Colegio San Luis y San Ildefonso (Montilla, Córdoba) 2021

El club de las zapatillas rojas 1

Nombre: Clara Ramírez Cobos
Curso:
Centro: Colegio San Luis y San Ildefonso (Montilla, Córdoba)

Este libro narra la historia de unas amigas que se tienen que separar por el trabajo de los padres de una de ellas.

Son cuatro amigas que viven en Barcelona, pero una de ellas, que se llama Marta, se tiene que ir a Alemania debido al trabajo de sus padres, por ello deciden comprarse las cuatro unas zapatillas rojas para saber que siempre van a permanecer juntas y de ahí viene el nombre de su club. Al cabo de unos días de enterarse que se iban a separar, Lucía, Bea y Frida se tuvieron que despedir debido a que iba a empezar el curso y Marta se tenía que ir y llegar a Alemania cuanto antes.

Lucía, Bea y Frida la echaban mucho de menos y estuvieron pensando un plan para poder ir a visitarla cuanto antes, pero no encontraban la manera debido a que no tenían dinero para ir.

Unos días después, vieron un cartel con un concurso de baile en el cual el premio era un viaje a Berlín para ir a ver a Justin Bieber en concierto. Las chicas se dieron cuenta que era una oportunidad única para poder ir a visitar a Marta. Pero tenían un problema, para poder participar tenían que ser como mínimo cinco miembros, eso era un gran impedimento. Así que, realizaron un casting para buscar a gente.

Después de un largo casting encontraron a dos chicas que bailaban muy bien que se llamaban Susana y Raquel.

Empezaron a preparar el baile y estuvieron semanas ensayando, pero en uno de los ensayos, Bea se enfadó con Lucía y a partir de ahí empezaron a empeorar las cosas. Bea se empezó a juntar con la enemiga de Lucía. Las chicas no podían creer que hubiera hecho eso. Estuvieron semanas sin hablarse y dejaron de ensayar por un buen tiempo.

Una mañana en el colegio, Bea fue corriendo hacia las chicas porque les tenía que contar algo que no iban a poder creer. Marisa, la enemiga de Lucía, quería hacerles daño para que no pudieran estar en el concurso y no pudieran ir a ver a Marta. Eso les asustó bastante, porque sabían que Marisa era capaz de hacer muchísimo daño.

Los siguientes días estuvieron al margen de todo y teniendo mucho cuidado. Pero unos días más tarde, las chicas estaban más tranquilas porque habían pasado ya muchos días y no había hecho nada, pero cuando iba a empezar la clase de matemáticas, la silla de Frida se rompió y al caerse se rompió un tobillo. Se la llevaron de clase y las chicas se dieron cuenta de que se había soltado un tornillo y todas pensaron lo mismo, fue culpa de Marisa.

Las chicas se vinieron abajo, porque eso significaba que ya sí que no iban a poder participar. Pero se les ocurrió una grandísima idea en la que Frida tocaba la guitarra y haría movimientos de baile con las manos.

Los últimos días estuvieron ensayando un montón, hasta que consiguieron que a todas les saliera bien. Llegó el día de la grabación para el concurso. Todas estaban muy nerviosas y Marta les estuvo dando mucho ánimo a todas.

Todo salió mejor de lo que se esperaban y la verdad que tenían muchas posibilidades de ganar.

Estuvieron varios días esperando los resultados y cada vez estaban en un puesto más alto. Un día de esa semana les dieron la notica de que habían ganado. Las chicas estaban muy alegres y entusiasmadas y se dieron cuenta de que habían superado todos los obstáculos a los que se habían sometido.

Pudieron ir a visitar a Marta y pasar las vacaciones de Semana Santa todas juntas. Además, las notas habían sido fenomenales. Las cosas no podían ir mejor.

Siempre me he preguntado que es la verdadera definición de la palabra amistad y en este libro la he encontrado. Es ese sentimiento de conexión entre varias personas y en este libro está demostrado. De todos los libros que me he leído, este me ha dado la respuesta del por qué tengo que seguir luchando. Se muestra que si hay personas que te quieren, van a luchar por ti a pesar de lo lejos o cerca que estés de ella y que tú tienes que hacer lo mismo y debes luchar todo lo posible para conseguir lo que quieres, porque es la única manera que hay.

Siempre hay que tener esperanza, porque siempre hay algo por lo que seguir luchando.

He tenido mucha suerte de haber leído este libro y espero que otras personas puedan tener la misma suerte de poder disfrutar de este maravilloso libro.

Donde los árboles cantan

Nombre: DulceNombre Arjona Bascón
Curso: 1º ESO
Centro: Colegio San Luis y San Ildefonso (Montilla, Córdoba)

Trata de una doncella llamada Viana que tenía una vida perfecta, hasta que, en el solsticio de invierno, apareció un extraño individuo llamado Lobo que venía desde las Montañas Blancas y le comentó al rey que, tras las mismas, el ejército bárbaro se estaba preparando para atacar durante el invierno. El rey no se preocupó, ya que pensaba que era imposible cruzarlas en invierno e hizo que las familias nobles prepararan un ejército para partir en primavera.

A mediados de ese invierno llegó un mensajero real a comunicar que los bárbaros habían cruzado las Montañas Blancas y que el ejército debía partir, junto con el padre de Viana, sin ninguna certeza de volver.

A los meses llegó un nuevo mensajero, esta vez un bárbaro, que venía a decirle a Viana que los bárbaros habían ganado y que debía acompañarlo para que se casara con un jefe bárbaro.

Tras la boda, Viana se instaló con su nuevo marido Holdar en Torrespío. Después de varios días, la nodriza de Viana y Viana tramaron un plan para que Viana fingiera un falso embarazo y así no tener descendientes de sangre bárbara. Todo iba bien hasta que un día, en la cocina, Holdar le tocó la barriga a Viana y se dio cuenta que era falsa y rápidamente Viana cogió una sartén, asestó un golpe letal a su marido y posteriormente cogió un caballo y cabalgó bajo la lluvia alejándose del pueblo.

Despertó en una pequeña cabaña acompañada de Lobo, la persona que había advertido sobre el ejército bárbaro y estaban en el Gran Bosque, donde Lobo se había refugiado tras la guerra. Varios días después, Lobo le dijo que tenía que aprender a cazar y debía hacerse pasar por un hombre ya que era la persona más buscada de Nortia, por haber matado a Holdar, su marido.

Pasaron los meses y todo estaba bien, hasta que Viana se escapó al festival del Florecimiento, donde encontró al rey de los bárbaros, a quien intentó matar, dándole en el corazón, pero él se sacó la flecha y entonces ella huyó para contárselo a Lobo. Abandonaron la cabaña dirigiéndose a lo más profundo del bosque, y allí Lobo escondía un campamento con personas del pueblo.

Varias semanas después, Viana le dijo a Lobo que quería ir al corazón del bosque, donde contaba la leyenda que estaba el manantial de la eterna juventud, pero Lobo se negó, ya que eso era una leyenda, aunque Viana se escapó.

Llevaba varios días caminando cuando llegó a un río y allí encontró un extraño ser con piel moteada. Estaba boca abajo en una roca y Viana lo sacó del agua. Parecía no saber dónde estaba y entonces decidió volver al campamento acompañada del ser que había encontrado.

Un mes después, Uri (así lo había llamado Viana) había aprendido muchas cosas y ella al ver su progreso, retomó junto a él, el viaje al corazón del Gran Bosque. Pasaron los días, llegaron a un claro en el bosque y entonces Uri se echó a llorar a los pies de un árbol que habían dañado y que derramaba un líquido blanco que era recogido por un barril.

Investigaron quién había hecho eso y encontraron un campamento de bárbaros. Viana lo comprendió todo, ya que ese era el manantial de la eterna juventud y los bárbaros lo estaban utilizando para no morir. Entonces entendió por qué la flecha no había matado al rey y decidieron volver al campamento.

Al llegar, sólo estaba Dorea (la nodriza de Viana) que les dijo que todos habían partido hacia Normont para enfrentarse a los bárbaros y entonces cogieron un caballo para ir a buscarlos.

Cuando llegaron a Normont, los bárbaros estaban esperando a Viana que iba a ser ejecutada al anochecer y se llevaron a Uri. Viana le suplicó que no lo hicieran, pero apareció el rey y le dijo a ella que el bálsamo que contenían los árboles no se podía beber pero que el bálsamo que contenía Uri sí se podía.  Viana no lo podía creer y ahí se dio cuenta que Uri era un árbol.

Viana iba a morir, cuando los campesinos empezaron a tirar tomates a los bárbaros y apareció Lobo que la rescató y la llevó a las afueras. Llegó la noche. Lobo y Viana fueron a un árbol con el tronco hueco, y Lobo le contó su plan, ya que bajo las calles había túneles y a través de ellos iban a rescatar a la reina. Así, llegaron a los aposentos reales donde los esperaba la reina y su madre y rápidamente las recogieron y volvieron a los túneles.

Iban a salir cuando Lobo dijo que había que acabar con el bálsamo de los bárbaros, y se dirigieron a la bodega que era donde se encontraba. Todos fueron menos Viana que estaba dispuesta a salvar a Uri y volvió a rescatarlo.

Cuando los bárbaros se fueron, Viana fue a rescatar a Uri, pero no pudo. En ese momento llegó Harak, dispuesto a matarla pero apareció Lobo, quien se enfrentó al rey el cual ganó, cayendo Lobo derrumbado a su pies. El rey se dirigió hacía Viana pero Lobo le corto la cabeza ya que se había untado con el bálsamo antes de quemarlo y era inmoral. De esta forma expulsaron a los bárbaros de Nortia.

Este es mi libro favorito porque rompe los moldes de la sociedad, te sumerges en un mundo en el que una mujer lucha y salva su país. Aunque los derechos de la mujer hayan avanzado desde la Edad Media, todavía queda un largo viaje para que todos seamos iguales y este libro te motiva para luchar. Te hace sentir que tú puedes cambiar el mundo y que puedes ser lo que quieras sin distinciones de género, simplemente siendo tu misma.

El coleccionista de relojes extraordinarios

Nombre: Laura Molina Baena
Curso: 1º ESO
Centro: Colegio San Luis y San Ildefonso (Montilla, Córdoba)

En este libro se narra la historia de cómo Jonathan, un chico que apenas tenía importancia para la gente de su alrededor, fue capaz de lograr algo que jamás pensó que podría llegar a hacer.

Jonathan es un chico de apenas unos quince años que había ido de vacaciones a la Ciudad Antigua con su padre y su madrastra. Era la primera vez que viajaban allí y estaba ansioso por descubrir la historia de aquella fantástica ciudad, cuyas enormes plazas lo cautivaban.

Se encontraban frente a un alto edificio que debió ser construido hace miles de años, pero que se mantenía en pie. Su padre estaba tocando a la puerta, pero no parecía haber nadie en aquel lugar y hacía demasiado calor para estar fuera. Pasado un buen rato, un señor mayor les abrió la puerta y les informó de que el Museo de los Relojes había sido cerrado hace 5 años. Al final, consiguieron convencer al señor de que los dejara pasar y conocieron al marqués, el dueño de aquel edificio. Nada más entrar, Jonathan se quedó impresionado. Había millones de relojes sobre aquellas estanterías, todos los relojes que podían existir: relojes de pulsera, de pared, de arena, ¡o incluso relojes de sol! Jonathan no creía lo que podía ver. Jamás se pudo imaginar que existieran tantos relojes o que alguien pudiera coleccionarlos con tanto afán.

Era una visita impresionante y Jonathan sentía curiosidad por saber por qué el marqués coleccionaba todos aquellos relojes. Pero a su padre se le antojó ver lo que había dentro de una sala cuya puerta estaba cerrada con tres llaves y un candado. El marqués les advirtió de que era peligroso entrar, pero su padre no le hizo caso y lo obligó a que abriera aquella puerta. Pocos minutos después de entrar, su madrastra se quedó mirando fijamente un reloj y cayó al suelo. El marqués, que en ese momento a Jonathan le pareció que no sentía apenas sorpresa ni interés por cómo se había desmayado su madrastra, les dijo que el alma de la mujer había sido capturada por el maravilloso reloj que se posaba sobre aquella mesa, y que solo podrían rescatarla si encontraban otro reloj que conseguiría salvar su alma, el reloj Deveraux. Así que Jonathan se puso en marcha para encontrar ese reloj, pero solo debían pasar doce horas antes de que el reloj se quedara con el alma de su madrastra.

Lo que Jonathan no sabía, era que hace millones de años, ese tal marqués, que era inmortal, había sido conocido por Lord Clayton y que había luchado por conseguir ese reloj para poder hacerse con la mortalidad. Pero si Clayton lograba hacerse con el reloj Deveraux, se destruiría todo el universo. Sin embargo, su oponente había conseguido ganarle y junto al resto de inmortales, se escondieron para siempre, protegiendo el reloj de todo aquel que lo buscara.

En su aventura, Jonathan se hizo amigo de Emma, una chica de la cual él desconocía que era inmortal al igual que el marqués y que había vivido miles de años atrás. Emma le condujo por las calles de la Ciudad Antigua, y pronto Jonathan se dio cuenta de que eran dos ciudades en una. Gracias a un reloj-puerta, que era un objeto con la forma de un collar, se conseguía pasar de la Ciudad Antigua a la Ciudad Oculta, con solo atárselo al cuello.

Tras muchas horas de búsqueda, Jonathan ya estaba desesperado, notaba cómo se le acababa el tiempo y se sentía incapaz de lograr nada. Cuando apenas le quedaban unas horas y pensaba que era el final de su madrastra, conoció al Contador de Estrellas, que había contado muchísimas estrellas, por no decir todas las del Universo, que lo llevó frente al Consejo. El Consejo eran todos los que intentaban que el marqués no se hiciera con el reloj Deveraux, aquellos que habían contemplado como lord Clayton, conocido como el marqués, había sido vencido en aquel duelo años atrás.

Mientras le contaban a Jonathan lo que ocurriría si el marqués se llevara el reloj, apareció un hombre en la puerta. Se hacía llamar Jeremiah y sujetaba el reloj Deveraux. Cuando Jonathan se enteró de que Jeremiah era el que había luchado contra el marqués en aquel duelo, se quedó sin palabras.

Más tarde, todos fueron al Museo de los Relojes, para poder hablar con el marqués, el cual volvió a retar a Jeremiah. Pasadas unas horas, Jeremiah volvió a ganar el duelo y el marqués volvió a ser derrotado.

Una vez hubieron acabado el combate, Jonathan tuvo una gran idea para poder rescatar el alma de su madrastra de aquel reloj sin destruir el universo. Cogió el reloj que contenía el alma de su madrastra y le dijo al marqués que lo tocase. Entonces, al tocar el reloj, el alma del marqués quedó atrapada en él y expulsó la de su madrastra.

Este libro me lo leí hace unos meses y me pareció muy intrigante y emocionante, ya que, aparte de contar una extensa historia, te hace reflexionar sobre el día a día. Una de las muchas reflexiones que me ha provocado este libro es que a veces crees que conoces muy bien a la gente de tu alrededor, pero, sin embargo, los conoces mucho menos de lo que te imaginas. Es lo que le pasó a Jonathan con Emma: se habían hecho muy buenos amigos en las últimas horas, pero lo que Jonathan jamás se hubiera imaginado, era que Emma fuese inmortal. Nosotros pensamos que lo sabemos todo sobre la vida de algún amigo o de alguno de tus familiares, y aunque sepas muchas cosas, esa persona podría haber pasado por muchos malos momentos o haber vivido impresionantes aventuras.

Otra cosa que me ha enseñado este libro es que debes confiar en los que te rodean y en ti mismo. El marqués no confiaba en sí mismo y a causa de eso perdió varias veces el combate, sin embargo, Jeremiah confiaba mucho en sí mismo y sabía que podía lograr lo que se propusiese.

También te enseña que no te debes fijar en las cosas materiales, sino en tus amigos y familiares. El marqués estaba tan obsesionado por conseguir aquel reloj que se olvidó de que, aunque fuera inmortal y viviera por toda la eternidad, tenía que disfrutar de todas aquellas personas que le rodeaban y dejar de centrarse en las cosas negativas.

La mayoría de las veces nos dejamos llevar por las ambiciones y dejamos atrás lo que de verdad importa. El marqués tenía tantas ganas de conseguir aquel reloj que dejaron de importarle el resto de las cosas en el mundo, sin embargo, el Contador de Estrellas decidió seguir aprendiendo y fue capaz de superarse a sí mismo y de crear cosas que nadie antes había conseguido o incluso contar las estrellas del Universo, aunque sabemos que eso es imposible. A veces nos sentimos incapaces de lograr nada, pero en realidad somos capaces de hacer todo eso y mucho más.

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