El diario de Ana Frank
Nombre: Paula González Román
Curso: 2º ESO A
Centro: IES Antonio Machado (La Línea de la Concepción, Cádiz)
Mi nombre es Paula González Román, soy de La Línea de la Concepción y estudio 2º de ESO en el Instituto Antonio Machado. A continuación os voy a presentar uno de mis libros preferidos. He decidido elegir este libro porque aunque es muy conocido en todo el mundo desde hace mucho tiempo, transmite muchas sensaciones, emociones y sentimientos necesarios en la época en la que vivimos.
La protagonista, Ana Frank, es una niña judía que vivió la Segunda Guerra Mundial. A Ana le hicieron varios regalos por su cumpleaños, entre ellos un diario que le llamó mucho la atención, en el que día a día escribía sobre ella y sus vivencias durante la guerra. Me gusta Ana Frank porque la considero una chica valiente, un ejemplo a seguir para todas las niñas del mundo.
Le tocó vivir una época muy cruel. Los nazis, al mando de Hitler, querían acabar con los judíos sin razón ni motivo alguno. Fueron expulsados de sus viviendas y existían restricciones, únicamente para ellos. Ana vivía en la ciudad con su familia, pero tuvieron que preparar un lugar donde se mantuvieron escondidos junto con otras familias.
Fueron tiempos duros, donde se les arrebató a los judíos la libertad y la “dignidad”, llevándolos a campos de concentración y sometiéndolos a maltratos que desembocaban en la muerte en la gran mayoría de ocasiones.
Eran momentos tristes, no podían hacer una vida normal, carecían de derechos y libertades, vivían asustados, con temor y con incertidumbre sobre qué iba a ocurrir con ellos, ya que en cualquier momento su vida podría cambiar. Ana no podía evitar atemorizarse al oír el timbre de la casa ¿y si eran ellos? ¿y si la separaban para siempre de su familia? Pienso que llevar una vida así es muy difícil, y aunque nos parezca un hecho que ocurrió hace mucho tiempo, no
debemos olvidar que aún hay muchos niños y niñas que viven con miedo debido a las guerras que se producen en sus ciudades.
Para ella era difícil socializar con las personas y conocer nuevos amigos porque al ser judía tenía que acudir a sitios únicamente para ellos como el colegio o el mercado. También tenían que llevar una “marca” para indicar que eran judíos, lo cual empeoraba la situación de discriminación que sufrían en su día a día. No podían salir a la calle a partir de ciertas horas y las personas no judías evitaban relacionarse con ellos porque era peligroso.
Yo siempre pensé que la guerra fue atroz, pero nunca se es del todo consciente de lo que realmente ocurrió hasta que se escucha un testimonio en primera persona como el de Ana Frank.
Para acabar, me gustaría expresar que este libro ha cambiado completamente mi forma de pensar sobre la vida. Me ha hecho reflexionar sobre lo afortunados que somos realmente. Tenemos que darnos cuenta de lo que somos y tenemos hoy en día, y debemos entender que la felicidad no se encuentra con dinero ni poder, sino a nuestro alrededor y en nuestro día a día, porque como dijo Gandhi “La felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice, y lo que uno hace está en armonía”. Esta es una lección que tendrían que aprender aquellos que arrebataron la vida a los judíos, y a Ana Frank.
Las lágrimas de Shiva
Nombre: Gisela Marín Quero
Curso: 2º ESO A
Centro: IES Antonio Machado (La Línea de la Concepción, Cádiz)
Me llamo Gisela Marín Quero y estoy en 2º de ESO del Instituto Antonio Machado, en La Línea de la Concepción. El libro que os voy a presentar, hace pocos meses que lo leí, un libro estupendo, hasta ahora mi libro favorito: Las lágrimas de Shiva, del autor César Mallorquí. Este libro lo conocí por un proyecto que empezamos a realizar en clase de Fomento a la Lectura.
Las lágrimas de Shiva, es una novela llena de misterios y secretos en la cual un collar majestuoso es el causante de todos los problemas que hay en villa Candelaria. Cuando lo empecé a leer, no podía parar, cada página que pasaba me entusiasmaba más. Es un libro que nos permite entrar en la vida del personaje, Javier, que estaba desilusionado por el verano que tenía que pasar en Santander, lejos de su familia. Muchas veces no es fácil salir del ámbito familiar, como en este caso tuvo que hacer nuestro protagonista. Esta parte de la novela, en la que Javier se tiene que ir a pasar el verano con sus tíos y sus primas porque su padre está enfermo, considero que puede ayudar mucho a adolescentes como yo, ya que siempre pensamos que los cambios son malos, pero esta historia nos hace ver la vida desde otra perspectiva, y resultar que al final, los cambios pueden llegar a aportarnos grandes experiencias, como a nuestro protagonista. Cuando Javier llega a casa de sus tíos, siente que su vida está patas arriba, como a veces nos hemos podido sentir algunos de nosotros. Con el paso del tiempo, va conociendo a sus primas, las cuatro flores: Azucena, Violeta, Rosa y Margarita.
Las cuatro flores eran muy interesantes, sobre todo Violeta, que a lo largo de la historia es la que más comprende a Javier. Los dos son los únicos que presenciaban y sentían algo que nadie más podía: el fantasma de Beatriz Obregón. Todos tenemos a una persona así en nuestra vida, que nos conoce tan bien que puede saber lo que sentimos y lo que pensamos en cada momento, por ejemplo como una madre o incluso un simple amigo.
Los capítulos pasaban y cada vez el libro se volvía más interesante, me llamaban la atención las maravillosas historias del pasado de la familia Obregón: el robo por parte de Beatriz de un collar que provocó que la familia Obregón fuera deshonrada durante años y años. Beatriz estaba prometida con un hombre al que no amaba, este le regaló un carísimo y precioso collar: Las lágrimas de Shiva. Ella decidió no casarse con él, fugándose en barco con su amante, pero ni la familia de Beatriz ni la de su prometido lograron encontrar el collar, por lo que creyeron que se lo había llevado. Violeta y Javier se empeñaron en desvelar el gran misterio del collar, ellos sentían como el fantasma de Beatriz se lo estaba pidiendo.
Después de muchas aventuras, investigaciones e intrigas, que no quiero revelar por si os queréis leer el libro, por fin descubrí el gran misterio: Beatriz Obregón no era una ladrona. El fantasma de Beatriz no pudo descansar hasta que Violeta y Javier resolvieron el robo. Esto me hizo reflexionar sobre lo mucho que juzgamos a las personas sin saber por lo que están pasando. Beatriz estaba obligada a casarse con el hijo de los Mendoza. Tantas y tantas aventuras vividas entre Javier y Violeta hizo que surgiera una pequeña chispa entre los dos, no podía creérmelo y no podía dejar de preguntarme si acabarían enamorados, o si sus padres lo aceptarían.
Uno de mis momentos favoritos del libro llegó cuando el collar fue encontrado por Javier. Fue muy emocionante leer cómo logró encajar todas las pistas y descubrir el lugar en el que siempre había estado. Los tíos de Javier no podían creerse que el collar hubiese aparecido, supongo que nunca hay que rendirse, por mucho que pase el tiempo. La familia Obregón, muy entusiasmada por poder, por fin, dejar la mala reputación a un lado, llevó el collar que tanta rivalidad había creado entre las dos familias a sus dueños: la familia Mendoza.
En cuanto a las primas, gracias al descubrimiento de Javier y Violeta, Rosa pudo desvelar el amor que sentía por Gabriel, que pertenecía a la familia Mendoza. Se sintieron liberados para poder amar sin esconderse. Violeta y Javier por fin se demostraron su amor y con un gran beso se despidieron en las vías del tren, ya que Javier debía marcharse a Madrid, el verano había terminado.
Este libro me ha gustado mucho por la emoción de la historia, y también porque contiene enseñanzas importantes que nos pueden servir como modelo para saber cómo actuar en momentos determinados.
Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes
Nombre: Miranda Ruiz Durán
Curso: 2º ESO A
Centro: IES Antonio Machado (La Línea de la Concepción, Cádiz)
Me llamo Miranda Ruiz Durán, vivo en La Línea de la Concepción (Cádiz), y estudio 2º de ESO en el instituto Antonio Machado. A continuación, os voy a contar la historia del libro que he elegido.
Como todos los 6 de enero, me levanté impaciente y temprano para ver lo que me habían traído los Reyes Magos. Entre los regalos encontré el de mi tía Julia, que siempre es un libro. Pero este año, no era un libro como los de siempre, no solo trataba de una historia, contaba muchas historias.
Se titula Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes y en él se relata la vida de cien mujeres importantes que han vivido a lo largo de la historia. Este libro me ha sorprendido mucho, porque no he leído nunca un libro así, ya que inspira a muchas niñas a ser lo que quieran ser, desde una gran científica a una maravillosa cantante de ópera.
Entre los relatos de mujeres que más me gustaron se encuentra el de Coco Chanel. De pequeña vivía en un convento y hacía los vestidos a sus muñecas con los retazos de las faldas de las monjas, pero le gustaba tanto coser y hacer ropa que, de mayor, logró hacerse diseñadora de moda y tener su propia boutique. Revolucionó el mundo de la moda y hoy en día, aunque ella ya no vive, su firma es de las más prestigiosas e importantes.
También me ha encantado el capítulo dedicado a Simone Biles, ya que es una gimnasta y a mí me gusta mucho el deporte. En el relato ella cuenta que lo importante no es ganar medallas, sino dar lo mejor de sí misma, y con esa forma de pensar fue capaz de ganar cinco medallas en las Olimpiadas de Río.
En otro capítulo he encontrado a Marie Curie, a la que conocí cuando visité París. Pero lo que no sabía es que había estudiado en la Universidad Flotante, llamada así porque los alumnos y los maestros tenían que cambiar de ubicación constantemente porque era secreta, ya que en la época las mujeres no podían estudiar, y esta universidad sí las admitía. Por eso se marchó a la Sorbona. Hizo grandes descubrimientos en radiactividad. Pero lo mejor es que fue la primera mujer en recibir un premio Nobel y la primera persona en recibir dos premios Nobel de distintas categorías.
A Cleopatra la conocí viendo pelis antiguas con mi abuelo, pero gracias a este libro recordé que se casó dos veces y que además fue la última faraona del Antiguo Egipto. Me encantan las ropas que usaba Cleopatra tan ostentosas y con tantos detalles.
La historia de Malala Yousefzai es la que más me ha impresionado. Era una niña que vivía en Pakistán y adoraba estudiar. Tras ser invadidos por los talibanes, a las niñas se les prohibió asistir al colegio, por ese motivo ella protestó en internet y en televisión. Después de eso, un día al ir a clase recibió un disparo en la cabeza por parte de unos talibanes, pero tuvo la suerte de salvarse. Desde entonces ella defiende los derechos de las mujeres y por ello ha recibido el Premio Nobel de la Paz.
Al terminar de leer el libro, me he dado cuenta de que las niñas y las mujeres no lo han tenido fácil, sobre todo algunas que han vivido en épocas y lugares difíciles para hacer sus sueños realidad. Fueron rebeldes y nunca se rindieron, por eso me gusta tanto.
Solo he podido contaros una pizca, pero animo a todos y a todas, grandes o pequeños a leerlo, porque a lo mejor algún día podéis ser parte de las páginas de un libro como este.
Óyeme con los ojos
Nombre: Patricia Tomillero Almida
Curso: 2º ESO A
Centro: IES Antonio Machado (La Línea de la Concepción, Cádiz)
A la hora de elegir un libro nos solemos dejar llevar por diferentes aspectos como, por ejemplo, la portada o la temática, ya sea ciencia ficción, aventuras, terror. etc., pero debemos tener en cuenta que podemos toparnos con alguno que nos dé una lección de vida, aunque previamente su apariencia no nos haya llamado la atención.
Esto es lo que me ha ocurrido al leer Óyeme con los ojos, una historia cuyo protagonista es sordo, pero no de nacimiento. Él tiene que afrontar el día a día con valentía, superación y dando ejemplo de cómo ver la vida desde otra perspectiva. Aunque reconozco que no debe ser fácil vivir en una situación así, hay que ver el lado positivo como hacía Horacio, que tenía tanta imaginación que se inventaba los sonidos según la forma y el color que tuviera el objeto, animal, etc.
Creo que para sus padres debió ser duro ver las dificultades con las que se encontraba Horacio en su día a día, aunque no lo demostrasen delante de él, y es admirable cómo siempre buscaban la forma de que su hijo se integrara en la sociedad. Una sociedad en la que vive con ventaja, como decía su madre, pues él ve cosas que el resto no aprecia.
Pienso que, en la situación de Horacio, es importante rodearnos de personas que nos motiven con su energía positiva (como Emma, la mejor amiga de su madre). Sin embargo, también nos podemos encontrar con aquellas que no nos acepten tal y como somos. Esto es lo que le ocurría a Beatriz, quien tenía una ahijada sorda como nuestro protagonista, llamada Diana. A esas personas que no aceptan diferencias como las que tenían Horacio o Diana, lo que les pasa es que no saben cómo lidiar con este tipo de situaciones, y es por eso que habría que enseñarles que todo el mundo se puede integrar en la sociedad sea cual sea su situación. Estamos rodeados de muchas personas diferentes, pero todas ellas nos pueden aportar multitud de experiencias o vivencias con las que aprenderemos mucho en la vida, ya que “no se trata de tener derecho a ser iguales, sino de tener igual derecho a ser diferentes”.
En nuestro día a día podemos relacionarnos con personas que muestren una imagen o un carácter que no son propios de ellos, y es importante que antes de juzgarlos, conozcamos el verdadero motivo del porqué se comportan así. Un ejemplo de ello podría ser la percepción que tenía Horario sobre Beatriz. Aunque ella aparentaba ser una persona seria, él veía indicios de que esa no era la realidad, pues toda su casa era original, sus paredes, techo y demás adornos no presentaban ninguna línea recta.
Hay veces que la gente no entiende o no comprende el dolor que algunas personas llevan consigo y tienen que pasar por una situación similar para comprenderlo, como le pasó a Beatriz tras el accidente, que supo valorar la presencia de Horacio, porque era un referente para ella. Esto se debe a que se vio reflejada en él, ya que en ese momento no podía andar y se había convertido en quien ella siempre había temido.
No comprendo tampoco a las personas que se burlan de otras, con el consecuente daño
que les pueden hacer, porque pienso que la persona que hace un comentario despectivo ya no se acordará de aquella a la que se lo ha hecho, pero a esta no se le olvidará el dolor que le ha causado. Para que esto se evite, tiene mucho peso la educación que se le inculque a un niño desde que es pequeño, mostrándole buenos valores y respeto hacia los demás, haciéndoles ver que todos somos distintos. Como decía la madre de Beatriz: “Algo te cojea en el alma al no aceptar las imperfecciones de otros”.
Una parte del libro que me ha gustado mucho es cuando Horacio entra en la habitación de Beatriz y observa detenidamente el cuadro situado en una de las paredes de dicha habitación. En él, aparece un árbol con las raíces arrancadas. Esto me hizo pensar el significado que podría tener dicho cuadro, cuyo significado interpreto así: si algo o algún sitio no nos gusta, o por algún motivo no nos deja crecer, somos libres para movernos y buscar donde podamos ser felices.
Otra parte que me ha parecido curiosa es cuando la cuidadora de Beatriz se dirige al niño como “el pobre angelito”, como si sintiera pena de él, cuando en realidad su sentimiento hacia él debería ser de admiración.
Ahora quiero ponerme en la piel del protagonista y sentir las emociones que puede vivir en su día a día. Abrir los ojos y escuchar solo silencio, buscando una mirada que transmita compañía y evitar la soledad. Tener que recordar las voces de mis seres queridos porque ya no puedo volver a oírlas.
Dirigirme al colegio y sentirme allí igual a los demás, porque todos tienen la misma diferencia que yo. Ir por la calle y no poder escuchar los sonidos de la naturaleza, por ejemplo, y no entender cómo aquellas personas que sí pueden oír no se paran a apreciarlo. Y así, multitud de situaciones de la vida cotidiana.
Pero… aunque Horacio no pueda escuchar, tiene otras cosas que los demás no iban a alcanzar jamás: tiene tanta imaginación, que con ella puede crear multitud de mundos diferentes. Nos puede enseñar que, aunque te falte un sentido, puedes darle sentido a la vida de los demás.
Quiero citar algunas frases que me han gustado del libro y me han llevado a hacer esta reflexión: “Quiero bailar no bajo la lluvia, sino con la lluvia”, “El silencio es como un mar invisible que lo rodeaba y le hacía sentirse lejos de los demás”, “Seguro que por eso sabe pintar tan bien, porque sabe mirar y por eso se llama Miró”, “¿Por qué la gente que puede hablar no habla?”, “Su madre no le hacía caso… ¿quién era el verdadero sordo?”.
En conclusión, no debemos dejar que nadie nos haga sentir mal por ser distintos. Hay que superarse día a día a pesar de los obstáculos. Nos encontraremos con personas que en principio no nos comprendan, pero cuando se pongan en nuestra piel nos acabarán entendiendo. No debemos pensar como la madre de Horacio, que decía: “Eres muy pequeño para cambiar el mundo”, pues son los niños los encargados de cambiar el futuro.