Mi libro favorito
Autora: Elena Gámez Rodríguez
Curso: 2º ESO D
Centro: IES Huarte de San Juan, Linares (Jaén)
He de admitir que la primera vez que vi Memorias de Idhún lo primero que pensé es que no quería leerlo. No me malinterpretéis; por fuera era realmente atractivo, con esa portada tan curiosa llena de agujeros y papel brillante debajo como en los discos. No, más bien era por su tamaño. Se podría decir que en ese momento no era muy amante de los libros.
Siempre dicen que no juzgues a un libro por su portada, pero yo más bien lo hacía por su número de páginas. Me parecían demasiadas, a pesar de no ser, en realidad, nada excesivo. Pero como mi madre me lo ofreció, pues no tuve más remedio.
Así que en clase decidí empezar a leerlo, cuanto antes me lo leyera y me lo quitara de encima, mejor. Leí las primeras diez páginas y mi vida cambió. Parece una exageración, pero lo hizo.
Recuerdo cómo cerré el libro y me quedé como cinco minutos parada mirando al infinito. No sabía que en diez páginas alguien pudiera captar tu atención de aquella manera. El libro empezaba fuerte y me había sorprendido mucho. Nada de presentaciones, nada de introducciones sosas. No, me encantó como empezaba.
Y a partir de ahí, no pude dejar de leer. Leí todo lo que pude en clase y me fui a mi casa corriendo cuando terminé de la escuela. Y por primera vez en mi vida hice algo que nunca había hecho. En vez de llegar, poner la mesa y ver la tele, me puse a leer.
Creo que si un libro puede hacer que alguien que odie la lectura vaya corriendo a su casa con el único de propósito de leer, es que es muy bueno. Ese día no dejé de leer y así fue como en solo tres días me terminé un libro de seiscientas páginas.
Memorias de Idhún trata de un chico, llamado Jack, que es rescatado por tres personas que se hacen llamar La Resistencia. Son enviados de otro mundo y van en busca del último dragón y del último unicornio para que salven su mundo de Ashran “el Nigromante” y los sheks, unas serpientes enormes aladas. Allí, conoce al príncipe Alsan que le enseñará a manejar espadas legendarias, a Shail el mago y a Victoria. Pero, claro, un asesino enviado para acabar con ellos, Kirtash, no se lo pondrá nada fácil.
Aparte de mezclar luchas y magia, tiene su parte de drama e incluso algo de romance, por lo que mezcla muchos elementos, pero consigue que combinen a la perfección. Hace que te quedes enganchado y si dejas de leer, no paras de pensar en él, ya que necesitas saber qué va a pasar después.
Para alivio mío descubrí que era una trilogía y continuaba, y a pesar de que todos los libros son muy buenos, el primero en mi opinión es el mejor. No solo porque me introdujo a este increíble mundo de fantasía, sino porque me transformó totalmente.
Gracias a ese libro, me ha servido de inspiración para empezar a crear mis propias historias y a convertirme en una amante de la lectura. Desde que leí ese libro no he parado de leer libros y por fin he empezado a comprender lo increíbles que son las personas que son capaces de crear semejantes historias.
Este libro ha tenido muy buenas críticas y, a pesar de que ya tiene sus años, no demasiados (pero sí unos cuantos) sigue conquistando a gente. Ha gustado tanto que, de hecho, este mes de febrero van a sacar en la plataforma Netflix una serie adaptada del libro.
Lo bueno que también tiene es, que a pesar de ser fantasía juvenil, ha conquistado tanto a adultos como niños. Creo que no se puede pedir más de un libro y debería ser un bestseller.