Mi planta de naranja y lima
Nombre: Bruno Cabrera Chávez
Curso: 1º ESO B
Centro: IES Villavieja (Berja, Almería)
Uno de mis libros preferidos es Mi planta de Naranja y Lima. Este libro llegó a mí porque estando en Argentina, mi madre me lo regaló ya que cuando ella era adolescente se lo había leído y le había encantado. Para ella se trata de un libro enternecedor, un poco triste, pero sobre todo y, lo más importante, que enseña a valorar las cosas. Por mi parte, el motivo por el que me ha gustado esta obra ha sido por el protagonista. Se nos narra la historia de un niño que un día, de pronto, descubre el dolor y se hace adulto precozmente.
Conforme vamos leyendo, asistimos a las enseñanzas, la picardía, el sufrimiento y la ternura de un protagonista de 6 años llamado Zezé. Se trata de un niño muy travieso e independiente que vive en una familia muy numerosa y pobre, debido a que su padre no tiene trabajo. Por este motivo, se mudan a una nueva casa. La difícil situación narrada hace que quieras saber cómo va a superar esta situación el protagonista. A esto se une una gran variedad de personajes secundarios, un antagonista y numerosos lugares que, a lo largo de la historia, el intrépido Zezé va conociendo y descubriendo por su cuenta.
La ciudad donde se sitúa la historia es en Sao Paulo, una de las ciudades más poblada de Brasil, concretamente en el barrio de Bangú. Entre los personajes destacaría los siguientes: Zezé (el protagonista), Totoca (uno de los hermanos del protagonista), el Portugués (su amigo), Minguito (la planta de naranja-lima del protagonista)…
Desde mi punto de vista, lo triste de este libro es la miseria, la pobreza y la falta de alimento del protagonista en su casa, en la calle y, en general, en Brasil. Por este motivo tiene que comenzar a trabajar aún siendo muy joven. Pero a pesar de todo lo que tiene que padecer, él sigue teniendo esa admiración hacia los adultos. De hecho, él quiere ser uno de ellos ya, a pesar de lo pequeño que es.
Por último, yo pienso que este libro se escribió para hacer visible la pobreza, la falta de empleo y la dura situación de los niños en algunos barrios y zonas de Brasil y, por extensión, en muchos países del mundo.
El viejo y el mar
Nombre: León Felipe Jiménez Gutiérrez
Curso: 1º ESO B
Centro: IES Villavieja (Berja, Almería)
Hoy voy a hablaros de mi libro preferido. Es un libro escrito por Ernest Hemingway. Sobre el libro había oído hablar a mi padre. El título, El viejo y el mar, me impactó desde el principio porque me imaginaba a Santiago, el protagonista, 80 días sin pescar un solo pez y eso hizo que me intrigara la historia y quisiera leerla.
Al ir avanzando, me imaginaba que era yo el que estaba pescado. Aunque al principio pensaba que nunca iba a lograr su objetivo ya que pasa muchos días intentándolo, al final lo consiguió y eso me gustó. Es verdad que el final no te lo esperas, pero si no concluyera de esta manera, el relato no tendría moraleja. A Santiago le acompaña a veces un niño que se llama Manolín. Manolín había pescado antes con él, pero ahora no lo hacía porque sus padres no querían. Manolín se ofrece a salir con él para pescar el pez, pero Santiago se niega. Santiago no quería que el niño perdiera el tiempo con él, porque realmente el deseo de pescar un gran pez era de él, no del niño, y él tenía que buscar su propia ilusión.
Yo recomendaría este libro a la gente que le guste la pesca ˗como a mí˗, a todos aquellos que son impacientes y a los que no disfrutan haciendo cosas sin obtener nada a cambio. Este libro te enseña a ser paciente y a que no siempre vas a obtener lo que quieres pero, aún así, merece la pena hacer ciertas cosas porque al fin y al cabo son experiencias que vives.
Hay una frase que me gusta mucho del libro:
“Nadie debiera estar solo en su vejez. Pero es inevitable que así sea.”