Veinte poemas de amor y una canción desesperada
Nombre: Marta Fornell Ramírez
Curso: 2º ESO.
Centro: Colegio San Agustín, Chiclana de la Frontera (Cádiz)
Recuerdo aquel poema que me recitó mi abuelo la víspera del 15 de abril. “Puedo escribir los versos más tristes esta noche”, empezaba. Yo me hallaba acurrucada en la cama imaginándome en un mundo como el que él describía. Pensaba en la verdad oculta de aquel poema de tan solo treinta y dos versos, que, por mucho que yo intentara, no podía comprender, debido a mi corta edad. Sin embargo, no podía parar de formularme preguntas sobre el cómo, qué y porqué de todo lo que expresaba.
Cuando ya obtuve cierta madurez, le pedí a mi abuelo que me enseñara el libro donde se recogían todos los fragmentos que él me había leído por las noches: “Veinte poemas de amor y una canción desesperada” de Pablo Neruda. Pablo fue un poeta chileno al que le gustaba la poesía. Sin embargo, en un principio, escribía solo por afición. Más tarde, cuando en 1924 publicó esta gran obra y recibió tanto reconocimiento, decidió dedicarse profesionalmente al trabajo de ponerle palabras a la emoción.
El libro se compone de veinte poemas y una canción. En los poemas habla, sobre todo del amor, aunque también hace algunas referencias al crepúsculo y a la naturaleza, comparándolos con sus sentimientos. Acaba con “La canción desesperada”, donde expresa el desamor y el dolor que siente tras la pérdida.
La composición más conocida es el poema número veinte, que estoy segura que conoces, ya sea por un fragmento que aparezca en tu libro de lengua o porque lo haya mencionado alguien, alguna vez, en algún lugar. Este, sin duda, es mi preferido. Sin embargo, todos los demás son los que conducen y le dan forma a esa historia que quiere contar Neruda, terminada con la famosa canción.
En conclusión, pienso que el libro merece mucho la pena y es que, ahora que ya me he hecho mayor, me siento identificada con alguno de los versos. El poeta consigue removernos los sentimientos como olas en el mar, logra que naufraguemos, y que nos pongamos en su lugar gracias a la frescura y ligereza de sus palabras. Te lo recomiendo encarecidamente.
Pobre Manolito
Nombre: Pablo Sánchez Beardo
Curso: 1º ESO
Centro: Colegio San Agustín, Chiclana de la Frontera (Cádiz)
Me llamo Pablo y he decidido escribir sobre un libro que me ha gustado mucho, Pobre Manolito de Elvira lindo. Aunque he elegido éste, debo decir que me he leído todos los libros de esta colección. La edad recomendada es a partir de doce años, la edad que tengo actualmente, aunque es cierto que la primera vez que me lo leí tenía diez años. Reconozco que de todas las colecciones que me he leído, aventura, deporte, misterio…, ésta ha sido mi favorita debido a su humor y a las divertidas ocurrencias de su protagonista Manolito y su pandilla en su pueblo Carabanchel (Alto).
El protagonista principal es Manolito, además aparecen estos personajes en esta trama:
Su hermano pequeño de cuatro años, Nicolás al que su hermano llama imbécil, por ser analfabeto.
Su mejor amigo, el Orejones López, con quién ha vivido mil aventuras.
Su amiga y exnovia, Susana Braga Sucias, también apodada la novia de España por decir que todos los chicos son sus novios.
Yihad, el gamberro de la pandilla, que en innumerables ocasiones ha roto las gafas de Manolito.
Su abuelo Nicolás, su incondicional apoyo, al que su nieto llama “Súper Próstata”.
Su sita Asunción, es la profesora de Manolito, que se dirige a ellos como si fuesen delincuentes.
Mis padres me sugirieron que me leyera este libro, aunque yo al principio pensaba que no me iba a gustar, pero estaba equivocado, desde el primer párrafo que leí ya empecé a reírme mucho. Tanto me gustó el libro que a los tres días ya me lo había leído entero. La segunda vez, lo leí con mis hermanos y cada diez segundos alguien se reía de las ocurrencias de Manolito y sus amigos.
En alguna ocasión, mientras leía en mi habitación mis padres escuchaban mis carcajadas y ellos rápidamente aparecían en mi habitación para ver qué sucedía.
No fue de extrañar que, a los pocos días de leerme el primer libro, me enteré de que había toda una colección detrás. Mi padre no se lo pensó dos veces y me compró toda la colección y libro tras libro la terminé al completo. También recuerdo muchas de las aventuras de Manolito: como cuando iban a celebrar toda su familia y la Luisa (la mejor amiga de su madre y vecina) el ascenso de trabajo a Bernabé. Éste es el padrino de Manolito junto con la Luisa. Le iban a celebrar una fiesta sorpresa y cuando estaba pasando por el pasillo, empezó a escucharse un tiroteo. Pero no resultó ser el ruido de disparos, sino de los pedos que se tiraba Bernabé. Manolito y su familia no paraban de reírse, pero a la Luisa no le hizo ni pizca de gracia.
Otra de las aventuras que recuerdo y me hizo reír mucho, fue cuando Yihad, el Orejones y Manolito intentaron robar caramelos y chocolatinas de la tienda, el resultado no acabó como ellos esperaban. La dueña del local se había dado cuenta de las intenciones de este trío, que aguardaban escondidos en la esquina de la calle. Manolito y sus amigos esperaron a que la tienda se llenase de niños para cometer el «crimen». Finalmente, la dueña fue más lista que ellos y los acabo pillando. Ella llamó a las madres de los ladrones y quién se enfadó en especial fue la madre de Manolito, que ni se pensó dos veces el darle una colleja con efecto retardado.
Por todo lo que os he contado recomiendo la lectura de la colección de Manolito gafotas. Asimismo, he aprendido a no rechazar libros, que no parecen a simple vista de mi agrado, por parecer antiguo, aburrido o por no tener ilustraciones…
«Si quieres vivir mil aventuras, enamórate de la lectura».