Orgullo y Prejuicio
Nombre: Annelie Blom Palomar
Curso: 2º ESO B
Centro: IES Padre Suárez, Granada
Este libro, como la mayoría de los de Jane Austen, trata sobre una historia de amor entre dos personajes en el siglo XVIII.
Tanto en la época en la que está ambientada el libro como en la que se escribió, para las familias con hijas, una de sus principales prioridades era casarlas con un hombre bien posicionado y así asegurar el futuro económico de la familia al completo, por ello creo que esa era la razón por la que esta autora escribía básicamente sobre este tema, pues era lo que más vendía (pero no niego que sea porque a ella también le gustaba). Paralelamente, la protagonista de este libro (Lizzy) se rebela ante esta “prioridad” del matrimonio. De entre todas sus hermanas a las cuáles, incluyendo a ella, se les había inculcado desde pequeña esta “prioridad”, ella era la única que no iba a los bailes ni viajaba buscando pretendientes, sino para vivir su vida. Jane Austen fué una de las primeras escritoras en plasmar esta desobediencia en sus libros por aquella época.
Este es el único libro que he leído sobre Jane Austen, pues en mi opinión la historia era bonita y estaba muy bien escrita pero casi todo giraba en torno a la historia de amor. Por ello, cuando terminé el libro decidí dejar pasar un tiempo hasta empezar otro de esta autora.
Personalmente, me gustó mucho como estaba escrito, pues aparte de usar un vocabulario especialmente de esa época, hacía un gran uso de las pequeñas definiciones que salen al pie de la página para explicar el uso de una palabra y un poco de historia sobre ella. Lo cual ayudaba mucho, pues gran mayoría de las palabras era muy ajustado a la época o a veces sustituía palabras muy simples de la edad contemporánea por palabras que eran totalmente distintas, pero muy usadas en aquella época. Como, por ejemplo:
“1. Las damas anotaban en sus cuadernos las peticiones de baile. Los bailes se escenificaban de dos en dos, de ahí que Jane Austen hable de «los dos terceros», «los dos cuartos» o «los dos quintos». Si Lizzy (la protagonista) bailó con Bingley «los dos sextos» quiere decirse que bailó el undécimo y el duodécimo bailes. El boulanger (palabra a la que se refiere la definición) es una danza de origen francés, en corro, que solía bailarse al final de las fiestas.” Pág 20.
Siempre he sido más fan de las historias de fantasía o de la época medieval, pero he de admitir que la historia es interesante y realmente se puede ver el avance de la relación con sus altos y bajos. Elegí este libro porque era un clásico que me interesaba leer y tener en mi librería.
Normalmente, cuando realmente me atrae un libro, fácilmente puedo terminar uno de cuatrocientas páginas en tres o cuatro días, pues es un modo de hundirme en otro mundo con otra historia y olvidar lo que tengo que hacer, la rutina de este. Pero he de decir que esto no me paso con este libro, como dije antes soy más fan de historias de fantasía, pero no creo que fuera esa la única razón de esta falta de entusiasmo. La historia tenía varios sucesos y hechos que fueron ocurriendo a lo largo de la historia que daban intriga, pero en mi opinión, en lo que se refiere a diálogos, eran muy largos y pesados, daban mucha información a la vez y no es que hubiesen muchas intervenciones.
Por ejemplo, en el capítulo XII, hay una carta escrita por Darcy para Elisabeth (Lizzy) que empieza en la página 185 hasta la 191, es decir, una carta de siete hojas, la cual daba una gran cantidad de información muy importante para la historia.
Creo que esta era la razón por la que a veces me costaba tanto seguir leyendo y en los casos más extremos la historia se hacía muy pesada.
En conclusión, su manera de escribir era maravillosa y podías entender el texto al completo, y la historia en sí estaba muy bien formulada e interesante, pues realmente relataba una vida en esa época. Pero la razón por la que me costaba tanto seguir eran los diálogos y la poca descripción de las expresiones, los lugares, las sensaciones etc.
Estaría interesante leer otra de sus historias y comparar, pero, como dije antes, esperare un tiempo.
Gracias por su atención.
Boulevard
Nombre: Carmen Rusillo Robles
Curso: 2º ESO A
Centro: IES Padre Suárez, Granada
El libro narra la historia de dos protagonistas: Hasley, una chica de diecisiete años bastante despistada, y Luke, un joven estudiante dos años mayor que ella, con graves problemas familiares, adicción a las drogas y autolesión. Ellos no son la pareja perfecta, o el prototipo de ella, ni mucho menos, pero sí aprenden a amarse correctamente. Ella se fija en él cuando nadie nunca antes lo había hecho y se muestra como un gran apoyo y luz al final del túnel. Un día, cuando salieron del instituto, surgió una pelea con la expareja de Hasley, en la que se involucra Luke.
Es en ese preciso instante cuando la vida de ella da un gran giro inesperado: Luke sufre un atropello al ser empujado a la carretera y muere en el acto. Hasley, aprende a madurar bastante rápido y una cosa muy importante: a veces, cuando quieres a alguien simplemente, tienes que dejarle ir, aunque hay personas que son y serán eternas.
Boulevard habla de temas complicados como: la adicción, los problemas familiares, la relación de padres a hijos, la diferencia de cambiar por una persona a cambiar para una persona. Que aunque tu vida sea un desastre y tú solo veas tus imperfecciones, siempre habrá alguien que te ame con todo aquello. Cómo aprender a confiar en las personas, ya que algunas aparentan una cosa diferente a lo que son, que te pueden utilizar y manipular como objetos sin tu quererlo o darte cuenta de ello y también cómo atravesar situaciones difíciles o problemáticas y sacar fuerzas de donde no las haya. Al igual que hace un acercamiento a la falta de inteligencia emocional, como ésta nos puede hacer caer en dependencia hacia otra persona. Y que no todo siempre tiene que acabar con un final feliz, pues ya somos mayores como para que todo se nos pinte maravillosamente y de colores. Otro tema que yo también considero muy importante es: el amor hacia uno mismo. Porque si no te quieres a ti primero, ¿a quién vas a querer? A veces nos anteponemos nosotros mismos frente a otras personas y eso no está bien. Porque, aunque suene muy triste, es la realidad: llega un momento en el que sólo nos vamos a tener a nosotros mismos, pues nacimos y morimos solos.
Me gustó mucho descubrir este libro, tanto como a su autora, porque fue uno de los primeros libros con los que empecé a engancharme a la lectura, aparte de que marcó un antes y un después en mí. Aunque las opiniones son bastantes controvertidas, me parece increíble cómo fue capaz de conseguir cuestionarme las cosas dos veces, de hacerme reflexionar, valorar todo lo que tengo, etc. Con frases como estas:
Quién dijo que después de la tormenta hay sol, cuando puede haber un rayo.
Algunas cosas no son para siempre. A veces son lecciones de vida.
El mundo debería tener originalidad y no copias de copias.
La mayoría de nosotros decimos que no leemos, porque o no tenemos tiempo o tenemos mucho trabajo; o cuando sí tenemos tiempo, preferimos hacer otras cosas. O simplemente porque estamos enganchados a las nuevas tecnologías, aunque no lo queramos reconocer, sobre todo nosotros, los adolescentes. Me es difícil comprender a aquellos que no disfrutan leyendo. Y pienso: ¿Por qué? Si es como tener varias vidas a la vez y dejar volar tu imaginación, crear un mundo a tus gustos. Puedes ser desde un científico/a loco/a hasta un androide. Leer no sólo te proporciona sabiduría, pues te da cientos de cosas que no percibes cuando lees y que salen a la luz cuando redactas trabajos, observas tu ortografía, te expresas… Es un aprendizaje que no notamos cuando lo hacemos, pero que está ahí más que ninguno. Por el simple hecho de tener un libro entre tus manos, tu cabeza deja de preocuparse para centrarse en explorar el mundo creado en un libro.
Empecé a leer este verano, por simple aburrimiento y porque me apetecía cambiar como persona y probar cosas distintas. Al final, acabé encontrando en los libros un refugio que siempre estaría para mí. Y era uno tras otro, me tiraba hasta las tantas leyendo. Porque siempre decía: ¡Ay!, he oído buenas críticas de este, o me sentía orgullosa por reconocer una simple autora o un libro. Ahora me pongo a pensar, y digo que cómo he sido capaz de haber vivido trece años de mi vida sin haber descubierto este increíble mundo. No sé si es porque realmente no había encontrado ninguno que marcase un antes y un después en mí, o porque me lo tomaba como una obligación. Porque no soy capaz de comparar con nada las sensaciones que he experimentado: saltando en la cama porque ha pasado algo bueno, histérica por la emoción e incertidumbre de no saber qué va a pasar, llorando por alguna desgracia, o simplemente porque el libro ha acabado con un final feliz (aunque no sea fácil, ya que muchas veces hay que despedirse u olvidarse de ciertos personajes en el camino). Y ya, para mí, se ha convertido en una rutina, por el hecho de que no soy capaz de irme a dormir sin antes haber leído como mínimo una hora – hora y media. Porque me gusta enriquecerme y tomarme tiempo para mí misma, haciendo cosas de las que disfruto.