El Aprendiz
Nombre: Daniel Vida Dueñas
Curso: 2º ESO
Centro: Salesianos San José, Pozoblanco (Córdoba)
Uno de mis libros favoritos es El Aprendiz, una novela publicada en 1989 por Pilar Molina Llorente.
La autora encuadra la historia en la Florencia del Renacimiento, cuna de grandes artistas. Y desde ahí, nos presenta a su protagonista, Arduino, un joven que trabajaba con su padre y sus hermanos en la sastrería de la familia. En aquella época, los jóvenes no tenían demasiadas opciones. La regla que imperaba era dar continuidad al oficio que se había ido desempeñando generación tras generación.
Sin embargo, Arduino tenía muy claro que lo suyo no eran las agujas y los dedales. Tenía un sueño: ser un reconocido pintor. El tema principal de la novela es el deseo del protagonista de enfrentarse al fantasma que desde niño le atenaza: su miedo e inseguridad.
Ese primer paso comienza con el valor de decirle a su padre sus intenciones, romper con la tradición familiar y adentrarse en un mundo, el de la pintura, que antiguamente, estaba reservado sólo para unos pocos privilegiados. Cabe destacar, la comprensión del padre y la confianza que deposita en su hijo, dejando abierta la puerta de sus sueños.
Tirando de contactos, lo habitual en aquella época, el padre de Arduino habla con un prestigioso y reconocido maestro de la pintura, que lo acoge en su taller. A cambio de enseñarle todo lo que él sabía de este fascinante arte, el muchacho se comprometía a ayudarle en las tareas de la casa. Y ésta es la segunda vez que el protagonista vence sus miedos, dejando la seguridad de su casa para adentrarse en un mundo desconocido. La entrada al taller de pintura es una bofetada de realidad para el protagonista donde nada es como imaginaba.
En el taller del maestro hay otros tres alumnos más, todos de las familias más influyentes de Florencia. Todos con más posibilidades económicas que Arduino, pero con mucho menos interés.
Día tras día, las ilusiones de Arduino se van derrumbando. Pocas horas de aprendizaje y muchas moliendo pintura, lavando pinceles y ayudando en las tareas domésticas. Esto es un reflejo de la vida, las piedras que nos vamos encontrando en nuestro camino cuando perseguimos una meta. Los obstáculos que debemos ir salvando a base de perseverancia y esfuerzo. A pesar de su decepción, el protagonista no se da por vencido. Entiende que la confianza depositada por su padre, tiene que ser devuelta.
La novela se hace cada vez más interesante cuando su autora presenta un misterio que engancha definitivamente al lector. En el silencio aterrador del taller, el protagonista descubre que en el desván, hay una persona encerrada. Cada noche, cuando Arduino está en su cuarto, escucha unos sigilosos pasos que llevan a la parte alta de la casa. Alguien sube cautelosamente y a los pocos minutos vuelve a bajar.
De nuevo, el protagonista se debate entre el miedo y la curiosidad. Conforme voy leyendo el libro, me doy cuenta que Arduino es más valiente de lo que parece porque en todas las situaciones consigue vencer sus temores. En este caso, Arduino decide investigar y cuál es su sorpresa al descubrir que en el desván no hay monstruos ni cadáveres, como su fantasía le había hecho pensar, sino un joven encerrado. Este joven es un alumno del maestro que, tras aprender el oficio, consiguió superar con creces al propio maestro, motivo por el que fue encerrado durante años.
Y aquí, otro sentimiento destacado de la obra: los celos. Al maestro llegó a molestarle que uno de sus alumnos fuese mejor que él, y ante la imposibilidad de reconocerlo, acabó con el sueño de su alumno. Éste, sin embargo, se adaptó a las adversas condiciones e incluso, de ahí, intentó sacar lo mejor. Frente a él, Arduino se vuelve a ver como un cobarde, pero si nos paramos a pensar, comprobamos que es el único de los alumnos que se ha atrevido a subir al desván. Porque valiente, no es el que no siente miedo, sino el que, a pesar de tenerlo, avanza.
Esta nueva situación provoca en el protagonista una nueva lucha interna. Tiene claro que su obligación es denunciar lo que ha visto y liberar al joven del encierro, pero si lo hace, su aprendizaje y su futuro como pintor, terminan. Se convertiría en un aprendiz traidor, fracasado, y decepcionaría a su padre, su mayor preocupación.
La ilusión de Arduino vuelve al conocer al nuevo alumno, quien se convierte en un verdadero maestro que le enseña las técnicas de la pintura. Un nuevo valor aparece en la obra: la generosidad del muchacho encerrado que en ningún momento solicita su ayuda. No obstante, los miedos del protagonista quedan definitivamente enterrados cuando toma la decisión correcta: liberar a su maestro.
SI DEJAS SALIR TODOS TUS MIEDOS, TENDRÁS MÁS ESPACIO PARA VIVIR TODOS TUS SUEÑOS.