Ana de las tejas verdes
Nombre: Lucía Borrego Lorenzo
Curso: 2º ESO A
Centro: IES Murillo (Sevilla)
El día que leí los primeros capítulos de esta novela en clase no sabía que iba a apasionarme tanto como lo hizo. De hecho, para que mentir, los primeros capítulos ni siquiera me atrajeron. Como dio la casualidad de que era una de las sagas favoritas de mi hermana y siempre confío en su gusto literario, comencé a leerlo por mi cuenta.
La novela narra la historia de Ana Shirley, una niña huérfana que, por error, irrumpe en las vidas de Mathew y Marilla Cuthbert, dos hermanos solteros que querían adoptar a un chico que les ayudase en la granja. Cuando en lugar de un varón reciben a una niña pelirroja vivaz y charlatana, no dudan en cambiarla y enmendar así el malentendido, pero finalmente Ana les roba el corazón con su peculiar personalidad y cambia por completo sus vidas.
Me enamoré de como al principio Ana cree que tiene que ser ella la que cambia, y al final del libro consigue totalmente lo contrario. Que sea la gente la que cambie de visión y de actitud hacia ella (de forma positiva, por supuesto). La evolución de los personajes es inmejorable, adoro a la gran mayoría de ellos y cómo se relacionan con Ana y no puedo desear otra cosa mas que no fuesen ficticios. Las descripciones tan detalladas y esperanzadoras me hacían suspirar constantemente de lo bellas que eran. Pero, separándonos por un momento de la trama del libro, eso no es lo que más me ha aportado esta novela.
Y es que no puedo expresar con palabras lo que este libro me ha hecho sentir. Cuando encuentras algo (una canción, una coreografía, una fotografía, una pintura, un poema.) con lo que te puedes identificar, sientes una de las mejores emociones existentes. Sí, es cierto que todo el mundo se siente incomprendido alguna vez. Por eso, cuando sentimos esa sensación, por unos minutos nos sentimos comprendidos al fin.
Leer esta novela me hizo sentir esto. A fin de cuentas, ¿por qué eso de la inclusión es un término tan popular? Porque en esa inclusión se logra este sentimiento. Porque sientes que hay gente, aunque sea ficticia, ahí fuera, que es como tú.
Algo que siempre les ha llamado la atención a los de mi alrededor, incluso antes de leerme este libro, era la forma en la que me expresaba. Cómo una niña de 10 años podía conocer y saber utilizar tanto vocabulario. Pero, ¿por qué era raro? ¿Acaso no es mi lengua materna? ¿Acaso no llevaba 10 años hablando este idioma? ¿Por qué empeñarse en aprender nuevas lenguas, cosas complejas, cuando ni siquiera sabes usar la tuya propia?
Por eso, cuando conocí a Ana, no pude evitar sentirme identificada con ella. Incluso para finales del siglo XIX, ella también usaba palabras extrañas y fuera de lo normal para su corta edad. Por eso me enamoré de sus conversaciones, de la pluma de la propia autora, cómo hacía que ciertas combinaciones pudieran evocarme tantos sentimientos y reproducir tanta musicalidad en algo tan simple como las propias palabras.
Y es que actualmente nos perdemos tanto. Perdemos tanto intentando acortar y resumir todo aquello que queremos comunicar. Y se nos quedan tantas palabras dentro por culpa de no expresarnos como queremos. Porque estoy segura de que hay más personas que querrían poder decir miles de cosas, pero no pueden por miedo a ser juzgados como románticos y cursis.
Pero cuando leo el libro no solo quiero volver atrás en el tiempo para usar ese lenguaje que, desgraciadamente, ahora ha caído en desuso. También quiero volver porque, aunque sé que en cierto modo no era todo así, estos libros me dan mucha paz y esperanza. Porque parece que el mayor problema que se les puede presentar es que la vaca se haya comido sus tulipanes en vez de que no has estudiado para el examen de mañana o que tu mejor amigo tarda en darle me gusta a tu foto.
Son cosas tan insignificantes, que no nos enfocamos en lo verdaderamente importante. He aquí otra de las razones por las que adoro a Ana. Ella vive. Vive cada uno de los momentos de su día, por sencillo que parezca. A pesar de que siempre he tenido esta personalidad, leer esta novela no hizo más que potenciar el disfrutar de mi propia vida, y no quejarme porque sea lunes o por alguna tontería por el estilo que siempre nubla los días de miles de personas.
Por eso al leer este libro deseaba con todo mi corazón poder estar allí, aunque sea por unos segundos. Olvidándome de la actualidad y volver a ese pasado idealista. Pasear por caminos verdes al ir al colegio en vez de por calles oscuras con tráfico. Cantarle todas las mañanas al árbol que asoma por mi ventana en vez de tener que escuchar el ruido de la obra de mis vecinos. ¿Puede todo volver a ser bello y sencillo?
Así decidí vivir mi vida desde esta lectura. Porque quizá hay algo romántico y misterioso en esas calles solitarias pero abarrotadas de coches. O quizá el ruido de la obra sea la excusa perfecta para escapar de la realidad e ir al parque a desconectar.
El mensaje es claro, yo ya lo hago. Ana nos invita a vivir la vida como lo hace ella. Hoy más que nunca, separemos nuestras vidas de las pantallas, que no hacen más que impedir que observemos nuestro entorno y provocar que en nuestro interior crezca una envidia desmesurada.
Embriaguémonos de los colores del amanecer, de la belleza del cielo estrellado y de la luna. Del aroma de las flores y del misterio de la niebla brumosa. De las gotas frías de la lluvia y del sonido de las llamas del fuego al crepitar. Vivamos nuestra vida. Vivamos como Ana Shirley.
William Wenton y el ladrón del luridio
Nombre: Nerea Rivera Martín
Curso: 1º ESO B
Centro: IES Murillo (Sevilla)
La verdad es que yo no tengo libro preferido, pero este en particular me ha gustado mucho. El libro se llama “William Wenton y el ladrón del luridio” y trata sobre un joven adolescente que posee habilidades especiales para resolver enigmas. Este libro está escrito por Bobbie Peers y su editorial es Destino. Os haré un resumen del libro, pero sin spoiler.
Este joven llamado William debe esconderse en Noruega sin llamar la atención, ya que están buscándole. Él quiere respuestas, ya que no sabe por qué no puede exhibir sus grandes habilidades ante los demás. Descubre que todo está relacionado con la desaparición de su abuelo hace años.
Pero, un día en el colegio, los llevan de excursión a ver el enigma más complicado del mundo, ‘’Imposibilitas’’, ya que ni los mejores científicos han conseguido descifrarlo. Al verlo William no se puede resistir y empieza a resolverlo.
Al final lo consigue resolver y desde entonces, ya no estará a salvo. Poco tiempo después, un día, antes de irse del país por su enorme fallo al mostrar sus habilidades, entran en su casa para buscarlo y este debe salir corriendo, dejándolo todo atrás. Pero es rescatado por un misterioso instituto para jóvenes inventores en el que misteriosamente había estudiado su abuelo.
Allí descubre que las únicas personas del mundo capaces de resolver el enigma ‘’Imposibilitas’’ fueron él y su abuelo. Se hace amigo de su nuevo orbe que le ayudará en sus dificultades y, con él, conseguirá pasar los niveles necesarios.
Allí conseguirá darle respuesta a todas sus preguntas, pero, ¿conseguirá William rescatar un misterioso artefacto llamado luridio, que además fue construido por su abuelo? ¿O fracasará?
Me ha encantado este libro, me ha parecido muy interesante y creo que es muy entretenido. Te engancha mucho ya que utiliza una técnica con la que siempre te dan ganas de saber lo que pasará en el siguiente capítulo. Además, me gusta mucho la forma de expresarse del autor.
Este es uno de mis libros preferidos, te invito a leerlo.