La puerta de los tres cerrojos
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Centro: IES Villanueva del Mar (La Herradura, Almuñécar, Granada)
“La puerta de los tres cerrojos” es una trilogía de novelas que tratan sobre física cuántica. Escrito por Sonia Fernández-Vidal, una física española que ha trabajado en EEUU y en el Centro Europeo de Investigación Nuclear.
A través de la historia de un niño se narran sucesos científicos que son explicados de una forma muy sencilla y entendible por un lector inexperto en este tema, incluso por un niño.
Lo más importante de este libro es que hace que la física parezca fácil; las historias están basadas en distintos teoremas y principios de la física cuántica. La autora nos plantea acertijos que posteriormente nos resuelve.
Este libro nos habla de un niño de 14 años llamado Nico con una vida normal. Un día, aparece una frase en el techo de su habitación: “Si quieres que sucedan cosas diferentes, deja de hacer siempre lo mismo” … Decidió hacerle caso a la frase: al día siguiente, fue al instituto por un camino distinto al que hacía siempre.
En el camino se cruzó con una casa que le llamó mucho la atención. Se paró delante de ella. Era una casa muy vieja, grande y estaba llena de plantas. Se paró en la puerta y una voz le dijo un acertijo. “Esta puerta tiene tres cerrojos. Solo se puede abrir con una llave. Esta llave abre las tres cerraduras. Lo malo es que no se pueden hacer copias a dicha llave, y tienes que abrir las tres cerraduras a la vez. Abre la puerta, la llave está debajo de ti”. Pensó mucho, y como era aficionado a las adivinanzas, pudo resolverla, empujó la puerta y entró.
Al pasar, una persona extraña le empezó a explicar cosas sobre ciencia sobre lo poco avanzados que estábamos y todo lo que teníamos que avanzar para llegar a las tecnologías que él tenía. También le enseñó la creación de un universo con sus propios ojos, hizo que se acelerara porque duró muchísimo. Atravesaron una pared (sí, una pared) y llegaron a un mundo muy extraño, el mundo cuántico. Allí ocurrían cosas sorprendentes, extrañas y divertidas.
Le presentan a dos gemelos de apariencia extraña. Los dos pasarían desapercibidos en su mundo, a pesar de que eran bajitos, pero la peculiaridad es que uno parecía que había alcanzado ya la edad anciana mientras que el otro parecía tener menos de 18 años.
Esto es posible porque, en su mundo, ya se puede viajar a la velocidad de la luz. Al viajar a la velocidad de la luz, todas las personas que no están viajando en este momento envejecen más rápido durante el tiempo en el que tú estás viajando. Nico aprendió muchas cosas sobre física que él ignoraba, como, por ejemplo, el principio de incertidumbre de Heisenberg, que dice que no se puede estar en una posición exacta a una velocidad exacta. También buscó al gato de Schrödinger que, aunque estaba en una caja, no sabían si estaba vivo o muerto. Asistió a un concierto del Boss-on de Higgs, pasó mucho miedo con los agujeros negros, pero consiguió superar su miedo y darles esquinazo. Tuvo que entrar en un laberinto que le fue muy difícil resolver y aprendió lo que es la luz: una onda y una partícula a la vez. En toda esta aventura, Nico hizo una amiga, Quiona, que le acompañó en la misión que tenía, salvar el universo cuántico.
Al final del libro, hay un vocabulario para las personas a las que no les quedan claros algunos términos del libro.
Resumiendo, es un libro muy entretenido, educativo y es de ciencia ficción. Me encanta porque me parece una buena frase la que aparece al principio del primer libro: “Si quieres que sucedan cosas diferentes, deja de hacer siempre lo mismo”. No es mala filosofía de vida. Recomiendo este libro a todas las personas que, aunque no les interese la ciencia o no sepan muy bien de qué va, le gusten los acertijos y las preguntas trampa.