“El otro lado”, de Samuel Estepa
Nombre: Ainhoa Martínez Martínez
Curso: 2º ESO D
Centro: IES Padre Poveda (Guadix, Granada)
12/03/12
¡Hola! En primer lugar, me gustaría presentarme, aunque en teoría esto nadie lo debería de ver, ya que este es mi diario, mi propio diario. Pero mi objetivo haciendo este diario es que alguien, en un futuro, lea esto, estas primeras palabras, las palabras que escribiré. Ya sabes, como el diario de Ana Frank…
Aunque diciendo esto, estoy dando por hecho que este diario va a ser interesante, que me va a ocurrir algo emocionante, algo merecedor de publicar mi diario como un libro, un libro oficial, un libro que saldría en Internet, ¡un libro que lo leerían miles de personas! Pero lo único que sé, es que no quiero que este diario sea el típico que diga:
“13/02/2014
Querido diario
Hoy me he levantado, he desayunado y he ido al colegio. Allí he jugado con mis amigos Andrés, Raquel y María al escondite. ¡Ha sido muy divertido! Después del colegio hemos llegado a casa mi tía y yo. ¡Mi padre había hecho macarrones! Después de la comida no hice nada.
¡Adiós!”
Quiero que sea un diario que exprese mis sentimientos, mis emociones, algo que una persona lea y se enganche a la historia. Que no pueda parar, resumiendo un poco. Creo que me estoy emocionando un poco, todavía no sé si en mi vida pasará algo interesante. Adelanto muchos acontecimientos…, así soy.
Todavía no me he presentado, que era lo primero que debería haber hecho. Pero bueno, como dice el refrán, “más vale tarde que nunca”.
Mi nombre es Irina. Tengo 17 años. Soy alta y delgada. Mi pelo es largo, se podría decir que es rubio y castaño, ni siquiera yo lo sé, depende de cómo lo mires, puedes ver los dos colores. Siempre me dicen que me parezco a Emma Watson, aunque yo no me veo nada parecido a ella. Pero si todo el mundo lo dice será por algo. Algo bueno es que cada vez que leas mi nombre te imaginarás a esta actriz. Tengo una hermana y un hermano, ambos mayores que yo. Ella se llama Martina, y tiene 20 años. Mi hermano tiene 23 y se llama Erik. Mis padres, por desgracia, se divorciaron hace 8 meses. Fue muy triste en su día, pero ya lo he superado, aunque nada será como antes.
13/03/12
Se me olvidó mencionar ayer que mi prima Celia murió hace cinco meses, desde entonces me encanta el espiritismo. Pero solo lo sabe la novia de mi hermano Erik, o sea, mi cuñada. Se llama Sarah, su madre murió y por eso también está metida en este mundo. Si mis padres supieran que me gusta el espiritismo, seguro que me llevarían a un psicólogo o algo parecido. Pero yo estoy perfectamente, no me pasa nada. Solo hablo todas las noches con los espíritus que hay en mi habitación, lo normal ¿no? No hay noche que mi prima y sus nuevos amigos me hablen. Al fin y al cabo, estoy contenta, ella no vive tan mal como me esperaba.
Lo triste de todo esto es que no puedo iniciar una buena conversación con ella. Simplemente me escribe palabras, como mucho tres. Por ejemplo, cuando me ducho, me escribe sobre el espejo lleno de vapor: “Buenas noches” o “Hace frío”. Me gustaría que me dijera algo más, cómo ha pasado el día, cómo es el mundo en el que vive…
AYUDA
20/03/12
Llevo una semana sin escribir nada. Supongo que ya sabréis por qué. ¿Véis ese “AYUDA”? Yo no lo he escrito. Lo escribieron en mi diario la noche del 13 de marzo. Estoy deprimida, no sabéis cuanto. Llevo sin dormir desde que lo escribió. Tengo esa sensación que tienes cuando sabes que un ser querido lo está pasando mal y tú no eres capaz de hacer nada. Esa angustia, ese dolor…
Mi padre está preocupado, muy preocupado. No sabe lo que me pasa. Cuando estoy con él intento parecer estar bien, pero no, no lo estoy. Estoy muy cansada, no soy capaz de escribir, no quiero hacer nada… Solo quiero llorar, tumbarme en mi cama y dormir (si es que puedo).
21/03/12
Me duele muchísimo la cabeza. Estoy segura de que me han drogado. Esto no es normal, nunca me he sentido tan mal en mi vida. Tengo la sensación de que me voy a morir. Ojalá, para vivir así prefiero estar muerta. Así podré saber cómo vive mi prima, si vive bien, mal… Aunque me decanto por la segunda, normal, si necesitas ayuda no vas a estar en el país de las maravillas.
22/03/12
Hoy es un día muy nublado, el cielo está más negro de lo normal. No tiene sentido, ayer puse el Tiempo en la televisión, hoy día 21 iba a ser un día soleado. En fin, no le demos importancia, somos humanos, podemos equivocarnos.
22/03/12 (por la tarde)
No me lo puedo creer. Esto no me puede estar pasando a mí. Tengo que contaros esto.
Hoy me he encontrado a mi madre en la casa de mi padre. Estaban hablando. Me acuerdo perfectamente de lo que han hablado, las palabras textuales… como para olvidarlo. Estaban llorando mucho, como nunca los había visto.
“Es mi culpa, tendría que haberla vigilado más. ¿¡Cómo he podido estar tan ciego!? Irina estaba mal, no salía de su habitación, pero nunca llegué a pensar que le haya pasado esto.”
“Tú no tienes la culpa, ¿cómo ibas a saber que iba a beber de esa manera? Nunca la hemos visto beber, de hecho, ha mencionado muchas veces que no le gusta el alcohol. Ha tenido que pasarle algo grave para que recurriese al alcohol de esa manera.
Tenemos que ir al hospital, ¡tiene que despertar!”
¿Hospital? ¿Despertar? No entendía nada. Fue en ese momento cuando salí de la habitación para pedir explicaciones. “Papá, mamá, ¿qué estabais hablando? ¿Para qué queréis ir al hospital?” No me respondían, ni siquiera se inmutaban, insistí. “¡Respondedme por favor! ¿Papá? ¿Mamá?”.
“Dicen que las personas en coma pueden escuchar, tenemos que estar allí, con ella, así no se sentirá sola. Arranca el coche, no sé qué hacemos aquí todavía.”
Me quedé parada, no podía reaccionar. ¿Estaba en coma etílico? Pero si estoy aquí, con vosotros. “¡Mamá, papá, no os vayáis estoy aquí!”. De nuevo no me escucharon. Viendo que no me escuchaban por razones que desconozco, les iba a tocar para que se girasen. Esto fue lo que más me sorprendió. No había nada, los intentaba tocar y eran como un holograma.
Intenté pensar, hacerme una lista mental de lo que me estaba pasando.
En teoría estoy en coma.
Mis padres no me escuchan cuando les hablo.
Mis padres son un holograma.
Hoy iba a estar el cielo soleado, pero está nublado tormentoso.
Al cabo de minutos pensando llegué a una conclusión. Si estoy en coma etílico, mi cuerpo está en la vida real. Pero mi alma está entre la vida y la muerte. Este es el plano que hay entre la vida y la muerte, el plano de los “semimuertos”.
23/03/12
No sé si podré escribir esto, no sé cómo describirlo. No veo nada, mis ojos están llenos de lágrimas. Nunca he pasado más miedo en mi vida. Ni sé como he salido viva de esto.
Llegó la noche de ayer. Todo se volvió negro, no se veía nada. Yo estaba en mi habitación, y una persona se acercó a mí. Estaba contenta, por fin alguien podía hablar conmigo, y lo más importante, no era un holograma. Parecía amable, tenía una sonrisa de oreja a oreja. Estrechamos una conversación, todo parecía normal, como en el mundo de los vivos. Pero de repente esa persona amable se convirtió en un gas, un gas más bien grisáceo. Me asusté mucho, no era normal, aunque viniendo de este mundo todo se puede esperar.
Ese gas grisáceo cogió mi diario, lo abrió sin necesidad de usar llave, simplemente lo abrió y escribió: “AYUDA”. ¿Ayuda otra vez? Me pregunté.
Entonces pienso “Si la persona que me ha escrito es la persona con la que había hablado hace escasos minutos… ¡Todo este tiempo no he estado hablando con mi prima! Y debido a esa persona estoy aquí, pues yo no habría bebido tanto hasta llegar a estar en coma”.
– ¿Quién eres tú? – dije con la valentía que nunca supe que tuve- ¿Por qué tú no eres mi prima? ¡Ella es la que debería de estar aquí! – grité.
– Tu prima Celia no vive aquí.
– ¿Qué quieres decir con que no vive aquí?
– Ella está en el más allá. Todos los que estamos aquí deseamos llegar a ese plano. Pero no es posible, ya que siempre tendremos algo pendiente en el mundo de los vivos. Son los que no tienen nada pendiente en el mundo de los vivos los que se encuentran en el más allá.
– Entonces… ¿por qué me escribías todas las noches? – dije sin todavía creer de dónde sacaba el valor.
“Irina, ¿me escuchas? Soy Sarah, si me escuchas, te pido que no te acerques a nadie. Nadie es de fiar donde tú te encuentras. No te acerques a los abyectos, son los más peligrosos. Son muy fáciles de diferenciar, ya que tienen una sonrisa muy grande. Si te encuentras a uno, tienes que correr todo lo que puedas. Ni se te ocurra hacerles nada. En el caso de que lo hicieras, un ejército de abyectos irá a por ti. Por favor no dejes que te atrapen, si lo hacen serás esclava de algo que todavía se desconoce para la eternidad. Hazme caso, yo he estado donde estás tú, sé de lo que hablo. Tienes que aguantar hasta que tu cuerpo esté completamente libre de alcohol. Hasta entonces, sobrevive. No me falles”.
– Porque tú eres mi objetivo.
Escuché a Sarah perfectamente. Como ella me dijo, huí de lo que parecía ser un “abyecto”. Corrí y corrí mientras que él me perseguía (ya convertido en un ser sólido) sin perder su sonrisa. No podía más, quería rendirme. Pero no sé ni cómo ni cuando escapé de ahí. Solo sé que me he desperté en una cama de un hospital.
– ¿Sarah?
– ¡Irina! ¡Estás bien! – dijo llorando de la emoción mientras me abrazaba con algo de delicadeza- ¡Enfermera, Irina se ha despertado!
– Hice lo que me dijiste Sarah. Gracias de verdad, gracias. Si lo hubieras dicho unos segundos después, sería uno más de esos esclavos.
– Sabía que me escucharías, confiaba en ti– me dijo sin parar de abrazarme
La enfermera intervino en nuestra conversación y nos dijo: “¡Cómo ha sido posible que hayas despertado! Todavía no has liberado todo el alcohol de tu cuerpo, ¡esto es un milagro!”
¿Cómo es posible que me haya despertado justo cuando el abyecto me iba a atrapar y no estaba curada del todo? Demasiada casualidad ¿no? Gracias, Celia.
08/07/12
Hola, soy Sarah. Me encontré este diario ayer, mientras hacíamos la mudanza de la casa de mi novio. Me dijo Eric que les ayudara, que él y sus padres no podían solos. Quieren pasar página, dicen que esta casa les trae muchos recuerdos, y no pueden soportarlo.
Irina ha muerto, sí, ha muerto. Hace cinco meses, se quejaba todo el rato de que le dolía la cabeza y tenía ganas de vomitar. Sus padres la llevaron al hospital, simplemente le dijeron que era un virus, que se curaría con unos antibióticos. ¿Un virus? Tenía un tumor cerebral. No se lo detectaron y desafortunadamente murió hace dos meses.
No pudo cumplir su sueño de ser escritora y publicar su diario. Al fin y al cabo, ese abyecto se salió con la suya. Se la llevó, ya no está aquí, con nosotros. Rezo todos los días para que Irina esté bien, que no sea uno más de ese ejército de abyectos, que esté en el más allá. Tengo muchas preguntas en la cabeza. ¿Por qué Irina era el objetivo de aquel abyecto? ¿Por qué le escribía cada noche? ¿Qué o quién salvó a Irina de ese abyecto, sería realmente Celia…?
“Los tres amigos”, de Helme Heire
Nombre: Isabel Gómez López
Curso: 2º ESO D
Centro: IES Padre Poveda (Guadix, Granada)
Mi libro preferido se titula Los tres amigos de Helme Heire.
No tengo muy claro por qué es mi preferido, quizás por varias razones, pero en conclusión lo es. Cabe decir que hay muchos libros muy buenos que te transportan a lugares magníficos y que se merecen este puesto porque te hacen sentir, te entretienen o te divierten. Pero este libro, posiblemente es mi favorito por las circunstancias en las que llegó a mi vida.
Pongámonos en contexto. Yo tenía 6 o 7 años y me encantaba estar con mi familia y leer. Mi madre estaba trabajando en una empresa donde tenía que estar en formación continua haciendo cientos de cursos, y en uno de ellos se tuvo que ir a Barcelona unos días. En ese entonces era inseparable de mi madre y me lo tomé bastante mal, apenas atendía en clase y dormía bastante mal.
Cuando mi madre regresó, como para “compensarme”, me trajo un regalo, este libro. Como puedes imaginar, fui muy feliz con él. Cuando me lo empecé a leer me fascinaron tanto la historia como las ilustraciones del libro.
Una vez que me lo terminé, decidí empezármelo de nuevo ya que me había encantado. El libro trata de tres animales de granja, un ratón, un gallo y un cerdo, que se hacen muy amigos. El libro cuenta dos historias en las que enseña el valor de la amistad.
Habla de cómo cada uno tiene unas virtudes que se complementan con las de los otros dos. Es muy apropiado para niños de 6 a 8 años porque utiliza un lenguaje acorde a estos explicando muy bien estos valores.
También habla de cómo los amigos están ahí para siempre y te ayudan siempre que lo necesites.
Este libro, junto a otros, han conseguido que me convirtiera en una fan de la lectura, que todas las noches sin falta leo un poco porque si no me es imposible dormir. Creo que la lectura está infravalorada porque es la herramienta perfecta que necesitas para viajar sin salir, de conocer mundo y culturas y de formarte de una manera mucho más divertida. En definitiva, considero que todo el mundo debería leer y que nunca es demasiado tarde ni pronto para empezar ha hacerlo. Todo el mundo debería poder conocer su libro favorito. Yo, al menos, lo considero un privilegio que no todas las personas pueden tener, porque ni se tienen las mismas oportunidades ni las mismas ganas de encontrarlo, pero me parece una gran oportunidad desaprovechada.