Orgullo y prejuicio (Jane Austen)
Nombre: Elena Uclés Ortiz
Curso: 2º ESO B4
Centro: IES Maestro Padilla (Almería)
Esta novela clásica la leí con 12 años y, al principio, no la entendía muy bien, solo la interpreté como un libro más. Pero luego me puse a pensar sobre qué quería transmitir la escritora y llegué a algunas conclusiones.
Toda la novela está ambientada en hace varias décadas, por lo que no se ve con los mismos ojos ni se puede interpretar igual. Me sorprendieron las relaciones personales en todos los sentidos. Algunas, como la de Elisabeth (la protagonista) y su mejor amiga, que duraron hasta el final de la historia, y la de Elisabeth y su hermana Jane que, para mí, es la más bonita de toda la novela porque se ayudan, consuelan y protegen entre ellas. Ese vínculo hace que sientas ternura y afecto por la relación que todos deberíamos tener entre hermanos/as.
Como dice el título de la novela, el orgullo y el prejuicio destacan entre el vínculo fuera del ámbito familiar y de confianza de la familia de Elisabeth. En la novela hay un romance entre Elisabeth y Darcy. Ambos personajes son muy orgullosos y eso les complica al principio la tarea de conocerse. Como ella, en un primer instante, le escucha criticar a otras damas y esto le supone un prejuicio enorme. Ella cree que él es una mala persona, a diferencia de Wickham que empieza con cumplidos y palabras encantadoras haciéndole creer que es una persona de confianza. De estos dos personajes he obtenido una gran enseñanza que intento aplicar a la vida diaria. Es no fiarse de las primeras impresiones de una persona y en un conflicto conocer bien lo ocurrido sin dejarme llevar. No me refiero a que una persona con un carácter orgulloso sea siempre una buena persona. Lo que intento hacer es no dejarme llevar por lo que las personas crean que ha sucedido, mantener la mente fría y juzgar de la forma más objetiva la situación para dar una solución lo más justa y razonable posible. Es actuar prudentemente.
La adaptación cinematográfica salió en el 2005. Primero vi la película y luego leí el libro. Cuando empecé a leer el libro no entendí nada ya que se parece poco el libro a la película, cosa que me decepcionó un poco. En general la película no está mal, pero prefiero el libro. Los libros fomentan la imaginación: como son los personajes, los paisajes… que en la película ya te dan hecho.
No lo digo porque esto es para un concurso para fomentar la lectura. Lo digo porque me enteré mejor de cómo va la historia. Lo mismo me ocurre con “Los juegos del hambre” o “Harry Potter”. Vi primero la película y luego leí el libro, al final le encontré sentido a detalles de la película que no entendía hasta que leí el libro.
En conclusión: prefiero mil veces los libros. Me enganchan más que las películas o series, me siento parte de la historia, hasta tal punto que normalmente lloro cuando algún personaje muere o le pasa algo malo. Sobre todo, prefiero los libros que me hacen reflexionar como “El principito” que es uno de mis favoritos.