El niño del pijama de rayas
Autora: Julia del Toro Torres
Curso: 2º ESO A
IES Albayzín (Granada)
Uno de mis libros favoritos es El niño del pijama de rayas de John Boyne (Editorial Salamandra). Trata de un niño, hijo de un militar nazi que se “muda”, junto a su familia, al campo de concentración de Auschwitz. Bruno, el protagonista se aburre en su nueva “casa” y decide explorar. Así llega hasta un tramo de la alambrada del campo donde se encuentra a otro niño de su edad que viste un “pijama de rayas” y surge entre ellos una amistad que les lleva a verse otros días.
Me llamó la atención la manera en que el autor nos ofrece de la guerra desde el punto de vista de un niño de ocho años; de cómo un niño es capaz de sensibilizarnos y sentir el genocidio contra los judíos a través del olor de los hornos crematorios. La inocencia del niño nos lleva el horror de la guerra a nuestra piel, y el dolor de perder a los seres queridos, nos rompe el corazón. Con este libro he sido capaz de sentir un dolor que no deseo a nadie. Frases tan simples como “Mi papá ha desaparecido” describen cómo vivían aquella situación los judíos y, frente a ellos, quienes se dedicaron a matar de forma fría y como algo rutinario.
Por eso, me gusta este libro, porque nos mete en los zapatos de los judíos, vestimos sus ropas, jugamos con sus juguetes y vivimos y padecemos con las pequeñas cosas de la vida que acaban en el campo de concentración con las atrocidades de que son capaces otros seres humanos. Pero, al mismo tiempo, nos ofrece la perspectiva de otros niños no judíos que, por el contrario, tendrán la satisfacción de realizar lo que desean, reirán con sus amigos en el parque y, lo más importante, no tendrán que sufrir la pérdida de sus abuelos. Tampoco amarán a sus hijos, ni los echarán de menos cuando se vayan de su casa.
El libro nos ofrece las experiencias de millones de personas que no pudieron vivir por las guerras. Y, por todo ello, os recomiendo este libro, porque todos debiéramos ponernos en el lugar del otro y porque no podemos desear a los demás lo que no queremos para nosotros. Estaría bien que todos aportáramos nuestro granito de arena para intentar evitar, de alguna manera, esta experiencia tan horrible y que nunca volviera a publicarse un libro así.
Con Amor, Simón
Autora: Esther Molina Fernández
Curso: 2º ESO B
IES Albayzín (Granada)
Para mí, esta es una de las novelas que más me han aportado, ya que habla de cómo la sociedad actual acepta a la persona homosexuales y los pensamientos y opiniones de Simón, un chico normal, pero con un gran secreto, es gay.
Todavía no ha salido del armario, pero ya piensa en contárselo a su gente más cercana, y contacta con Blue, un chico homosexual que cuenta su experiencia en redes sociales ocultando su identidad con el nombre de BlueGreen0129. A medida que Simón va contando su historia en el libro, se va dando cuenta de que, e-mail a e-mail, se está enamorando de Blue y decide descubrir su verdadera identidad. Pero, ¿podrá Simón salir del armario? ¿Conocerá a Blue en persona?
Aquí os dejo un pequeño resumen del libro, pero ahora daré mi opinión. Últimamente, tengo muy presente la homosexualidad, cómo mira la sociedad a gente que rompe “las normas” en el amor. Aún sigue habiendo gente que mira mal a estas personas, en algunos casos, llegan a matar a gente así por el hecho de ser diferente.
Una de las frases de este libro más bonita y razonable es: ¿Por qué no son la excepción los heterosexuales? En esta frase encuentro muchos significados y mensajes: mensajes inexplicables, significados de una sola palabra… Uno de los significados que yo encuentro es que las cosas nuevas o excepcionales son malas y la sociedad no debe verlo con ese mirar. Creo que este libro puede ayudar a mucha gente a abrir los ojos y enseñarles una vida en la que lo excepcional no va a cambiar las cosas; va a ser igualitario a todo lo que conocemos como normal.
El diario de Ana Frank
Autor: Alejandro Santiesteban Varela
Curso: 2º ESO A
IES Albayzín (Granada)
Normalmente, los libros que te obligan a leer son aburridos o no los disfrutas tanto, pero El Diario De Ana Frank es mi excepción. Todos los trimestres nuestro profesor de Lengua Española nos hace una prueba de lectura de uno de los cinco libros que nos propone todos los años. No tenía idea de la impresión que me iba a proporcionar este libro que, al final, te hace llorar.
El Diario De Ana Frank (Edición Debolsillo) es una autobiografía que escribió la autora, desde un escondite, en 1942. Ana era una niña judía de 13 años que durante la II Guerra Mundial tiene que esconderse para escapar de la persecución nazi. Y se oculta en el edificio en el que antes trabajaba su padre, junto a otras siete personas. Después de haber estado ocultos dos años, son descubiertos y enviados a los campos de concentración.
Cada palabra de este libro, cada pensamiento que Ana escribe, cada suceso que cuenta, es la cruda realidad que tuvieron que vivirlos judíos en la II Guerra Mundial. Es un libro lleno de realidades y no de algo ficticio como los cuentos de hadas y de príncipes y princesas. Un libro que te hace ver el desprecio que les tenía y cómo esa niña de pocos años vive ese horror.
A lo largo del libro Ana intenta encontrarle un sentido al holocausto y contrasta lo que vale la guerra y el hambre que provoca. Leyendo el libro te das cuenta de lo importante que es tener algo tan básico como una cama o llevarte algo a la boca, que pueden parecer insignificantes, pero que tienen mucho valor.
El color de tu piel, tus creencias, tus pensamientos o tu género, nunca debe ser una razón para odiar y, mucho menos, para disponer de la vida de los demás. Nosotros somos dueños de nuestra vida y nadie puede maltratarnos, insultarnos o matarnos solo por ser de otra raza o de otra religión. El libro te deja un sabor amargo y piensas que el ser humano puede hacer lo más bello y también lo más horroroso. Al final, el libro me parece que puede ser un antídoto contra todas las intransigencias.
Guardianes de la ciudadela. El bestiario de Axlin
Autora: Luz Teruelo Puerta
Curso: 2º ESO A
IES Albayzín (Granada)
Hay cosas que llegan a nosotros por casualidad, otras que esperamos con ansias y algunas a las que ponemos expectativas tan altas que, cuando llegan, nos decepcionan. Otras, en cambio, no resultan indiferentes a primera vista y, luego, nos sorprenden, te atrapan, te hacen soñar despierto, te transportan como en un viaje… Y eso fue lo que me pasó con Guardianes de la Ciudadela, la trilogía de Laura Gallego (Editorial Montena, 2018).
Es la historia de una niña, Axlin, que vive en un mundo donde los monstruos están cada vez más cerca de acabar con los humanos y decide hacer un libro para conocerlos mejor y acabar con ellos de forma que algún día pueda regresar a su aldea natal para compartir el conocimiento y vencer a los monstruos de una vez por todas.
La idea de que solo un libro –solo los libros- puede salvarnos me pareció muy sugerente en este mundo donde los libros no significan nada. Y empezó a ser mi libro favorito porque me estremecía escuchar las pezuñas de los relinchantes corriendo a lo lejos o cuando los abrasadores aparecen o a lo lejos sonaba el característico “flapflap” de los pellejudos con los que se me ponía la piel de gallina. Eso y otros monstruos me llenaban de miedos, de los misterios que se esconden en la Ciudadela o los secretos que ocultan las frías miradas de los guardianes de los ojos dorados. Y sentía los más de tres centenares de latigazos que Xein sufrió, la rabia al descubrir la traición de Godrix o el profundo rechazo que me producen los innombrables.
Y es increíble que un grupo de palabras –un libro es ESO pueda hacerme sentir viva porque, aun siendo consciente de que todo es ficticio, lo que siento es real. Y aunque por separado estos sentimientos no parezcan lo más agradable del mundo, en conjunto me permiten evadirme durante unas horas y, eso, en este tiempo, no tiene precio.