El proyecto de mi vida
Nombre: Claudia Bujalance Álvarez
Curso: 2º ESO D
Centro: IES Sierra de Aras, Lucena (Córdoba)
Mi libro favorito es El proyecto de mi vida, de Megan Maxwell. Lo adquirí cuando mi abuela me llevó a ver libros, porque en su opinión, decía que leía libros de niños pequeños. En principio, elegí el libro por la portada (en ella salen dos niñas gemelas con orejitas de conejo y en un marco de fotos blanco), ya que ningún otro me llamaba la atención. El libro estuvo cogiendo polvo en mi estantería durante casi un año, pero un día mi madre me dijo que, o me lo leía, o no me compraba más libros de los que a mí me gustaban, y así fue como empecé a leerlo por obligación, pero al final me gustó y me enganché. Me gustó tanto que los siguientes libros eran todos de la misma escritora.
En este libro se narra la historia de Sharon, la futura propietaria del prestigioso bufete de abogados Sivon y Cardigan, en Nueva York. Ella era una chica a la que le apasionaba el trabajo. Era la representante de un refugio de mujeres contra la violencia de género. Además, era la prometida de un aspirante a futuro presidente del gobierno. Su vida transcurría monótonamente, hasta la tarde de un fatídico día, en el que Sharon le presentó a su padre al que era su prometido. Su padre era Branon Sivon, el propietario de Sivon y Cardigan, casado con su difunta esposa Adela Cardigan.
Esa tarde, cuando llegó su prometido y la respectiva familia de éste, Branon se llevó un gran disgusto, ya que el padre del futuro marido de su hija, su ojito izquierdo, su ratita, era ni más ni menos que Steve Whitaker, el amante de su difunta esposa, aquella persona que tan mal se lo había hecho pasar en su juventud, y resulta que Branon y Adela se casaron en un matrimonio forzado, por obligación de los padres de ambos. Adela, por aquel entonces, era una muchacha muy descuidada, seria, fumaba y tenía unos vicios nada sanos, además de que tenía varios amantes, entre los que destacaba Steve Whitaker. Ella solo tenía ojos para Steve, mientras Branon hacía lo imposible por ganarse su corazón.
En uno de sus viajes, Branon tuvo una aventura con una prostituta llamada Desine. Para sorpresa de todos, esta quedó embarazada de dos niñas. Cuando Branon se enteró, se alegró de la noticia, sin embargo, le entristeció la idea de comentárselo a su esposa Adela, ya que sabía que sería imposible que estuviese de acuerdo. Al final, Adela aceptó tener una niña. Todos estos recuerdos y pensamientos inundaban la cabeza de Branon, pero esa noche a Branon le dio un infarto y murió. Sharon, destrozada, tuvo que hacerse cargo del bufete de abogados, que cada vez iba peor.
Una tarde, Sharon se armó de valor y entró en el antiguo despacho de su padre. Empezó a mirar y se fijó en el cajón del escritorio que este tenía siempre cerrado con llave, y cuando a duras penas consiguió abrirlo, supo la verdad… Pasó el tiempo y Sharon consiguió encontrar a su hermana Rachel, la cual vivía en un apartamento junto a otros dos hermanos suyos (de los que Sharon no conocía ni su existencia), y con su hija. Poco a poco fueron conociéndose más, pero a su vez la relación con su prometido empeoraba, hasta tal punto que tuvieron que cortar.
Tiempo después, Sharon conoció a un hombre que trabajaba en las obras del bufete y éste se ganó el corazón de ella. Al final, Sharon acabó salvando el negocio de su padre y viviendo con su hermana, la cual había estado lejos de ella mucho tiempo.
Esta historia me ha mostrado muchas cosas, entre ellas, me ha gustado el personaje principal, ya que es una mujer fuerte que, sola, toma las riendas de un negocio familiar y empieza a rehacer su vida de nuevo. Este libro muestra a una mujer fuerte que lucha por sus derechos y por los de los demás.
Por ello, esta historia me parece un gran ejemplo a seguir, ya que hoy en día el machismo es muy grande y, aunque poco a poco haya mujeres fuertes que se rebelan, la gran mayoría no lo hace. Además, quiero añadir que una de las frases que más me ha gustado de este libro ha sido: “Soy el tipo de mujer que NO necesita un hombre, sino el tipo de mujer que un hombre necesita”. Esta frase se la solía decir Branon a Sharon.
Sinceramente, este libro me ha marcado mucho, sobre todo, porque he vivido de cerca una experiencia parecida. Mis padres se separaron cuando era muy pequeña y he estado viajando desde que tengo uso de razón para poder ver a mis familiares por ambas partes. Al poco tiempo, mi madre conoció a una persona, con la cual pasé la mayor parte de mi infancia. Esa persona era como un segundo padre para mí, pero por motivos personales esta relación acabó.
Cuando tuve nueve años, el infierno se desató sobre nuestras vidas, ya que mi familia materna más cercana nos dio de lado a mi madre y a mí y, además, mi madre perdió el trabajo por las malas palabras que habían ido diciendo de ella. Al cabo de un tiempo, la cosa se calmó y mi madre conoció a alguien, que llegó a nuestras vidas y, aunque nos dio algo muy bonito, que es mi hermano menor, también nos dio lo peor del mundo. Mi madre y yo pasamos cosas terribles con esa persona. Este salió de nuestras vidas hace ya casi dos años y, aunque esa herida provocó secuelas, hoy por hoy estamos ya casi recuperadas y volvemos a vivir nuestra vida con normalidad. Por eso este libro me ha marcado tanto, porque comparo a mi madre con esa mujer fuerte y valiente de este libro. Sharon tenía como proyecto de vida encontrar a su hermana, el mío no sé cuál es aún pero sé que lo afrontaré con las mismas ganas que lo hizo ella.