El bestiario de Axlin
Autor: Alejandro Gutiérrez Corpas
Curso: 2º ESO C
IES El Tablero (Córdoba)
Esta novela de fantasía está escrita por la escritora española Laura Gallego, una famosa escritora de novelas de todo tipo, desde fantasía hasta policíacas. Empezó desde muy joven a escribir junto a una amiga suya y nunca ha parado de hacerlo.
Esta novela forma parte de la trilogía, Los guardianes de la ciudadela. El libro trata sobre un mundo donde reinan los monstruos, el miedo y la muerte, ya que hay decenas de tipos de monstruos, cada uno con una letal forma de matar, devorar y torturar a las pobres personas que día a día luchaban por su vida y la perduración de sus respectivos enclaves.
Cada enclave tenía sus propios monstruos y formas para repelerlos, por ejemplo en el enclave de Axlin una niña de nueve años, la protagonista de esta historia había varios tipos de monstruos como los Dedoslargos, unos monstruos que entraban en las casas por la noche y con sus largos dedos y cuerpo huesudo y pálido iban buscando a gente con cabello largo para cogerlos por los pelos y llevárselos a una velocidad pasmosa a sus madrigueras, donde los devoraban vivos y guardaban allí todos los cabellos de sus víctimas, la forma de evitarlos era cortándose el pelo.
También tenían unos llamados Nudosos que eran unas criaturas con tentáculos que excavaban túneles y atrapaban a la gente por los tobillos para meterlos en sus madrigueras. Un Nudoso hizo que Axlin se quedara con una cojera.
Axlin vivía en un enclave del oeste que eran los más precarios y abandonados del mundo. El suyo como muchos otros estaba formado por una empalizada de troncos como defensa, las casas (de un solo piso) y cultivos se situaban dentro y en el centro había una casa muy grande en la cual los niños y niñas dormían y eran cuidados por todo el pueblo. Estos niños al nacer los separaban de sus padres ya que al morir tanta gente evitaban que el dolor al perder a alguien disminuyera.
Axlin como todo habitante debía ayudar con las tareas del enclave, como cultivar, cuidar del ganado o lavar la ropa, pero un día el escriba de su aldea le pregunto que si quería aprender a leer y escribir para así ser una escriba, ella aceptó y en sus horas libres envés de jugar con los otros niños se dedicaba a ir a las clases que el escriba le daba o se ponía a escribir con una ramita en la tierra, al paso del tiempo e escriba murió y le dejó a Axlin el libro de su enclave, que tenía escrito los líderes de enclave que habían mandado y los nacimientos y muertes de los habitantes. Axlin aburrida de tener que escribir esas cosas y de tener su vida ya escrita debido a que cuando alguien crece y llega a la edad adulta (a los 14 años) debía casarse y tener el máximo de hijos para así ayudar a crecer al enclave, un día un mercader trajo a muchas personas de otros enclaves, lo que suponía que podría irse del enclave sin preocuparse de que se quedaran sin habitantes, entonces decidió algo muy importante en su vida que era embarcar en un viaje que la llevase de enclave en enclave para conocer nuevos monstruos y métodos para combatirlos y así fomentar el conocimiento de formas de evitar morir por culpa de los monstruos.
Otro motivo de su decisión fue que no quería ser madre y vivir una vida aburrida y también porque quería hacer un viaje hacia las tierras del este donde decían que la vida era más fácil y los enclaves estaban protegidos por murallas de piedra, pero sobre todo eso había un sueño que quería cumplir y era que la gente hablaba de un lugar llamado La Ciudadela, decían que era un enclave en el que los monstruos no podían entrar, que había grandes bibliotecas llenas de libros, que tenía unas murallas tan altas y lisas que los Crestados no podían escalar, que tenía los suelos empedrados para evitar la entrada de Nudosos, que tenía unas puertas tan grandes y robustas que ningún Lenguaraz podía quemar ni que los Roba huesos podían echar abajo, en definitiva un lugar en el que la gente vivía tranquila sin miedo y que podía llegar a vivir cincuenta años y no veinte.
El día en el que Axlin se marchó la despidieron a lo grande y montada en el carro del mercader con dos escoltas a cada lado cruzó la puerta y salió al exterior, durante el viaje tuvo tanto miedo que le daban ganas de volver pero al ver que seguía viva decidió seguir, como era lógico tuvieron varios ataques de monstruos pero los escoltas acababan co ellos fácilmente, solo en una ocasión vieron la muerte muy cerca cuando un galopante, un monstruo el doble de grande que un caballo, sin pelo, con una cola terminada en punta y unos ojos rojos estuvo a punto de matarlos. Pasaban las noches en refugios de los caminos, Axlin siempre iba con libro y pluma escribiendo información sobre los monstruos y un día ya cerca de la ciudadela para en un sitio llamado la jaula que era una posada con una gran jaula de metal cubriendo todo el edificio, servía para protegerse de los ataques de unos monstruos gigantes parecidos a los murciélagos que no paraban de chillar.
Un día Axlin se tuvo que separar del mercader al que acompañaba ya que la jaula era el final de su ruta, se tuvo que buscar a otro pero no lo encontraba, pero un día en el mercado de la jaula encontró a alguien encapuchado que vendía objetos hechos con partes de monstruos, Axlin se interesó mucho ya que era difícil conseguir esas cosas, estuvo hablando con él y al final hizo un trato que consistía en que ella le prestaba su libro para que lo leyese y él le llevaba al lugar del que obtenía esos materiales que vendía, el individuo siempre que algún guardián de la Ciudadela se acercaba a él se escabullía ya que no quería desvelarles donde conseguía lo que vendía. Cuando llegó el día de partida él le llevó a donde compraba sus cosas, era una aldea donde vivía una mujer co su hijo de quince años la edad de Axlin, ella se quedó una temporada allí a vivir y se hizo novia de Xein, Xein era de cuerpo musculoso y atlético, pero lo que más le llamaba la atención eran sus ojos dorados la facilidad con la que mataba a hordas de monstruos y que su madre y el viviesen en una aldea sin murallas y no se hubiesen muerto ya. Y así es como acaba este libro.
Opinión:
Este libro la verdad es que me ha encantado y enganchado muchísimo, ya que es muy entretenido el tema de que haya enclaves en los que la gente sobrevive de monstruos que en muchas ocasiones acababan con ellos, también tengo que decir que la escritora sabe cómo escribir mucho sin repetir mucho las mismas cosas, que no se te hace pesada la lectura y que sabe cómo enganchar a la gente. Aparte de este libro yo he leído muchas otras sagas de libros escritas por ella como Las Crónicas de la Torre, Donde los árboles cantan y Cuando me veas. Y todos esos libros me han gustado mucho y se la recomendaría a la gente que le gusta la buena literatura.