El niño del pijama de rayas
Nombre: Carmen Fernández Brea
Curso: 2º ESO A
Centro: IES Juan Goytisolo, Carboneras (Almería)
El niño del pijama de rayas es una novela que está inspirada en la época de la Segunda Guerra Mundial. Nos plantea la historia desde la perspectiva de Bruno, un niño berlinés de nueve años. Y nos cuenta su nueva experiencia al mudarse a Auschwitz por cuestiones laborales, ya que su padre, general nazi, ha sido ascendido para dirigir el campo de concentración de allí. Bruno desconoce por completo el trabajo de su padre y el quehacer que estaban haciendo allí, ya que nadie le contaba el motivo por el que se habían mudado.
El horror de esos años de contienda contado a través de Bruno te hace pensar en la inocencia de los niños, quienes frente a aquellos sucesos tan trágicos no sabían ni el porqué ni la razón de aquellas circunstancias; entre otras cosas, pensaban que se trataba de un juego. Sin embargo, a su alrededor morían miles y miles de personas.
El niño se aburría allí, en su nueva casa, por la falta entretenimiento, ya que estaban aislados de todo y no se llevaba bien con su hermana Gretel. Ante este panorama, Bruno necesitaba buscar y experimentar todo lo que le rodeaba, y es así cómo el niño empezó a explorar su alrededor.
Una extraña visión de una especie de granja separada por una alambrada gigante desde la habitación de Bruno hace que este vaya a indagar, y al hacerlo se encuentra con un niño de su misma edad llamado Schmuel, un niño con un extraño “pijama” y rapado del que es separado por una curiosa valla enorme. Bruno no es capaz de comprender la realidad del otro, un niño judío.
A partir de aquí, empiezan a interactuar y con el paso de los días se va forjando una amistad muy bonita e inocente. Entre ellos no hay ningún tipo de maldad ni rechazo, ya que ninguno de los dos entiende qué es lo que les separa, si son iguales.
El relato se sitúa en una dura época histórica, Bruno en todo momento es incapaz de comprender la tragedia que se está desarrollando a su alrededor, pero él confía plenamente en que su amigo Schmuel no es malo.
En esta novela de John Boyne, se narra todo desde un punto de vista muy inocente porque Bruno no sabe ni quién es el jefe de su padre al que llama “El Furias” (Hitler), ni quién es realmente su padre, que es el máximo dirigente de aquel campo de concentración.
Desde mi punto de vista, el autor nos muestra de manera sutil de un lado, los valores de una verdadera amistad como la que comparten los protagonistas, y de otro, los horrores de la guerra vistos desde la mirada de un niño (Schmuel). Esas miradas tan inocentes lograron atraparme en la historia.
El libro nos enseña cómo la guerra pudo separar a la sociedad en dos bandos a partir de la creencia de los nazis de ser superiores pero, por otro lado, en esta historia eso sirvió para unir a dos niños más allá de dichas creencias . Por ello, El niño con el pijama de rayas nos hace llegar a pensar que hay que mirar más allá de las religiones, razas o procedencias. Enseña que, a veces, hay que dejar atrás los prejuicios en la vida y ser un poco más empático y humilde con los demás.
Además de los niños, hay otros personajes que también he considerado claves en la historia, por su valor y caracteres. Uno de ellos es la madre de Bruno, que no sabía que lo que tenían al lado no era un campo de refugiados, sino un campo de exterminio de judíos donde morían miles de ellos al día. Y ella decide enfrentarse a su marido para huir de aquel horrible lugar junto a sus hijos.
También resaltaría a la abuela paterna de Bruno, que tampoco estaba de acuerdo con lo que estaba pasando en el Holocausto y no se sentía orgullosa de que su hijo formase parte de tal barbaridad que se estaba cometiendo con los judíos, y se enfrentaba a su marido y a su hijo, por su indiferencia hacia la guerra que estaban defendiendo. La madre del padre de Bruno se sentía muy poco orgullosa de que él participara y estuviese metido en ese círculo. Por otro lado, estaba el abuelo, que estaba muy contento de su hijo por defender su patria.
El final es muy triste y nada previsible, te deja totalmente “tocado”, y de alguna manera todos morimos un poco con él, porque no puedes imaginarlo hasta que no lo lees. Y es duro de afrontar, a mí personalmente me costó.
A mí me ha gustado mucho leer este libro por todos los valores que transmite tan importantes para la humanidad y muchas veces olvidados por todos como son la tolerancia y la fraternidad. Gracias a esta novela me he podido adentrar en un acontecimiento tan cruel como fue la Segunda Guerra Mundial y visualizar de alguna manera cómo pudo ser un campo de concentración, donde morían miles de personas. He vibrado con esa amistad tan fuerte e inocente.
Pienso que todo el mundo debería de leer este libro porque además de su increíble trama también es muy importante para todos conocer un poco más sobre este tema y así poder valorar lo que sucedió en esa época. Sin duda, me lo volvería a leer, es uno de los mejores libros que he leído.