como a mi y os va a entretener mucho, no te aburrirás cuando te estés leyendo este libro. Porque yo no soy de leerme muchos libros pero cuando empecé a leerme este me gustó mucho y no había quien me lo quitara de las manos. Yo me lo he leído ya como ocho veces porque la primera vez que me lo leí me encantó.
Me gustó porque…
Empaticé mucho con el libro y me di cuenta de que leer más no estaría nada mal. Y desde que me leí este libro leo mucho más que antes.
Dedico este libro a…
Para Alba y Raúl, a los que hecho mucho de menos.
Para Nerea, porque es mi niña.
Para Geneva, porque es mi “hermanita” y la quiero muchísimo.
Abdel
Autora: Olaya Llavero Serrano
Curso: 2º ESO-A
IES Fuentebuena, Arroyo del Ojanco (Jaén)
Muchos niños, adultos, mayores… piensan que la lectura es una afición que no sirve para nada. En cambio yo pienso y puedo afirmar por experiencia propia que leer es una maravilla. Es otro mundo diferente en el que te puedes identificar. Leyendo, aprendes a escribir sin faltas de ortografía, aumentas tu vocabulario y muchas cosas más, pero solo a las personas que de verdad les gusta leer, saben que un libro no son unas simples hojas con letras. La lectura es la historia de otra persona representada por escrito con un toque mágico y propio de cada autor.
A mí me ha costado mucho elegir un libro, pero tras varios días pensando, mi profesora nos mandó leernos un libro llamado Abdel. Cuando lo vi, no lo conocía. Tampoco había oído hablar de su autor, Enrique Páez. Me informé sobre él y me pareció bastante interesante y empecé a leerme el libro.
Abdel era un joven bereber muy interesado en los libros españoles. Su padre era Yasir Mulhabar, un hombre resentido por el gran dolor que le causó el asesinato de su mujer. Al sentirse muy triste y pobre en el Sahara decidieron mudarse a España, lo que para ellos parecía un país hospitalario y generoso. Al llegar ahí, no pensarían igual.
Viajaron en patera con más de 80 personas y al llegar al mar corrieron para evitar ser cogidos por la policía. Deambulaban por las calles de Marbella en busca de un trabajo con el que poder ganarse la vida.
Y así fue. Gracias a un hombre llamado Omar consiguieron casa y trabajo. Los jefes eran el señor Meléndez, un hombre inmenso y su compañero Vicente Planas un hombre tan delgado como su apellido indica. Abdel sospechaba de ellos hasta que un día logró descubrirlos, pero ya fue tarde.
Metieron a su padre en la cárcel, pero el logró escapar. Durante este tiempo vivió en cementerios, comió basura y demás, hasta que un día se hizo amigo de Alicia y Miguel, dos hermanos a los que salvó de un ladrón. Con ellos pudo tenderle una trampa a Planas y Meléndez.
A Abdel finalmente lo llevaron a un centro de acogida y aunque no veía mucho a su padre, tenía algo que los mantenía siempre unidos.
Aunque este libro este escrito por Enrique Páez, cuentan que lo escribió un verdadero Abdel que vivió todo esto.
Este libro me ha hecho reflexionar sobre mis actos de cada día porque nunca he pensado en cómo es la vida de ese tipo de personas. Ellas luchan cada día por un simple caldo o una medicina. Pero lo peor de estar personas, es la soledad que deben de sentir por dentro viendo que nadie los quiere ni los necesita.
También he podido conocer mejor la cultura bereber.
Quiero mandar un mensaje a todos los que leáis esto: Ser diferente no es un problema, es una virtud que no todos tienen y sobre todo hay que respetar a cada persona sea como sea.