Momo
Nombre: María Bruno Iglesias
Curso: 2º ESO
Centro: IES María Cabeza Arellano Martínez, Mengibar (Jaén)
Momo es un gran ejemplo de que no hay que juzgar un libro por su portada, cuando me lo regalaron no creía que fuera un libro que llamara mi atención. Pero aquí estoy, presentándome a un concurso con, definitivamente, mi libro favorito.
Muchos adultos dicen que “es un libro que le puedes leer a tus hijos y te puede dejar una enseñanza más grande a ti”. Otros dicen, “incluso cuándo no le tenía mucha fe por ser un libro infantil, me ha dejado con la boca abierta”. Algunos adultos que lo leen por segunda vez opinan que “es su libro favorito de la infancia, pero que recomienda ser leído en cualquiera de las etapas de la vida” y otros que definitivamente han madurado dicen que es un “gran libro, una extensa obra de arte que necesita que más personas la conozcan.” Y, a mí, todas esas opiniones me importan, pero más me importa aún la de los niños porque, ¿no eran ellos los protagonistas de la historia? ¿No eran ellos los que lograron vencer a los hombres grises? ¿No fue ella, Momo, una niña, con su inocencia, su valentía y su fuerza la que salvó la ciudad? Pues sí, fue ella, una niña.
Primero voy a hablaros de la historia, pues Momo era una niña que vivía en las ruinas de un anfiteatro sola. Todos los niños venían a jugar con ella, se inventaban miles de historias que se convertían en juegos y podían quedarse jugando horas y horas, eran muy felices, pero al principio las cosas iban bien, luego… todo cambia. Momo también tenía muchos amigos adultos, ellos iban muy seguido a verla, porque Momo era especial, no tenía ningún superpoder, simplemente sabía escuchar y eso es algo que; en ese mundo, en este, nuestro mundo, y, el día de mañana, en aquel mundo será muy necesario.
Los hombres grises, hombres que necesitan el tiempo para vivir eternamente, llegan a la ciudad con la misión de arruinarle la vida a todos los habitantes robándole su tiempo. Pero Momo, junto con el Maestro Hora (el controlador del tiempo) y la Tortuga Casiopea (adivina del futuro), consiguen derrotarlos y todos vuelven a ser felices y, sobre todo, todos vuelven a ser escuchados, tanto niños como mayores.
Michael Ende es su autor, también creador de otras maravillosas obras literarias como La Historia Interminable y ha incitado a otros autores como Laura Gallego a escribir libros como Donde los árboles cantan y, por supuesto, a mí para hablar de Momo. Él no encajaba en la vida de un niño normal, siempre estaba en otro mundo y su vida era fantasía. Y él amaba su vida y su mundo paralelo, ya que le hacía crear libros fantásticos y expresar lo que sentía. Michael decía que “la fantasía no era una forma de evadirse de la realidad, sino un modo más agradable de acercarse a ella” y era lo que quería expresar con todos sus libros. Concretamente con Momo, quería darle importancia al tiempo de su vida porque como él dijo y cito textualmente: “El tiempo es vida y la vida reside en el corazón.” También quería, a través de la niña, dar importancia al valor de saber escuchar, a ser solidario, creativo e imaginativo, a ser feliz por cosas pequeñas, pero muy significantes y que las mentiras pueden destruir algo tan importante como es el corazón.
Al principio he empezado diciendo que los niños eran los que debían dar la opinión del libro y que ellos eran los verdaderos protagonistas, pues bien, yo soy una niña y yo adoro a mis padres y a mi familia, me encanta hacer planes con mis amigos, me gusta mucho pasar tiempo leyendo un buen libro, cocinando o escuchando la lluvia, pero, sobre todo, me gusta ser escuchada. Porque, como Momo, yo soy una niña que ama su vida.
Le doy las gracias a este libro por enseñarme que hay que disfrutar minuto a minuto y, sobre todo, que el Menor Odio es la Mayor Obra (MOMO).
A dos metros de ti
Nombre: Raquel Mimbrera Gómez
Curso: 2º ESO E
Centro: IES Mª Cabeza Arellano Martínez, Mengíbar (Jaén)
Voy a hablar del libro más bonito que he leído hasta ahora, el cual me demuestra lo bonito pero injusto que puede llegar a ser el amor y las heridas internas que una persona puede llegar a curarle a otra: A dos metros de ti.
Hace un par de meses, oí hablar de este libro, me pareció bastante intrigante la emoción con la que me hablaban de él mis amigas, así que decidí echarle un vistazo. En cuanto vi la portada me interesé por este libro, ya que me transmite tristeza, pero a la vez paz.
A Dos Metros de Ti cuenta una historia de amor prohibido, pero no es un amor prohibido porque los padres de los protagonistas no los dejan estar juntos ni nada por el estilo, es porque Stella y Will (los implicados en esta bonita pero a la vez triste historia de amor) tienen la misma enfermedad, fibrosis quística, que es un trastorno que daña los pulmones, el tubo digestivo… y da muchos problemas respiratorios. Esta enfermedad conlleva el no poder acercarse más de dos metros a los que también la tienen, ya que podrían contagiarse más aún el uno al otro y podrían morir rápidamente.
Stella es una chica muy ordenada y tranquila. Lleva casi toda su vida en el mismo hospital y por fin le han dado una solución a su fibrosis quística: un trasplante de pulmón. Para este trasplante, tiene que seguir las reglas que su enfermedad conlleva al pie de la letra, pero Will, un chico caótico y con ganas de cumplir la mayoría de edad para irse del hospital sin preocuparse del tiempo de vida que le podría quedar, no le pondrá tan fácil eso de cumplir todas las reglas.
Al principio nuestros dos protagonistas se llevaban demasiado mal porque son dos polos opuestos; Stella intenta que Will siga su tratamiento y Will se burla de Stella por ser tan ordenada.
Poco a poco, se van adentrando en la aventura del amor. Al principio tenían muy claro que no iban a incumplir las reglas, pero cuando se empiezan a conocer mejor y a enamorarse profundamente el uno del otro, ya no tienen tan claro qué hacer, ya que quieren acercarse más, pero, también quieren protegerse el uno al otro de ellos mismos. Juntos, aunque la mayoría de las veces a dos metros de distancia, van pasando por diferentes obstáculos personales.
He elegido este libro porque creo que al leerlo y al hablar de él podemos apreciar que no siempre es todo tan bonito como lo pintamos, que no siempre el sol brilla y todo es precioso a nuestro alrededor; también hay días malos, muy malos. También podemos apreciar con esta bonita historia de amor que las personas somos capaces de reparar corazones que ni siquiera nosotros hemos roto, además, podemos hacer que esos días malos mencionados anteriormente no sean tan malos con un simple gesto o unas simples palabras. Esto y muchas cosas más hacen que este sea mi libro preferido.