¡Cierra la boca!
Nombre: Erika Galdeano Vargas
Curso: 1º ESO C
Centro: IES Turaniana (Roquetas de Mar, Almería)
Érase una vez una niña llamada Marta, que tenía una maldición que era que todo lo que decía se convertía en realidad, porque le dijo su maestra que se leyese el diccionario entero. Marta compró el diccionario a principios de curso, porque no sabía cómo llamar a las cosas por su nombre. Por ejemplo, si decía “elefante”, ¡aparecía en su habitación! Y se le partió una pata de su cama. Un día Marta dijo que quería un conejo de color marrón, con manchas negras y blancas. Cuando lo dijo apareció el conejo, pero no desaparecía.
Y dijo Marta: “A lo mejor no desaparece, porque he dicho muchos rasgos de él”.
Varios minutos después, vino su madre, y dijo que de dónde había sacado ese conejo.
Ella no respondió, porque no quería que hubiese un accidente, así que dijo: “Humm”.
Y dijo su madre: “Cariño, ¿te has dado un golpe en la cabeza o algo?”
Marta respondió lo mismo que al principio. Su madre se preocupó bastante.
Y dijo que, como seguía sin responder, la llevaría el día siguiente al médico. Marta sentía mucho miedo, porque no le gustaban mucho los médicos, los odiaba bastante. Al día siguiente su madre la llevó al médico. Estaba muy nerviosa y muy ansiosa por irse a su casa. Cuando Marta pasó a la consulta y termino el médico de mirarla, dijo que estaba bien, que probablemente tenía algo que se le quitaría en dos o tres días. Un día cuando fue al centro comercial con su primo Rafael, se montó un lío y le echaron la culpa a los dos (a Rafael y a Marta). Un hombre que tenía una pajarita atada al cuello dijo que eran extraterrestres de la galaxia G-32.
Mi opinión sobre este libro es que es espectacular. Me ha gustado mucho. Al principio pensé que era muy aburrido, pero después me empezó a gustar bastante y al final me encantó. Lo recomiendo para lectores de 10 a 12 años.
Aquí vivió: historia de un desahucio
Nombre: Estela del Mar Valverde Parrilla
Curso: 2º ESO F
Centro: IES Turaniana (Roquetas de Mar, Almería)
Yo soy una novela gráfica que trato sobre una ruptura familiar, un cambio de casa, la adolescencia y los desahucios que hay en el mundo.
A Alicia le ha tocado vivir todas a la vez. Pero además hay algo extraño en su nueva vivienda. Detrás de una casa barata y pequeña hay una historia, vecinos hostiles, un diario secreto y una visita extraña e inesperada.
Mis creadores son Isaac Rosa y Cristina Bueno, dos escritores muy creativos. Yo reflejo los desahucios que hay en el mundo y la injusticia.
Ahora Alicia, la protagonista, os va a contar lo que son los desahucios:
“Un desahucio es un acto de la ley por el que, si una persona no paga el alquiler y la hipoteca, la pueden expulsar de su casa o apartamento. Los desahucios hay que pararlos en el mundo, así que ¡manifestad conmigo!”
El niño con el pijama de rayas
Nombre: Francisco Javier Iborra Rodríguez
Curso: 2º ESO D
Centro: IES Turaniana (Roquetas de Mar, Almería)
Vivía felizmente en Berlín con mis padres Elsa y Ralph, aunque mi padre no solía estar por casa, con mi hermana mayor Gretel y con unas mujeres que ayudan a mi madre en casa. También vivía cerca de mis amigos Daniel, Karl y Martin. Por desgracia todo eso estaba a punto de cambiar.
Un día, al llegar a casa me encontré un panorama un tanto extraño. Todo estaba patas arriba y mi madre andaba continuamente dando vueltas por todas las habitaciones. Había maletas por todos lados. Entonces, le pregunte: “Mama, ¿qué estás haciendo, a qué se debe este desorden?”
Y me dijo: “A tu padre le han ofrecido un trabajo mejor y debemos de mudarnos a otro lugar”. En ese momento me alteré mucho y le repliqué una y otra vez que no podíamos irnos, que no podía dejar aquí a mis amigos. Sin embargo, ella me contestó que no teníamos elección. Yo aún no sabía que ese trabajo nuevo era un ascenso a comandante nazi.
Me resigné y no dije nada. Al llegar a mi nuevo hogar me quedé desconcertado. Era una casa en una explanada, pero a los alrededores no había ninguna otra y mucho menos otros niños para jugar. Me dirigí al interior de la vivienda y subí a lo que sería mi dormitorio. Al abrir mi ventana me dio un escalofrío, y al observar más detenidamente el paisaje, vi una valla enorme. Sin más dilación, bajé a explorar. Mientras caminaba a lo largo de la valla me encontré con un niño. Él me miró y yo lo miré a él. Antes de que empezara la conversación me fije en que llevaba un pijama de rayas blancas y azules. Le pregunté su nombre y me respondió que se llamaba Shmuel. Seguimos hablando hasta que nos hicimos muy buenos amigos. Lo que yo todavía no sabía es que es valla era la valla de un campo de concentración nazi.
Al día siguiente recordé que Shmuel me habló de que al otro lado de la valla estaban muchos miembros de su familia, pero no encontraba a su padre.
Entonces medité un plan para cruzar el otro lado de la cerca y le pedí a Shmuel un pijama como el suyo para poder entrar con él. No podía saber la desgracia que me esperaba…
Cruzada en jeans
Nombre: Nerea Guillén Brogeras
Curso: 1º ESO C
Centro: IES Turaniana (Roquetas de Mar, Almería)
Rudolf es un joven que se prestó como voluntario para ser el primer ser humano en teletransportarse a lo largo de la historia. Lo que tendría que ser un viaje de una hora a la Edad Media se convirtió en un viaje sin vuelta, así que decidió acompañar a un estudiante, Leonardo Fibonanci a Pisa. Pero de repente, se encontraron una cruzada de niños que se dirigían a Tierra Santa, así que decidieron aliarse. Al cabo de un tiempo, se hicieron famosos dentro de la cruzada y gracias a ello pudieron organizarla bien, aunque Rudolf fue acusado de hereje y se celebró un juicio, pero consiguió salir inocente gracias a los niños. Otro problema era el paisaje, ya que eso supondría la muerte de varios niños. El día en el que Nicolás (una de las personas más importantes de la cruzada) debía separar el agua para llegar a Tierra Santa, Rudolf se dio cuenta que todo era una trampa, ya que lo que querían era conducir a los niños a un barco para llevarlos a un mercado negro de esclavos. Así que Rudolf convenció al duque para que los barcos no abandonasen el puerto y decidió seguir una ruta diferente. Leonardo encontró una caja de aluminio que pertenecía al científico que le mandó a la Edad Media y buscaba la localización de Rudolf para traerlo a su época, aunque esa caja ya no servía porque fue mandada una semana antes, así que debía encontrar otra. El tiempo pasó y pudo encontrar otra caja. Con ella se situó en el lugar que el mensaje pedía.
Unos frailes intentaron golpearle, pero de repente todo se veía negro y al rato de recobrar el sentido escuchó una voz familiar y, sin darse cuenta, se encontraba en el laboratorio donde su madre le miraba extrañada, así que eso significaba que estaba en casa y en su siglo.
Me ha gustado mucho este libro ya que todo el tiempo el libro es emocionante y nunca sabes lo que te espera en las próximas páginas. Nunca había pensado que me podrían gustar este tipo de novelas, pero este libro me ha mostrado lo contrario. Lo recomiendo mucho, incluso a las personas que piensen que no le puede gustar ya que seguramente les sorprenderá tanto como a mí.