El Señor de los Anillos
Autora: Nieves M. A.
Curso: 1º ESO
Centro: IES Sulayr, Pitres (Granada)
A mí siempre me ha gustado leer, pero siempre eran libros de no más de 300 páginas, aunque eso estaba a punto de cambiar.
Todo esto empezó el día del libro, yo quería comprar el libro de El Hobbit, de J.R.R Tolkien, porque la película me gustaba mucho.
Cuando me terminé El Hobbit, me di cuenta de que leerse un libro es internarse en un mundo lleno de magia, donde das rienda suelta a tu imaginación, mientras que ver una película, es algo pasajero.
En la edición que yo tenía del Señor De Los Anillos, los tres libros se unían en uno, porque en verdad, la historia se divide en partes.
Ya que había leído El Hobbit, qué mas que leerse el siguiente libro, pero la verdad es que me daba miedo mirar ese enorme monstruo de 1386 páginas.
Por mucho que me gustase esa historia, simplemente, no podía.
Pero sí que pude, porque cuando yo me propongo algo siempre lo consigo.
Bueno, ahora voy a contar de lo que trata el libro.
El Señor De Los Anillos cuenta la historia de Frodo un hobbit aventurero que hereda un anillo mágico, el cual debe destruir en el monte del destino. En su viaje, le acompañan Légolas, Gimli, Aragon, Gandalf, Boromir, Sam, Pippin y Merry. Mi personaje favorito es el elfo Légolas, sobre todo porque me gusta la manera que tienen los elfos de entender la naturaleza y de relacionarse y convivir con los demás seres vivos.
Muchos escritores después de J.R.R. Tolkien han intentado copiar su historia, pero desde luego, ninguno ha tenido éxito, ya que El Señor De Los Anillos es un relato único.
Tardé todo el verano en leerlo, pero mereció la pena, cuando lo acabé casi grité de la emoción, aunque me dio un poco de pena que se terminara.
–¿Y ahora que leo?, pensé
Fue muy difícil para mí escoger un libro después de leer El Señor De Los Anillos, pero tuve que conformarme.
Ahora soy una friki del señor de los anillos, colecciono figuras y merchandising de las películas.
Aunque esas cosas no me sirvan para nada, conservan la esencia de la historia y me recuerdan las maravillosas horas tumbada en el sofá, leyendo, con el cuerpo en un piso en el centro de Granada, pero con la mente viajando junto a Frodo por los campos de la Tierra Media, luchando contra orcos, cruzando montañas heladas y pasando por los maravillosos pueblos élficos