Ojo de Nube

Autora: María Luisa Liébana Liébana
Curso: 1º ESO-B
IES Mediterráneo, Garrucha (Almería)

Uno de mis libros preferidos es Ojo de Nube, de Ricardo Gómez Gil. Lo leí hace poco, cuando mi hermana me lo recomendó.

Ella es muy buena escribiendo y tiene una pasión admirable por la lectura. Da gusto verla leer porque se nota que cuando lee un libro, lo disfruta y comprende bien la historia. Por eso tengo tanta confianza en su opinión, ya que gracias a mi hermana he encontrado otra manera de entretenerme y poder vencer el aburrimiento. Es como si me hubiese creado un mundo de imaginación único para mí en el que solo existo yo y mis libros.

Ojo de Nube no es un libro normal como cualquier otro, hace que te des cuenta de que las personas que menos crees que valen son las que más valentía, conocimiento y bondad poseen. Es una sensación inexplicable. Por eso la primera vez que lo leí me quedé absorta con él.

Todo comenzó cuando Abeto Floreciente dio a luz a su primer hijo, al que llamaron Cazador Silencioso porque no lloró durante el parto, ni al sumergirlo en el agua. Por eso, Luz Dorada, que era la abuela del niño, supo que la ausencia del llanto de su nieto no era un buen presagio.

Al pasar varios días, Cazador Silencioso no había emitido ningún sonido y seguía con los puños y ojos cerrados, hasta que un día lanzó un sonoro berrido. Despertó a todos los habitantes de la tribu y evidentemente a su familia, que dormía junto a él. Pero de repente, este abrió sus ojos y se pudieron vislumbrar unas córneas absolutamente blancas, como si la nieve y las nubes se hubiesen quedado atrapadas en ellas. Por esto le cambiaron el nombre de Cazador Silencioso a Ojo de Nube.

La tribu Crow pensaba que un ciego sería un obstáculo para  ellos al tener que viajar a las praderas, a las montañas, cuando tuviesen que cazar o pescar e incluso cuando tuvieran que escapar de las amenazas. Sin embargo, Ojo de Nube, que parecía el que menos tenía que aportar, fue el “crow” que tuvo la valentía suficiente como para burlar a la otra tribu, los Malacosa.

Este libro me llamó bastante la atención, no solo por su argumento, sino porque me impresionó la manera en la que les dan protagonismo a aquellas personas que tienen discapacidades, ya que desarrollan otras virtudes únicas que solo ellas pueden dominar. Por ese motivo escogí Ojo de Nube, y estoy orgullosa de ello.

 

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