Cuento de Navidad
Nombre: Blanca Paloma Blanco Montaño
Curso: 1º ESO A
Centro: Colegio La Salle San Francisco, Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)
Mi libro preferido es Cuento de Navidad, una novela corta que se volvió mi favorita en cuanto leí el primer verso. Fue lanzada el 19 de diciembre de 1843 y escrita por Charles Dickens, un escritor inglés que creó algunos de los personajes de ficción más conocidos del mundo.
Esta novela cuenta cómo al viejo Ebenezer Scrooge, una persona extremadamente tacaña, avariciosa e insensible, se le aparecieron tres espíritus que le cambiaron la vida. Esta historia comienza con la muerte de su socio, Jacob Marley. Este tenía el mismo carácter que Scrooge, por lo que ambos se hicieron amigos. Cuando murió, Scrooge se quedó completamente solo, pero eso no fue una gran molestia para él.
Era Navidad y hacía muchos años desde la muerte de su socio, lo que Scrooge no sabía era que esa noche le visitarían estos tres espíritus. El primero de ellos era Las Navidades Antepasadas, que le mostraron a Scrooge su pasado y los lugares en los que él vivió, este espíritu era una vela que iba acompañada de su apagavelas, con la cual, cuando terminó de enseñarle el pasado a Scrooge, se apagó. El segundo era Las Navidades Presentes. Este se mostraba como un gigante alegre con una cornucopia y dos niños bajo su túnica, Ignorancia y Miseria, los hijos del hombre. Este llevó a Scrooge a casas de familiares donde todos le criticaban. Scrooge realmente se dio cuenta que tenía que cambiar, lo estaba pasando mal, suplicaba piedad. Finalmente, el espíritu de las Navidades Presentes murió, pues se le acababa el tiempo. El próximo y último, Las Navidades Futuras, tenía un rostro similar al de la muerte, este no hablaba, solo le señalaba tumbas, este tardó poco, pero la desesperación de Scrooge fue haciendo que ese momento fuera más desagradable y largo. Al fin volvía a estar en su casa y lo único que ahora quería era disfrutar las navidades con los únicos seres queridos que tenía.
Este libro me gusta porque mientras lo leía, sentía que era Scrooge, veía mi pasado, mi presente e imaginaba mi futuro, veía mis tres espíritus, conocí lo que me asustaba, ¿realmente estaba en el papel de Scrooge en la vida real?
Mi parte favorita es el cambio de Scrooge, pues creo que tiene un gran valor sentimental. Un valor que me ha enseñado que podemos cambiar.
Me hizo volver a tener ganas de leer, llevaba tiempo sin encontrar un libro que realmente me gustara, pensaba que la lectura no era para mí, pero ahora veo que hay un tipo para cada uno y si tuviera que recomendarle a alguien una novela, recomendaría esta, de ella aprendes y sientes. Aprendes a agradecer, a aprovechar, a disfrutar, valorar…
En general, es mi libro preferido por sus enseñanzas.
Los Quebrantasueños
Nombre: Irene Rodríguez Muñoz
Curso: 1º ESO A
Centro: Colegio La Salle San Francisco, Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)
Un escaparate de una preciosa librería, con un ejemplar engalanado con bellas ilustraciones de Esther Gili, un título tan sugerente como Los Quebrantasueños y una autora como Susanna Isern, no es más que una fusión perfecta para sumergirte en una historia y pasar una amena tarde de otoño, y si puede ser junto a un buen chocolate caliente y una suave manta, mucho mejor.
Sofi, la narradora y protagonista de esta historia, tiene la misión en un pueblo tranquilo de proteger los sueños de los demás. ¿Cómo se le pueda dar una responsabilidad tan grande a una niña de doce años? Pues sencillamente es la herencia que su abuelo le ha dejado, unido a la respuesta a todas las peculiaridades y rarezas sobre él que ella nunca entendió. Es a partir de aquí donde Sofi encuentra la pieza que faltaba y comienza a darle sentido a todo.
En la narración de este libro descubrimos cómo a través de unas gafas es capaz de ver cosas que los demás son incapaces de ver. Pero la autora va más allá: son Sofi, su abuelo y otros protagonistas de la historia, llamados Plantasueños, los responsables de velar por la felicidad de los demás.
La autora nos muestra la capacidad de ver, de sentir, de ofrecer otra mirada… Nos hace responsables de nuestras acciones diarias e incluso de las acciones de los demás, y de ahí de que exista la figura del Quebrantasueños. La historia me hace reflexionar y me siento afligida, puesto que seguramente no he tenido la capacidad de tener una mirada, un gesto, un detalle, o una disculpa…, con aquellas personas que deciden que es mejor que los demás sufran igual que ellos para que, al fin y al cabo, no se nutran de la mala conciencia de no ser lo suficientemente humanos y bondadosos, y dicho de paso, responsables de la desgracia ajena. Ahora mismo me acuerdo del tío de Sofi, fruto de una desilusión y consecuencia de la falta de una palabra tierna a tiempo.
La protagonista nunca se ha encontrado sola en esta historia, y así lo ha querido transmitir su autora, haciendo hincapié en las relaciones familiares, en la amistad, la relación estrecha con la naturaleza y los animales, en el trabajo en equipo… Además, todas las aventuras, acontecimientos y personajes te atrapan a más no poder, hasta sumirte completamente en el libro.
Es una lectura realmente fascinante y original, porque eres capaz de ponerte en la piel de los protagonistas, y a través de su lectura, absolutamente deliciosa e impregnada de fantasía, vas poniendo de manera paralela, caras y acontecimientos que actualmente vives y que hubieran sido distintos si nos hubiéramos puesto las gafas correctas, las gafas con las que los Plantasueños identifican a las personas negativas, vengativas, carentes de sueños e ilusiones.
Eso sí. Los Quebrantasueños son reales y los Plantasueños también lo son…
Diferente
Nombre: Marcela González Fernández
Curso: 1º ESO A
Centro: La Salle San Francisco, Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)
¿Y si lo normal es ser diferente? ¿Qué consideramos como normal y qué consideramos como diferente?
Preguntas así o incluso más complejas fueron las que me hizo Luna durante el tiempo en el que estuve leyendo este libro.
Hablaré de un libro escrito por Eloy Moreno, un escritor que ha marcado diferencia en mí y en mi forma de vivir y pensar. Definitivamente él tiene un lugar en mi corazón.
En Diferente podemos encontrar a una niña llamada Luna, la niña de su portada. Una niña de trece años que vive amarrada de un sombrero, porque ese sombrero es su tabla de salvación, el que la lleva a vivir otras vidas mucho mejor que la suya y le ayuda a poder hacer todo lo que ella no puede.
No quiero desvelar nada de esta profunda historia, como no lo ha querido hacer el autor de este libro, pero Luna, la protagonista de este libro, se ha colado en mi corazón desde el preciso momento en el que vi la portada del mismo en la sección de libros del centro comercial de mi localidad.
Luna es una niña superdotada a la que le faltan muchas cosas que otros niños tienen. Y lo poco que tiene, incluyendo su tiempo restante de vida, se lo da a los demás, intentando buscar la felicidad de otros. Pero, sobre todo, una niña que nos plantea preguntas a las que no tenemos respuestas, que abre puertas que quizás nuestra mente no está preparada para que traspasemos.
Es una novela en la que los personajes nos dan grandes lecciones de vida y que la forman personajes de los que se te quedan agarrados al corazón. Un golpe en la conciencia con el que valorar todo lo que tenemos hoy en día y todos actos diarios que realmente son inminentes para nosotros, como levantarse de la cama sin dolor o poder ingerir la comida sin ningún problema, actos que para Luna y para personas como ella, son cosas grandiosas.
En mi opinión el libro cumple su labor, pues siento que Eloy Moreno quiere hacer un mundo mejor mediante la escritura y en cada libro transmite una serie de valores y se pueden sacar diferentes reflexiones de cada uno de ellos.
Un libro con el que he podido llorar (sin ser yo de llorar con libros) reírme, sorprenderme e ilusionarme, pero sobre todo he abierto mi mente un poco más hacia otros aspectos, por ejemplo, poniéndome en la piel de Luna.
Diferente es una novela dura, se vislumbra desde el minuto uno, pero no es triste, ya que transmite superación, valentía, positividad y generosidad, pero si tuviera que definir la novela con solo una palabra que no sea el propio título, la definiría como magia.
Mis ganas, ganan
Nombre: Paz Escobar Torné
Curso: 1º ESO A
Centro: Colegio La Salle San Francisco, Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)
Hace unos meses decidí acompañar a mi madre y a mi hermana una tarde a la librería. Las tres somos unas apasionadas lectoras. Desde pequeña, mis padres nos enseñaron que tener un libro en nuestras manos era como poseer uno de los mayores tesoros del mundo. Muchas personas, quizás, no entiendan este sentimiento, pero para mí leer no solo significa tener la capacidad de adentrarte en mundos diferentes, sino ponerte en la piel de miles de personajes haciendo que pierdas completamente la noción de tiempo e, incluso, te olvides de que estás en casa y sientas que estás viviendo al máximo cada una de sus aventuras.
Justamente, esa tarde de octubre estaba en la librería, indecisa. Recuerdo tener entre mis manos tres o cuatro libros cuando, de repente, contemplé una portada que ya había visto antes por redes sociales: Mis ganas ganan. Nadie nos ha prometido un mañana vive el presente, de la sevillana Elena Huelva. A mi corta edad, sabía que Elena Huelva era una joven que padecía un sarcoma de Ewing. De hecho, me había cruzado con su perfil en muchas ocasiones y, cada vez que lo veía, entraba a su cuenta para ver cómo seguía. Elena, tanto en sus fotos del hospital como en las que compartía con su familia y amigos, irradiaba alegría y entusiasmo a pesar de todo lo que estaba viviendo. Por todos estos motivos, decidí que ese libro sería mi nueva lectura. Sin embargo, realmente, lo que no sabía era que la creación de Elena se iba a convertir en mi nuevo libro preferido.
Mis ganas ganan. Nadie nos ha prometido un mañana vive el presente me ha enseñado tantas cosas que, cuando me propusieron que hablase sobre mi libro favorito, no lo dudé ni un instante.
En primer lugar, el leer este libro me ha hecho reflexionar y darme cuenta de lo que, en realidad, es importante en la vida. A Elena, con tan solo dieciséis años de edad, le diagnosticaron una enfermedad incurable. Ahí fue, sin lugar a dudas, el momento en el que me planteé la importancia que le damos a ciertos aspectos de nuestra vida que, si lo vemos desde otra perspectiva, no lo tienen o en cosas tan sencillas como pensar en el mañana cuando, en realidad, ella no sabía si llegaría ese día. También te das cuentas de que lo que realmente llega al corazón e importa son acciones tan simples como estar con tu familia, decirles te quiero, darles un abrazo inesperado, hacer eso que tanto nos gusta… Aunque solo tengo doce años y con poca experiencia en la vida, para mí fue algo impactante plantearme estas cuestiones que, indiscutiblemente, no lo hubiese hecho sin la ayuda de este libro. Y, ¡qué gran lección!
De la misma manera, había algo que no entendía: Elena tenía cáncer y, a pesar de su enfermedad, durante todo el libro muestra una gran fortaleza. Pero esto, ¿cómo era posible? Indudablemente, el motivo por el que ella muestra esa constante fuerza era por dos sencillas razones que estaban unidas entre sí: su positividad y su lema de vida: “mis ganas ganan”. Por un lado, durante todo el libro, Elena es positiva. Siempre veía lo bueno dentro de la situación que estaba viviendo y así se lo hacía ver a sus padres, a su hermana Emi, a sus amigos y, por supuesto, por redes sociales. Esa lucha positiva hace que tenga ganas, ganas de vivir. Justamente, esas ganas son las que le hacen a Elena ganar.
Tras leer este libro, me he dado cuenta de que, independientemente de que consigas lo que quieres, si luchas, te esfuerzas al máximo y das todo de ti, ya has ganado. Por tanto, nunca tenemos que rendirnos ni dejar de soñar. Seguramente, habrá momentos que no sean fáciles, pero con constancia, sacrificio y dedicación podemos dar lo mejor de nosotros mismos.
Igualmente, gracias a esta historia, me he dado cuenta de lo importante y necesaria que es la investigación. Por desgracia, el cáncer es una enfermedad en la que fallecen, diariamente, muchas personas. ¡Esto necesita un cambio! Hace falta más ayuda e investigación para cambiar esta situación. No podemos consentir que esto continúe igual año tras año. Apoyemos esta causa. Era lo que Elena quería y seguro que todas las personas que fallecen por esta enfermedad también. Hagámoslo por ellas y por sus familias. Hoy son ellos, pero mañana, podemos ser nosotros.
Por todas estas razones, este libro me ha hecho sentir. Elena ha dejado huella en mí y estoy segura que en cada uno de sus lectores.
Elena, tú no solo has ganado, sino que nos has ganado a todos. Has sido y serás todo un ejemplo de fuerza y superación. Tu lucha, ahora, es la nuestra.
Por Elena, por todas las personas que padecen esta dura enfermedad y por todos aquellos que ya no están con nosotros físicamente, pero sí en nuestros corazones. Vuestras ganas han ganado.
